"Nuestras heridas del pasado,
no son un factor para nuestras aventuras en el presente".
Zuly Villate.
MAIA.
Cuando baje del auto de Narváez observo como huéspedes salían de las instalaciones del hotel, visualice a quien estaba a cargo del operativo.
—Comandante, soy Maia Ortega. ¿Qué es lo que está pasando?
—Señorita Ortega. Hace aproximadamente dos horas tres hombres ingresaron y amedrentaron a la zona administrativa, mientras que otros cinco amedrentaban a los huéspedes. Los que usted a acaba de ver son al parecer todos los huéspedes que había, estamos negociando la liberación de los trabajadores. —explicó estrechando mi mano.
—Mi hermano y mi cuñada están adentro, ¿sabe algo de ellos? —pregunte y negó.
—Estamos haciendo lo posible por entrar, pero sellaron todas las entradas que podrían ser utilizadas para entrar sin que ellos lo notaran, intentamos por la playa, pero sellaron las puertas de ingreso a la estructura, mi informan que se necesita un código para señalada función...
—Mi hermano, solo él tiene ese código. —lo interrumpí.
—Por favor, manténgase atrás de la cinta. —sugirió y regrese con los demás. Les comunique lo que el comandante me dijo.
—Claro, el código bloquea las entradas primarias y secundarias del hotel. Malditos. —masculló Paulina.
Vi que Leonardo y Aidan se miraron, los celulares comienzan a sonar...son nuestros padres bastantes inquietos y alarmados, más sin embargo desconocen que Emiliano y Gabriela están entre los rehenes.
Ernesto no había llamado, hasta ahora.
—Papá cálmate. —respondí cuando descolgué la llamada.
—¿Tienen a Emiliano y a Gabriela? —preguntó.
—Papá... ¿Te llamaron? —pregunte.
—Respóndeme.
—Respóndeme tú. —dictamine.
—Están exigiendo que transfiera el dinero de mis cuentas a una cuenta en Dubái. —expuso.
—Esto es más grande que una extorción. —mencione. —Hazlo, recuerda que la contraseña de tus cuentas es "Romeo" nuestro gato. —colgué y los llame a todos con la mirada.
—¿Qué pasa? —preguntó Nadia.
—Están extorsionando a nuestros padres, desde ahora nadie utilice los celulares. Nadie. —asintieron y Nadia los metió en su bolsa. —Utilizaremos únicamente el de Camilo o Flavio, Papá tomará uno de los celulares que no están interceptados.
—Romeo. —afirmó Camilo marcando al celular que tiene por nombre, Romeo. Como plan de seguridad nuestras familias acordaron llevar con ellos otro celular que tiene un nombre, el celular de papá es Romeo.
—Maia, ¿cómo lo supiste? —preguntó papá en el altavoz.
—No tienen conocimiento de que el control de las cuentas se mueve únicamente desde los otros celulares, por eso creen que comunicándote al único a su conocimiento podrán acceder a las cuentas con la supuesta contraseña que te dije. Entra al correo y mira si te llego un aviso del banco. —pedí.
—Maia en efecto están intentando acceder a la cuenta, pero igual acaban de borrar el correo. —respondió Mamá.
—Apaguen todos sus celulares. Mientras Emiliano no revele la contraseña de acceso, tenemos tiempo. —expliqué.
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DEJAME DERRETIRTE +18
CasualeNo se puede amar de la noche a la mañana y no se puede odiar de la mañana a la noche. Amar y odiar. Dos palabras que están en lados opuestos cuando de sentimientos se habla, dos palabras que de acuerdo a nuestro estado de ánimo, situación o momento...