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Damon

Cuando llegamos al lugar ninguno lo pensó, todos entramos corriendo como niños chiquitos al local para que nos hicieran piercings.

— Que Samantha ahora quieres volverte una chica mala? — Le suelto mientras le doy pequeños codazos en el estómago.

— No me jodas, solo quiero hacerlo — dijo.

Yo me encojo de hombros riéndome.
Siento la mirada asesina de Amaris sobre mi cuando volteo a verla, dejo de reírme de golpe y me pongo en modo serio, ella me da una sonrisa de esas que me matan, tiene una sonrisa jodidamente perfecta, pero tambien me da algo de risa por su apariencia en este momento, parece una loca, su cabello revuelto y unos cuantos golpes en la cara.

Empezamos con las perforaciones, primero va Samantha, que elige el industrial, al ver la aguja empieza gritar como loca.

— Ya, ya, Dolerá solo un poco — le dice Amaris tomándola de la mano.

Cuando siente como le atraviesan la aguja grita peor que una persona en tortura, apagó el vídeo al ver cómo terminan con ella.

Agradezco haber grabado eso, lo veré un millón de veces.

El siguiente es Dante se hace uno sencillo en la oreja, Azael y Mael escogen el mismo.

Yo opto por el del labio, siempre me lo he querido hacer, pero debemos honrar el apellido Sellers y blablabla.

Amaris se va de dos por uno, se hace el del ombligo que le queda realmente genial y el otro es el de la lengua, que para ser sinceros me encanta.

Al pagar nuestra perforacion salimos del local en busca de algo para comer.

La pelea nos habrío el apetito.

Todos aparcamos en el local de pizza, pedimos dos cajas y cada uno se come de a dos piezas.
Luego de comer decidimos volver cada uno a casa, realmente en la calle no hay mucho que hacer.

Amaris se va en su coche ya que tiene que ir a dejar a sus amigos en casa, mientras Dante y Mael vienen conmigo.

— Ahora pueden explicarme porque coño no manejan sus camionetas — pregunto a los dos idiotas sentados en la parte trasera de la mía.

— Mael choco la mía — dijo Dante — Y la de el no la saca por miedo a que vuelva a pasar —

— Si fue así, Mael jamás vas a tocar mi camioneta — Suspiré negando con la cabeza.

— Fue un pequeño accidente, además no quedo tan mal — dice cruzandose de brazos.

— Que no quedo tan mal? — dice Dante.

— Sii — Suspira.

— Maldito demonio!!! — bufa Dante antes de empezar ahorcar Mael.

— Eh, eh, control — digo.

Y para ellos eso es como un stop, no se mueven solo se acomodan y siguieron mirando por la ventanilla.

Al dejar al par de idiotas en sus casas, me dirijo a la mía a hablar con mis padres para que me prestaran la casa en la playa, quería darle un fin de semana inolvidable a Amaris.

Abro la puerta y lo primero que recibo es una mirada de desaprobación de mi hermano mayor.

— Sabes que papá te matara cuando te vea eso puesto verdad? — me dijo.

— Realmente y para serte sincero — señale que para que se acercará, me incline un poco a su odio y grite — ¡Me vale mierda!

Se aleja y niega con la cabeza varias veces, no me importaba lo que dijera mi padre, si tenía marcas en el cuerpo, ¿Porque no podría tener una maldita perforación? Era algo muy estúpido.

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora