La culpa, el miedo y las obsesiones son cargas que fortalecen o destruyen.
Zuly Villate.
AIDAN.
Me estoy volviendo loco.
—Maldita sea, no contesta. —maldijo arrojando el móvil.
— ¿Quién? —pregunte.
—En fin, en unas horas tendré la ubicación de Maia. —masculló.
— ¡¿En unas horas?! ¿Sabes lo que puede pasar en unas horas? —cuestione y me miró. —Maldita sea, ¿porque siempre quiere ser la heroína?
—Cálmate. Querer que todos estén bien y proteger es parte de ellas. —expresó y le mire confuso.
— ¿Ellas?
—Olvídalo. —negó. —Júrame una maldita cosa Narváez. —le miro. —Cuando tengas a Maia contigo vas a decirle todo lo que te hace sentir, ¿claros?
—Gracias.
—Bendita sea la hora que quise tomarme unas vacaciones. —afirmó y sonreí.
...
— ¡La tengo! —gritó Dante saliendo del auto. —Vámonos. —ordenó subiendo las cosas que bajo.
Encendió el auto y tomo la autopista a una velocidad que estoy seguro no está permitida pero que en ese instante me importaba lo mismo.
Son casi las cinco de la tarde.
—Bien, caminaremos lo que falta para no alertarlos. —me entregó un arma, apago el auto y bajamos, caminamos por alrededor de cinco minutos. Dante me hizo detener en la entrada de lo que parece ser una bodega.
—Ese es el carro. —señaló y reconocí el auto. Quise avanzar, pero las puertas de la bodega se abrieron y de la bodega salieron varios hombres a los que Dante les tomo fotos mientras yo intenté ver si Maia salía con ellos, pero no.
Daniel Montero salió de la bodega en compañía de 10 hombres aproximadamente, Dante negó preso de la rabia y en tanto los hombres salieron en las camionetas, Dante le quitó el seguro a su arma mientras que yo se lo quite desde que me la entrego, de igual manera me pasó un silenciador.
—No hace falta decirte que tenemos que matarlos, ¿verdad? —Preguntó y no termino de hablar porque accione el arma en dos oportunidades contra los hombres de la entrada. —Me quedo claro.
Avanzamos hacia la puerta y al entrar, Dante disparó a tres hombres que bajaban por las escaleras, cuando avanzamos escaleras arriba, dos tipos que custodiaban una puerta caen por los disparos de... ¿quién es ella?, no lo sé, pero patea la puerta haciendo que se destruya en el proceso y un grito seguido de un disparo se escucha.
Cuando con Dante entramos la mujer sigue de largo...
—Narváez, sacaron a Maia hace 20 minutos...—hablo Antonia en tanto su cuerpo caía sin fuerza al suelo.
—Ve con...—Dante se detuvo. —Ve con ella y encuéntrenla. —señaló mientras guardaba su arma y se acercó a Antonia.
Salí de la habitación y alcancé a la mujer quien tiene capucha y pasamontañas, rompió y disparó a todo el que se le atravesase hasta que terminamos de bajar las escaleras son 6 hombres, cuando esta por patear otra de las puertas la detengo y un gritó la hace reaccionar...
— ¡Suéltame! —el grito de Maia provino de otra habitación a la que corrí cuando el resplandor de la luz roja se coló por esa misma puerta.
Cuando entre, la imagen del tipo estrujando a Maia me cegó y antes de que el sujeto pudiese tomar el arma, le dispare en la pierna y la otra mujer entró avanzando al sujeto mientras yo avance a Maia quien esta semidesnuda intentando levantarse.
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DEJAME DERRETIRTE +18
De TodoNo se puede amar de la noche a la mañana y no se puede odiar de la mañana a la noche. Amar y odiar. Dos palabras que están en lados opuestos cuando de sentimientos se habla, dos palabras que de acuerdo a nuestro estado de ánimo, situación o momento...