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Azael

Cuando entre a la habitación donde se encontraba Amaris, la ví con una sonrisa de oreja a oreja, eso era señal de que Damon aún no le contaba la verdad.

Me daba coraje que no fuera honesto, ya hasta Magnus se estaba cansando de decirle que se lo contara.
Yo sabía que ellos tenían como una promesa.

La había escuchado le día después de la gala.

»Pase lo que pase, siempre nos contaremos la verdad« se prometieron cuando se apartaron de nosotros para poder hablar.

Sabía que estaba mal que el no se lo contara, como también estaba peor que yo se lo contara, así que en definitiva debía esperar a que el se lo dijera.

Íbamos saliendo del hospital con Dante, Samantha y Johan.
En eso veo como el hermano de Amaris se atraviesa en mi camino con una mirada dura.

Me aparto de todos y ellos ni se movieron a la mirada de advertencia que les hacía este.

Me solté el brazo de un jalón.

- Que coño te pasa? - Bufé.

Detestaba que me tratarán como un muñeco de trapo.

- Que hace ella aquí - señaló a la chica morena que esperaba en la recepción.

Ahora entendía el enojo, pero eso no era motivo para que me tratara como se le diera la puta gana.

- No se, quizás revisar si su embarazo va bien? - pregunté con cierto sarcasmo.

- Dile a tu hermano que venga y la saqué de aquí, no quiero que Amaris la vea - Dijo.

- Lo siento, pero yo no soy el chico de los recados y Damon no es nada de esa chica para hacer tal cosa - Bufé.

- Es el padre de ese bebé - Soltó.

Se sorprendió al ver que mi cara seguía igual, era como si el pensara que nadie sabía que Damon era el padre de ese bebé.

- Ajá.... Pero el bebé no ha nacido, así que no tiene la obligación de venir a sacarla - Suspiré - ahora con permiso.

Camine de nuevo en dirección donde se encontraba el resto todavía con la cara de asombro.

- Que fue eso? - pregunto Samantha.

- Estaban discutiendo? - dijo Johan.

- Algo así - Me encogí de hombros - ahora vamos afuera.

- Y porque - me frenó Dante.

- Unas cosas que no os incumbe - Bufé.

- Vale vale, bájale dos - Samantha sonó bastante ofendida.

- Lo siento cariño, pero en verdad eso es cosa solo de nosotros - Murmuré.

Caminamos afuera y diriji mi mirada al abuelo de Amaris y a Paul que estaban hablando mientras fruncian el ceño.

En el estacionamiento se encontraba Mael y Damon, ambos tenían un cigarro en la mano.
No podía creer que Damon lo había vuelto a hacer, era algo que hace mucho tiempo había dejado de hacer.

Dante se fue con ellos, mientras yo iba con Johan y Samantha.

- Alguien más a notado que Damon se comporta extraño? - La pregunta que hizo Johan me hizo frenar en seco, causando que Johan se diera un golpe en la nariz y Samantha terminara en el piso.

- Azael! - grito Samantha mientras volvía a tomar asiento.

- Lo siento, me pareció ver qué algo se me atravesaba - Miento.

La pregunta que había hecho me había revuelto el estómago.
No podía dejar que nadie se diera cuenta antes de que Amaris se enterará.

- Porque dices eso? - Trate de sonar tranquilo.

- Está muy callado - Su comentario me causa risa.

- Damon es así, eso es normal - Dije.

- Y porque se despareció casi toda la tarde el día que llegó el abuelo de Amaris - Maldita maña de Amaris por soltar todo lo que pasa con Damon.

- Cosas de familia - me encogi de hombros y dejé a ambos en sus respectivas casas.

Cuando iba de camino a la mansión Sellers mi móvil vibró encendiendo la pantalla con el nombre de Paul.

— Si? —

— Necesito que Damon se lo cuente pronto, ya a visto a Vanessa y ahora se pregunta quién es el padre del bastardo —

Eh eh, ningún bastardo, es mi sangre —

Así es como ella le ha llamado al bebé, necesito que Amaris lo sepa lo antes posible —

— Está bien, veré que puedo hacer —

Cortó la llamada, tire mi móvil al asiento del copiloto y le di un golpe con una mano al volante.
De verdad que me daba coraje que Damon no estuviera cumpliendo lo que se habían prometido tiempo atrás.

Conduje más rápido de lo común, tendría multas, tanto por exceso de velocidad como también por pasar semáforos en rojo.

Maldito Damon y su manera de decepcionar a las personas que lo quieren.

Cuando aparque en frente de la casa, las puertas de esta se abrieron dandole paso a Magnus quien estaba con Damon.
A grandes zancadas me acerque lo más rápido que pude, tenía mi puño apretado tanto que dolía y si no le daba su merecido me dolería más el orgullo.

Cuando llegue al frente no lo deje ni mirarme cuando me propine un puño en el estúpido rostro de niño "bueno".

— Maldita sea Azael! — Espeta — Que te pasa?!

— Pasa que tú querida novia ya a visto a Vanessa! — Bufé — Y ahora se pregunta quién es el padre del "Bastardo"

— Ojo como hablas de ese bebé — me señaló Magnus — Tiene tu sangre!.

— Lo se! Y no e sido yo el que ha dicho bastardo — Mire a Damon — Lo a hecho Amaris.

La expresión de Magnus y los ojos de Damon me dieron a entender que estaban realmente sorprendidos.

— No te queda mucho tiempo para que se lo digas — Solté — Porque si no sé lo dices tú, se lo diré yo

— Que ni se te ocurra — Espetó.

— O que? ¿Vas a amenazarme de matarme? — Dije sarcásticamente.

— Sabes que soy muy capaz — Se enderezó.

— Pues yo también, no olvides Damon que somos de la misma familia, que llevamos la misma sangre y también los mismos instintos.

Se enderezó y tensó su mandíbula ante mi amenaza, porque definitivamente le había dado en el maldito Ego.

«¡Por fin maldita sea!»

Siempre me daba rabia que pisoteara a todo el mundo y deseaba todo el tiempo que alguien lo pusiera en su lugar, pero jamás me imaginé que yo sería esa persona.

— Te metes en la boca del lobo azael — Gruñó Damon

Magnus no dice nada, solo está pendiente del espectáculo.

— Más bien estoy saliendo — Solté.

Y como si nada hubiera pasado, respire tres veces antes de entrar a mi casa, había algo más que debía solucionar.

***********
Uy, parece que alguien por fin ha sido capaz de dejar a Damon asombrado.

Demonios #TeamAzael

Espero que os guste el capitulo.

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Os quiero un montón, cuidaos!!! ♥️

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora