Conocer tu pasado,
te ayudara a aclarar tu presente y construir tu futuro.
Zuly Villate.
AIDAN.
En tanto Maia abordo el avión sentí un enorme alivio, nuestra tarea comenzaba ahora.
— ¿Aidan? —interrogo Camilo cuando abrió la puerta de la casa de los Ortega.
—Quiero estar acá. —respondí y asintió haciéndose a un lado.
—Bien la noticia que se esparcirá mañana es a Maia aterrizando en Dubái, que en realidad será Naia. Maia estará... —explicaba Ernesto a todos los de la sala, pero al verme sonrió. —Siéntate por favor. —pidió y asentí. —Como decía, Naia aterrizara mientras que Maia hará escala en Canadá y mi padre hará que se dirijan con Regina quien esperara a que Naia regrese de Dubái para contarle la verdad a Maia.
—Roció sigue intentando detonar la micro bomba por lo que Flavio y yo nos quedaremos toda la noche bloqueando todo intento, el abuelo mantendrá despierta a Maia junto con Liam. —añadió Emiliano.
—Una vez estén en Canadá y puedan conectarle el bloqueo internamente todo pasará a manos de Regina quien por prevención únicamente se comunicará conmigo. —aclaró Ernesto.
—Yo quiero quedarme. —murmure.
—Como quieras muchacho. —respondió Ernesto mirándome con determinación.
La noche cayo, Mamá me miraba con tristeza, pero al mismo tiempo el orgullo y la admiración destellaban en su mirada.
—Hijo, ¿cómo estás? —pregunto papá sentándose a mi lado.
—Contando los segundos papá. —respondí bloqueando desde el computador los intentos de Rocío.
—Pronto hijo. —susurro dejando un beso en mi cien.
Mack no había querido contestar mis llamadas ni mensajes, Monse me ha dicho que ha intentado hablar con ella pero que todos los intentos quedaron en vano porque Mack ignoraba por completo todo lo relacionado a mí.
—Aidan, ¿puedes venir? —pregunto Ernesto desde el umbral de la puerta que da al jardín.
—Yo sigo. —aseguro Flavio tomando la computadora.
—Dime.
—No he tenido la oportunidad de agradecerte lo que estás haciendo por Maia, estar cerca de esos sujetos sé que es una pesadilla y no sabes cuánto valoro que hayas elegido el bienestar de Maia por encima de tu deseo de estar con ella. —declaro e incapaz de emitir palabra alguna solo asentí levemente. —Tienes mi apoyo incondicional, siempre. —aseguro y estreche su mano a la mía.
—Si la conozco como creo, cuando sepa la verdad me va a odiar. —admití y negó.
—Si no te odia con lo que supuestamente hiciste...
—En el fondo me odia. —corregí y negó nuevamente.
—Es igual de obstinada que su padre, pero igual de humana que su madre. —aseguro y sonreí porque nunca había escuchado de ellos. —Tus suegros eran la pareja más disfuncional que había conocido.
— ¿Había? —cuestione y asintió.
—Hasta que supe de Maia y de ti. —respondió. —Ustedes son tan distintos que no entiendo como un lazo tan fuerte como el que tienen se pudo dar. —admitió y sonreí.
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DEJAME DERRETIRTE +18
RandomNo se puede amar de la noche a la mañana y no se puede odiar de la mañana a la noche. Amar y odiar. Dos palabras que están en lados opuestos cuando de sentimientos se habla, dos palabras que de acuerdo a nuestro estado de ánimo, situación o momento...