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Damon

Jueves por la tarde.
Estaba esperando a que Amaris saliera de su entrenamiento para llevarla a comer algo.
Mi celular comienza a sonar, miro la pantalla y el nombre que resalta de esta es el de Mael.

— Si? — respondo rápidamente.

Al otro lado de la línea se pueden hoy gritos de dos pequeñas jugando, eso me recuerda a las dos hermosas gemelas que tiene Mael como hermanas.

— Bonjour, je vous appelais pour vois si vous te Amaris pouviez me rendre service. — Dios mio, agradezco haber estado llendo a clases de francés esta semana, porque si no, no habría entendido ni mierda.

Sabes que no entendiste nada, mejor pregúntale.

Buena opción.

— que pasa Mael? — le pregunté directamente

— Necesito que me ayudeis, con Darah y Rebeka está noche — soltó.

— Y porque necesitas mi ayuda y la de Amaris, no se supone que es tu responsabilidad cuidar de ellas — Pregunto en tono un poco tajante.

— Vamos amigo, no seas así, es solo por esta noche — y se escucha como Atraves de la línea el está gritándoles a las gemelas que paren.

Creo que nosostros solos no seríamos capaces de lidiar con esas diablillas, tu las conoces.

Subconciente de mierda.

— Está bien, pero no lo cojas de costumbre — digo para quitarmelo de encima.

— Graci.... — no lo dejo terminar cuando ya estoy cortando la llamada.

Miro el reloj de mano y falta solo un minuto para que Amaris salga de su clase.
Me concentro en el celular.
Pero un grito familiar llama mi atención.

— ¡Ya te dije que no Blake! — le grita Amaris al estúpido de Blake.

Ese hombre quiere morir.

Realmente quiere eso.

Veo como acerca su mano a la mejilla de Amaris y eso enciende todas mis alarmas.

Camino a grandes zancadas en dirección a esos dos, Amaris trata de quitarle la mano de encima pero este no la aparte.

— Blake suéltame! — dice Amaris en bufido.

Al ver que no lo hace, no lo pienso dos veces y al llegar lo empujó.

— Te ha dicho que la sueltes! — le digo posando a Amaris detrás de mi cubriéndola con mi cuerpo.

— Tu no te metas, no eras nadie para ella! — me grita el muy imbécil.

No-pierdas-la-paciencia.

— Realmente estás equivocado, soy su protector y para tu peor suerte ¡Su novio! — le grite — así que si quieres seguir respirando te aconsejo que te mantengas alejado de mi chica — dije tomando la mano de Amaris y dirigiendola a la camioneta.

Estaba hecho una furia, pero no quería pagarlo con Amaris, ella no tenía la culpa de que ese idiota estuviera cerca de ella diciéndole quien sabe que cosas.

Calma el ambiente.

— Ojitos, Mael me ha pedido el favor de que fuéramos a cuidar a sus hermanitas, ¿Te apetece? — le dije posando una de mis manos en su muslo.

— Damon, que hubieras hecho si Blake me hubiera tocado? — esa pregunta me extraño, porque preguntaba eso.

— Porque preguntas — solté.

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora