~CAPITULO 42.~

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Y aunque los finales felices y perfectos solo existen entre letras, será un verdadero placer leerlas una y otra vez.

Zuly Villate.

AIDAN.

Mientras leía unos documentos se me fue inevitable no pensar en Maia. Habían pasado ya dos meses y el festejo de la navidad de acercaba.

No podía creer todo lo que había vivido con Maia.

Se me era imposible continuar en una vida en la que Maia no estuviese y recordar esa noche a pesar de que me había dado la alegría más grande del mundo, también me causaba temor e impotencia al recordar el ver a mi hija y a Maia sin emitir un sonido o movimiento.

Son momentos y recuerdos que, aunque ahora tenga que vivir con ellos no me gusta traer al presente y menos mientras estoy cambiando de ropa a los gemelos, quienes por cierto se llaman Alexander y Alessandro Narváez Ortega.

Ambos gozan de una buena salud y me impresiona lo idénticos que son, aún los confundo. Tienen los ojos de su madre y son un continuo recordatorio de lo mucho que me fascina perderme en los ojos de Maia y según mamá, aunque hayan sacado los ojos de Maia en los rasgos faciales se parecen mucho a mí.

—No voy a preguntar en que piensas porque ya lo sé. —menciono entrando a la habitación.

— ¿Eres telépata?—cuestione sin mirarle.

—Pues para que les estés poniendo los pantalones al revés deduzco que estás pensando en lo que te he pedido que omitas de esa noche. —indico llegando a mi mientras pasaba uno de sus brazos por mi cintura y miraba a los gemelos.

—Lo intento. —murmure.

—Estoy viva y aunque fueron momentos que hubiese preferido no causar, hay que tratar de recordar los buenos momentos, como cuando estas dulzuras nacieron. —propuso y sonreí. —Qué te parece si yo me encargo de estas pequeñas dulzuras y tú vas por nuestra...—cuestionaba, pero la risa de Naia junto a las carcajadas de Alanna la interrumpieron.

—Progenitores aquí está su retoño. —indico Naia dejándola en su cuna.

Al verle mire a Maia quien también me miro y no si ella recordase lo mismo pero por lo menos mi mente regreso a esa noche.

FLASHBACK.

El llanto de los gemelos me trajo al presente pero las palabras de la doctora seguían retumbando en mi mente.

Me levante un poco aturdido y mire hacia la cama donde Lucia había retomado la maniobra de reanimación con Maia y Julián aún no se detenía con mi hija. Camine torpemente hacia Julián quien se detuvo por unos segundos y cuando percibió mi cercanía me miro con la impotencia teniendo su expresión.

Las lágrimas se precipitaron por mi cara sin poder controlarlo y tome a mi hija en brazos sintiendo su carita contra mi cuello y sus mejillas frías continuaban indicándome lo que, aunque me negase a aceptar era una realidad.

Camine hacia la cama y Lucia se detuvo a la mala siendo sujetada por Ernesto.

Regina abrazaba a Naia y en tanto llegue a la cama sujete con un brazo el cuerpecito de mi hija y tome la mano de Maia.

—Perdónenme. —Murmure dejando un beso en la cabeza de Alanna y tomando su cuerpecito me incline dejándole sobre el pecho de Maia. —Aquí esta nuestra pequeña Maia, cuídala por favor. —pedí sin poder tranquilizarme; el dolor, la rabia y la impotencia se me acumulaban en el pecho.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2023 ⏰

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