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Paul

La visita del abuelo había Sido completamente sorpresa, cuando bajé de la segunda planta después de escuchar a Hanna decir que el estaba aquí y lo ví ahí de pie, todas mis fuerzas se vinieron abajo.

Verlo a la cara era como ver a mi padre, ellos dos eran una copia exacta.

— Pero nada fuera de lo normal — terminó Damon.

— Está bien, de igual forma quiero que no le quites los ojos de encima.

El asintió y salió de mi despacho, a los minutos una llamada entro a mi móvil.

— Si?

— Joven Wells, hablamos del instituto de Amaris.

Que pasa.

— Queremos infórmale que amaris no tiene admitido el ingreso al instituto hasta dentro de tres días.

— Tres días más? ¿A qué viene eso?

— Son los riesgos que corre al haber puesto a una chica embarazada en peligro.

Chica embarazada? ¿Quien?

La señorita Velázquez cuenta con un embarazo de tres meses.

—¿Tres meses?, No lo creo, Amaris se habria dado cuenta antes de golpearla.

la señorita lo ha mantenido oculto tras usar ropa ancha, no es fácil de notar.
De igual manera su hermana estará suspendida por tres días más.

Y la llamada se colgó
¿Embarazada? Pero de quién?

Alguien toca la puerta de mi despacho.

— Adelante — la presencia de Amaris me puso los pelos de punta, sus manos estaban llenas de sangre, su pijama bañada en esta.

— Paul ayúdame — dijo antes de desplomarse en el suelo.

Rodee mi escritorio y salí corriendo en dirección a Amaris, la tome por la parte baja de las rodillas y la nuca alzandola al instante.

— Hanna! — la mujer sale de uno de los pasillos con cara de espanto — Avisale a Damon de esto.

La mujer salió corriendo mientras yo me dirijía a mi auto.
Mire a Amaris y la detalle bien, sus brazos y piernas tenían cortadas recién hechas.

— Pensé que lo habías dejado! — dije a la chica desmayada en el asiento trasero de mi auto.

Minutos después llegué al hospital y apenas me vieron no dudaron dos segundos en atenderme.
Llevaron a Amaris a una sala apartada.
Los minutos pasaban y de momento estaba Damon y el abuelo conmigo al borde de la desesperación.

— cuanto lleva con esto — pregunto el abuelo con la mirada fija en la nada.

— Años, lo habíamos detenido, pero después de la muerte de mamá volvió — Susurre.

Amaris no era mujer que solo se calmaba llorando, ella siempre me habías dicho que el mejor remedio era el dolor, por eso recurría a las cortadas.

— Entrara a rehabilitación — Formuló el abuelo.

—¿Que? — Damon y yo dijimos al tiempo.

— La meteré a un centro de rehabilitación — Aseguró — Es lo mejor.

— La darán de baja en el instituto — Dijo Damon.

— El abuelo tiene razón, el instituto podrá repetirlo, pero quiero que no se haga más daño — Murmuré — Además esta suspendída tres días más.

— ¿Porque? — Pregunto el abuelo enarcando una ceja.

— Atacó a una chica estando embarazada — Solté.

Damon se tensó pero se mantuvo serio, la mandíbula apretada y la mirada fija a la sala donde se encontraba Amaris.

— Paul necesito hablar contigo — Soltó Damon.

— Iré por un café — Dijo el abuelo mientras caminaba fuera del hospital.

— habla — dije

Por la forma que había reaccionado Damon, podía decir que ese bebé era de el, sabía que antes de que Amaris y el se hicieran oficiales el se acostaba con cada chica que se le atravesaba.

— El bebé... — Comenzó

— Es tuyo — Finalize

— Si... Pero eso fue antes de Amaris — dijo.

— Ya se, tres meses atrás todavía ni se conocían bien — Dije.

— Así es, yo hasta hace poco supe de él — Aseguró

— Debes decírselo, no quiero problemas por eso más adelante — Solté.

— Se lo diré cuando salga del hospital — Soltó

— Familiares de Amaris Wells — Un hombre con uniforme médico y bata hizo presencia

— Nosotros — Artículo el abuelo.

¿En qué momento llego? ¿Habrá escuchado todo?

— La joven ya se encuentra estable, perdió mucha sangre ya que hubo varios cortes y algunos fueron profundos, si la hubieran traído unos minutos más tarde, habría fallecido — Escuchar que ella se encontraba bien era como aire para mis pulmones — Dentro de poco podrán entrar a verla.

El hombre se fue y el abuelo fijo su mirada en Damon

— Espero y se lo digas pronto, no quiero ver a mi nieta destrozada, ya sabes que pasará — Bufó.

Si, había escuchado todo.

Minutos después una enfermera nos avisó que ya podíamos entrar a verla, todos salimos corriendo en dirección a la habitación que nos dijeron y allí se encontraba ella, conectada a muchos aparatos y como sabia esposada.

— Alguien puede explicarme porque mierdas estoy esposada? — Inquirió ella con mal humor.

— Atentaste nuevamente contra tu vida Amaris, se tenía que hacer algo mientras estés aquí con tantas cosas cortopunsantes —  Formuló Damon

— Ya se que está mal, pero no deberían esposarme a la camilla como una criminal — Bufó

— Solo es mientras te retomas y ya — Murmuré.

Hablamos un buen rato, supe que lo había hecho nuevamente por ver a mi abuelo, ella pensaba igual que yo, pero era la verdad, ellos dos eran una copia exacta del otro.
El abuelo y yo salimos cuando Amaris dijo que quería un tiempo a solas con Damon.
Antes de eso se le dijo sobre el centro de rehabilitación y ella no dudo ni dos segundos en aceptar.

— Debes supervisarla mientras permanezca aquí — Suspiró el abuelo.

— No me despegaré de ella — Inquirí.

— Eso espero — Musitó.

Como era de esperarse los paparazzi no faltaron, siempre atentos a todo lo que pasa con la familia Wells y los Sellers.

— Como se encuentra su hermana — Pregunto una mujer.

— Eso es algo que a ninguno de ustedes le importa, así que por favor retirense — Exclamé pero nadie se inmutó.

— Joder les han hablado, largense! — Grito el abuelo.

Nadie dudo dos segundos al hacer caso, ya lo habían visto, así que mañana nuevamente el apellido estaría en todas las portadas existentes.

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Os quiero, cuidaos!! ♥️

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora