Capítulo 32

12.3K 552 17
                                    

VISITAS
ALTEA.

Estaba yo recostada después de haber amamantado a mis pequeñas, pensaba que dar leche del pecho al bebé sería más fácil, pero duele como no tenéis idea, mis bebes estaban durmiendo y muy tranquilitas, la más llorona era la más pequeña. Estaba esperando que pudiera ver a mi familia y amigos. En unos diez minutos venía Valentina para darme el alta de visitas.

No tardo mucho cuando entro Valentina con una hoja.

-Ya esta, ahora podrás recibir las visitas, y me han rogado para que los deje entrar a todos juntos.-dijo sonriendo - y el padre de las princesitas es el más ansioso, ha amenazado con demandar el hospital por no dejarle ver a su muñeca y a sus muñequitas, Nikolay es una verdadero dolor de culo, perdona por mis palabras- dijo sonriendo- en todo ese tiempo no se ha movido, todos se turnan para poder descansar, comer y acearse, a el por lo menos lo obligaron a eso sino- solto un carcajada.

-Nikolay puede ser a veces muy terco y cabezota- le dije sonrojada. Dios aún me llama así y no obstante a mis bebes.

-En un minuto pasarán todos, ya les he dicho que ninguno se puede quitar la mascarilla execto el padre de las bebes- me informo- No te lo habia dicho pero por seguridad de las bebes todos tendrán mascarillas vale, en cuanto salga de aquí entrarán- dijo sintiéndome, se depuedio moviéndo la mano y salió por la puerta.

Yo espere a que entraran, pero no me imaginé que trajera toda clase de regalos estaba muy contenta de tenerlos conmigo, el que todos estén aquí me emociona enormemente.

Cuando entro Nikolay traía en una de sus manos una preciosa rosa roja, con algunos pétalos caídos pero que le daban su encanto y la flor estaba encerrada en una preciosa cápsula como en La Bella y La Bestia y en la otra traía tres bolsas de rosa pálido decoradas con ositos rosas.

—Mi amor, estaba tan desesperado por que no me dejaba entrar aquí, juro que he envejecido por lo menos 10 años— dijo acercándose a mi y dejo todo encima de una mesilla que había serca y me abrazo, yo le respondí un poco tensa.

—Gracias a todos por venir, también gracias por traer todo eso, estoy muy feliz de veros— dije esperándome de Nik, lo vi mi rara hacia las cunas.

Lo cogí de la mano y lo llevé donde estaban nuestras tres princesas.

—¡Oh Dios mios— dijo emocionado— son tan pequeñas y tan perfectas.— sonrio mirando a nuestra familia y amigos— son unas auntenticas Mancini, muchas gracias mi amor gracias por todo— dijo mirándome tan fijamente pero tan emocionado.

—Ahora apártate que necesitamos acercarnos nosotros— dijo Geraldine. Su prometido que estaba serca le susurró algo y ella se tensó y se quedó callada.

—Cielo afuera está Kostenka y mis padres, solo que vamos por turnos— dijo una Anya muy emocionada— ¿puedo verlas?— pregunto.

—Claro que si, y Massimo tu también ven, mirar a vuestras nietas— dije sonriéndole, ellos dos no tardaron en acercarse.

—¡Madre mía que guapas y pequeñitas!— sonrio tan emocionada— mis primeras nietas, las voy a consentir tanto— dijo limpiándose las lágrimas con un pañuelo que le había pasado su marido— simplemente gracias, eres tan maravillosa cariño. Yo le sonreí y la abrace. Llego el turno del abuelo

— Pero bueno, quienes son estas preciosas bebes, mis pequeñas y hermosas nietas— dijo mirándolas— gracias Altea, gracias— dijo sonriéndome. Él tenía una apariencia de persona reservada pero en realidad con su familia no y en todo este tiempo me había apoyado muchísimo.

Después de un rato empezaron a venir mis amigos, los de Nik, mis bebes en mitad de un turno de visitas se habían despertado, los que tuvieron esa oportunidad no paraban de hacerles cosas con las manos y la cara para poder llamar la atención y así tomar fotos.

El otro turno de antes no las había visto despiertas, y como eran muchachos no podían repetir, llego un momento en el que estaba Vladik, y el primo de Nik con su mujer viéndolas cuándo la más pequeña de las tres había soltado un grito y en ese mismo tiempo nose a llorar, por que si algo no he dicho es que la más pequeña tenía un carácter y eran una llorona compulsiva. Nikolay iba a llamar a la enfermera pero no lo deje.

—Solo tiene hambre, aparte es la que más caracter tiene y si no se le da cuando ella grita se pone así— dije sonriéndo a mi bebé, las otras dos estaban entretenidas con Vlad y Héctor y Adele.

En ningún momento ellos puedieron sacarlas de las cunas ya que por el protocolo de la doctora y de Valentina ya que es peligroso para las bebes, pero dejaron que toda nuestra familia pasara para poder dejarlos descansar, habían venido todos, todos y con muchísimos regalos, no cabía ni uno más en la habitación.

—Chicos tengo que darle pecho a la gritona antes que me haga llorar a sus hermanas— dije pidiéndome en la cuna del medio.

—Bueno nosotros nos vamos y así les damos privacidad— dijo sonriéndome Adele— Me alegro de que se te haya cumplido tu deseo y por partida triple, son hermosas— dijo abrazándome y yo le devolví el abrazo — ahora solo te falta domar a la bestia— solte una pequeña carcajada. Y así nos fuimos despidiendo.

Yo cogí a mi pequeña gritona y le empecé a dar el pecho, es increíble ser madre. Estaba tan pensativa con mi bebé en brazos que un flash me saco de mi mundo.

—Os veis tan preciosas que te he tomado una foto, aunque ya la tengo grabada aquí— se señalo la cabeza.— son tan hermosas— dijo volviendo donde estaban mis otras dos bebes. Cuando lleguemos a casa te ayuda...— no lo deje terminar.

— Nikolay las cosas entre los dos seguirán como estaban, tu vivirás en tu ático con quien se te dé la gana y yo viviré en la mansión hasta que las niñas pueda viajar en avión y me iré a Grecia— dije firme, poniendo a mi bebé en la postura para sacarle los gases.

—Mira muñeca, se de que la he cagado y cagado y no pienso en que obtendré tu perdón tan fácil, pero ni yo me iré a mi ático ni tu a Grecia, mis muñequitas estarán a mi lado y igual que tú.— me dijo mirándome fijamente— y si te tengo que bajar la luna las estrellas o toda una galaxia lo haré, por que todo lo que yo haga por ti valdrá la pena. Ahora no hablemos de eso sino de otra cosa.

—Tus abuelos están fuera, tu padre también, ellos no se han despegado de aquí — me dijo hablándome con cautela— pero no van a entrar hasta que yo te diga lo que pasó ese día.

Lo mire, ahora que me lo decía si que me había dolido que no entraran mis abuelos y con mi padre pues ya estaba recuperando nuestra relación padre e hija y se me había echo raro que no estuviera aquí.

—Empecemos por el principio— me dijo soltando un suspiro.

—Hoy no, mañana. Ahora me llevarán a mi y a las bebes para revisarnos.– le dije mirando a la cuna donde estaban mis tres amores.

—Vale, pero espero que sepas que no me moveré de aquí y mis hijas no se van a ir a Grecia— su tono de voz era firme— y tu tampoco así que, piensa mejor lo que dices.— dijo acercándose a las cunas y empezó a darles besos a mis bebes. — No me voy a separar de vosotras mis muñequitas y de mama tampoco, seremos una feliz y bonita familia aunque mama aún no lo sepa— se paró recto y me miro fijamente.

— Mis hijas no va ir a ningún lugar— dijo acercándose a mi.— y si quieres guerra mi amor la tendremos— dijo agarandome de las cadera y acercando su cara a la mía— ni poniendo un continente de por medio se quitara lo que siento por ti y lo que tu sientes por mi, por que sabes que, nos amamos y las amamos a ellas.— dijo dándome un beso, yo no sabía ni que hacer el me apretó de las caderas y yo le abrí la boca y me beso con tanta pasión y paro de repente— eres y ellas son mi mundo, sin vosotras no quiero nada.

Se alejó de mi y se marchó.
_________——–––––__________—————_

Gracias por todo!!! Espero que les haya gustado hoy en la noche subiré o trataré de subir.

Gracias 💕💕💕

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora