~CAPITULO 28~

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No conocer tu pasado,

te hace vagar en tu presente. 

Zuly Villate.

AIDAN.

El día en la oficina estuvo bastante ajetreado, mientras conducía a casa no pare de imaginar todo lo que ha pasado desde que conocí a Maia. Mi vida se organizó y tomo un impulso impresionante, la constructora tomo un camino en donde ya tuvimos que expandirnos, los contratos no paran de llegar.

Maia está igual con el bufet, los casos no paraban de llegar y su intervención en los tribunales extranjeros no paraba de ser solicitada y me fascinaba verla feliz, su trabajo y actitud frente a la vida ha cambiado mucho.

A pesar de mantenernos en un estilo de vida ajetreado siempre encontrábamos tiempo para nosotros, aprendimos a organizar nuestros tiempos y los espacios en los que estábamos juntos tratábamos de dejar de lado los problemas laborales, en esos espacios hablábamos de nosotros, de nuestra relación. Hacemos viajes en los que nos aprovechamos al máximo, disfrutamos de las cosas que aparentemente son mínimas pero que son las que se graban y se protegen.

Hemos discutidos, porque como lo deseábamos hace un tiempo no queríamos una relación perfecta, deseábamos una relación real.

Vivimos juntos hace unos meses y nuestra casa parece una de recién mudados, cajas por todo lado y escasamente la habitación y la cocina organizadas. No me extraña que al entrar escuche la risa de Liam y a Maia haciéndole cosquillas.

— ¡Tío! —se levantó emocionado y lo recibí cuando corrió a mí con la intensión de que lo tomara en brazos.

— ¿Mucha risa? —pregunte acomodándole sus rizos.

—Elizabeth se movió. —señalo y sonreí mirando a Maia quien se levantaba y caminaba a m i con una mano en la cintura y otra en su barriga de 6 meses.

—Tu hija será toda una atleta. —comento estirándose para dejar un beso en mis labios.

—Atleta, hermosa y con una mamá como tú, está hecha. —respondí y dejé a Liam a mi lado inclinándome para besarle su barriga. —Ya llego papá.

—Te sintió desde que aparcaste. —señalo Maia y cuando puse una de mis manos en su barriga sentí un empujón por parte de mi hija.

—Inquieta desde bebe, vas bien Elizabeth. —deje otro beso y Maia negó.

—Elizabeth, a la pobre le van a hacer bullying. —señalo Maia sonriendo y le mire interrogante.

—Aparte de portar tu belleza, sería justo que también porte tu nombre, ¿verdad Liam? —pregunte y él asintió.

—Y a mi prima no le van a hacer bullying porque me va a tener a mí para defenderla. —señalo abrazando a Maia.

—Y a una manada de tíos y abuelos que revolcaran el mundo por verla feliz, no en vano será la primera nieta, sobrina, prima e hija de la familia. —señalo Pau con su bebe en brazos. Nació hace 8 meses y le pusieron Paulo, en honor a mi suegro.

—Sigue, siéntete en tu casa. —propuso Maia con ironía al ver a toda la familia llegar.

—Alguien tiene que ayudarles a desempacar. —Señalo Ernesto encogiéndose de hombros mientras entraba con una escoba. —La traje porque apuesto que no han comprado una.

Con Maia nos miramos en complicidad y sonreímos.

Cuando hace un tiempo deseaba una vida con Maia, no me imaginaba que fuese tan real y tan ideal.

DEJAME DERRETIRTE +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora