16.

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Damon

Sentir sus labios sobre los míos es algo tan grandioso.
Cuando la ví correr hacia mi, después de patearle el culo al idiota de mi hermano, me dió todo el valor para besarla.
Jamás había disfrutado tanto besar a alguien.

Fue un momento mágico, sentir como sus labios húmedos se estampaban contra los míos, mientras yo la alzaba desde la cintura, ella pasando sus brazos por mi cuello, fue la tan especial.
y digo momento porque cuando yo la baje para mirarla a los ojos, el chico que estaba pendiente de la radio de los policías grito:

- ¡¡La policía viene hacia aquí joder, largaos!! - y con eso Amaris se altera, todos corren hacia sus autos y salen a toda marcha del sitio.

Putos cobardes.

Le digo a Amaris que se dirija hacia mi casa y ella asiente sube a su coche y se va.

Por mi parte solo le hago una señal a Azael para que se suba a la camioneta, y el lo hace en menos de nada.

Magnus como siempre ya se ha ido, la derrota no creo que le siente bien esta vez.

Cuando vamos en la autopista un carro de oficiales viene detrás, siguiéndonos, asi que decido parar.
Los oficiales hacen lo mismo y se bajan del coche.

Bajo la ventana y el frío de la noche cae sobre mi rostro, en eso llega un oficial y dice:

- Que hacen tan tarde por estás zonas? - dice mientras yo solo espero que Azael no las cagué.

- Estabamos esperando a alguien pero no llego - le digo lo más tranquilo que puedo en eso el oficial me pregunta.

- Han escuchado de las carreras callejeras? - dice alzando una de sus cejas, a lo que yo le respondo.

- Todo el mundo a escuchado de esas carreras, pero en realidad no sé dónde se desarrollan - y en eso el oficial tiene cara de estarnos evaluando.

- Como es su nombre? - me pregunta mirando hacia otro lado.

- Damon Sellers - y su cara de sorpresa se hace notar demasiado.

- Disculpe señor Sellers puede continuar - cuando arranque el celular de Azael comienza a sonar.

No le prestó mucha atención hasta que me dice:
- Amaris está en casa, la persiguieron pero ella se escapó - chica astuta es lo único que pienso.

De verdad hay algo que me atrae a ella, que quiere que la haga mía. Pero existe algo que me dice que si me meto con ella abra unas cosas de por lado llamadas: Sentimientos.

Y no, eso no se podía, yo dije que no volvería a enamorarme, es debilidad, te causo dolor, tristeza, pero también alegría, satisfacción y desde la muerte de Leila me volví una persona fría, de no relaciones, solo follar.

Mis hermanos creen que he cambiado, solo porque no he llevado chicas a la casa, y eso no es verdad, en realidad ahora tengo un pequeño departamento, y ahí es donde las llevo.

Amaris no se podía enterar, deje de llevarlas a la casa porque sabía que ella estaría pendiente Atraves de esa ventana, si yo entraba o salía con alguien.

Pero de verdad, había algo en Amaris, que me decía que cambiara, no se que cosa, pero trataré de ignorarla lo mejor posible.

La mayor parte del camino no hable con Azael, hasta que dijo algo

— Damon, no le vallas a hacer daño — y eso me saco de todo pensamiento, por lo ella me ha dicho, ha sufrido demasiado, pero que más da, solo quiero follar con ella.

— Tu tranquilo, hermano —  dije tratando de sonar lo mas calmado posible.

Cuando llegamos a casa y entramos, Amaris apareció de la nada y me abrazo, yo le devolví el abrazo y le bese la cabeza.

Magnus se quedó en shock después de ver tal cosa así que dijo:
— Uy preciosa, cuidado y no juegue con tus sentimientos — Amaris voltea y como si estuvieramos conectados los dos al mismo tiempo le alzamos el dedo del medio.

Azael emito un par de risas y luego se perdió camino a la cocina.

Amaris y yo quedamos solos en la sala, ella fue a sentarse en el sofá así que yo hice lo mismo me arrocoste y le indique a ella que podía acostarse encima mío.
El bulto que se forma debajo de mis pantalones fue muy notable, tanto que causó que Amaris se pusiera más roja que un tomate.

Empezamos a ver una película cuando ya todos se habían ido a dormir y derrepente sentí la pesada mirada de Amaris,así que baje un poco la cabeza hasta su dirección y sus ojitos color miel hicieron contacto con los míos nos quedamos mirandonos un par de minutos pero no solo los ojos, ambos pasábamos nuestras miradas así nuestro labios y cada vez que yo miraba los suyos ella los relamia.

Trate de aguantarme lo más que pude pero fue en vano, Nuestros labios se estamparon en forma brusca, me senté y ella encima de mi, el beso era de esos que buscan pasión, que quieren más que besos, derrepente siento como Amaris empieza a moverse sobre mi, hacia adelante y hacías atrás, en un ritmo bastante sexy, la tomé por la cintura ayudandola para que no parará en su movimiento, como no ví intención de parar, baje las manos hasta su trasero, dando apretones, ella soltaba pequeños gemidos y jadeos, deje de besar sus labios y comencé a bajar por su mandíbula, pasando por su cuello dejando pequeños besos en el, más gemidos, lo que provocaron que me pusiera aún más duro de lo que estaba.
Ella lo noto y se le salio un pequeño gemido mientras seguía moviéndose encima de mi, yo por mientras, baje hasta la parte alta de sus senos dándole besos.

Yo chupaba y ella gemia era algo sensacional, mientras seguía moviéndose más duro me ponía, en una de esos movimientos yo solté un gruñido por la falta de contacto de piel con piel, pero si esto era el inicio terminaríamos muy bien.

Cogí y la alce agarrando fuerte su trasero y empeze a subir las escaleras ella teniendo sus brazos al rededor de mi cuello mientras nos besábamos.
Cuando entramos a mi habitación la cerré y camine hasta mi cama.
Ella cayó de espaldas así ella y yo encima de ella empeze a moverme de arriba abajo, mientras soltaba jadeos y derrepente fue como si el mundo conspirara contra mi, Leila paso por mi cabeza y en unos de esos jadeos dije.

— Leila... —

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Nota autora:

Ahora sí, el capitulo que estaban esperando, continuaré subiendo más, queredme, ya saben disfruten está historia, os quiero

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora