Capítulo 5

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Conociendo mi casa y el personal.
ALTEA

Estaba en la habitación después de esta mañana en la que habíamos echo el amor y donde había escuchado que iría con su amiga en la gala a parte de que le decía que la quería, una humillación más de las que estaba sometida. Como podía tener odio a una persona que no conozco, no conocía a la tal Irina pero ya la odiaba. Estaba mirando la habitación era la que se había vuelto mi refugio por mucho tiempo, era la habitación de invitados ya que "la de matrimonio " me traía malos momentos. Algo que no tenía mucho sentido es que no he llegado a conocer todo la mansión ni los alrededores, solo he llega a pisar el jardín de delante, está casa tenía muchísimo terreno, y tenía casa no tan grandes como esta pero por lo que veía por la ventana vivían familias.

Estaba bajando por las escaleras ya arreglada con ropa cómoda, cuando veo a mi maravilloso esposo, no puedo evitar ser sarcástica.

- Donde vas muñeca- pregunto acercándose para tomarme de la mano y acercarme a él con un solo movimiento- mmmm me encanta tu olor mi amor- dice mientras pasaba sus suaves labios pr mi cuello.

-Iba hacia el jardín, quería un poco de aire libre- mientras sentía besitos por mi cuello y pequeñas mordidas.

- Mis niños- nos separamos al escuchar a Kostenka- oh no no, no se separen, están tan lindos juntos- dijo mirándonos con mucho amor.- Además quería preguntar que querían para comer, podría hacer un platillo griego para que Altea recuerde sus raíces.- Si por favor- dije con ganas de comer mi rica comida natal.

-No. Y no voy a comer aquí, vine por mi solo por mi traje para la gala de esta noche, y en esta casa siempre vamos a comer comida Rusa por que para eso vivimos en Rusia.- dijo con voz firme, yo me quedé quita, ya se me hacía raro que viniera así, tarde o temprano siempre saca su mal carácter.

- Mi niño...- Kostenka trataba de mediar- Kos- la interrumpí- Has aquella sopa que te hacía tu abuela cuando eras pequeña, la que me hiciste el otro día y comeremos en la mesa de fuera, hoy hacen muy bonito día y hay que aprovechar- dije sin mirarlo y saliendo por la puerta de el jardín. Esto es precioso, madre mía, parecía tonta, no conoce bien la cada donde vivía.

Estaba maravillada, estaba tan entretenida mirando mi alrededor, que apenas me fijé en el monto de personas que había de personal, con toda clase de uniformes, limpieza, jardinería y el que más abundaban eran los escoltas, parecía una cárcel

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Estaba maravillada, estaba tan entretenida mirando mi alrededor, que apenas me fijé en el monto de personas que había de personal, con toda clase de uniformes, limpieza, jardinería y el que más abundaban eran los escoltas, parecía una cárcel.

-Hola señora Areleous, se le ofrece algo?- pregunta la chica que está limpiando la mesa que había en la terraza- se preguntarán por qué no me llama señora Petrova ya que estoy casada con el señor Petrov, es por nada menos que el señor prohibio a TODOS llamarme con su apellido.

- No, solo estaba tomando aire y conociendo la casa, después de tanto tiempo casada, ya era hora- respondi con una sonrisa sincera.

- Jajaja, Señora es mejor tarde que nunca como decía mi abuela.- dijo con una sonrisa brillante y una mirada divertida- por cierto soy Fedora, una de las chicas que limpia este sector de la casa. Estoy a sus órdenes Señora Areleous.

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora