capítulo 44

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Mi felicidad es mi familia
ALTEA.

1 Mes después.

-Amor, ya haz duchado a las bebes- pregunte mientras me vestía.

-Si, ya mis muñequitas están más que lista.- dijo con una sonrisa apareciendo por la puerta.

-Pues yo ya estoy lista mi amor, y las maletas están más que listas.

-Vale mi muñeca hermosa.

-Iremos a la casa de tu padre en Italia ¿no?- le pregunte a mi marido mientras cogía mi bolso- No mi amor, Alessandro dijo que todos nos quedaríamos en su casa. Pierre es el único que no ha estado muy de acuerdo por que no le gusta ser invitado de nadie, pero la arpía le armo un berrinche que el pobre no dijo nada más.

-Deja de decirle arpía Nikolay, sabes que si ya es cansina normal, ahora con el embarazo es peor. Y encima el pobre Pierre le toca aguantarse todo eso.

-Pobre de mi amigo, es una mala influencia, lo esta corrompiendo, lo he escuchado decir una que otra vez algún taco.- Nikolay también era insoportable cuando se lo proponía.

-Vámonos que sino, tu y tu drama Nik.

-Okey mi amor, pero...-Nikolay eras así muy insistente. Lo mire seriamente y se calló.- Voy a por mis bebes.- dijo mientras salía por la puerta.

2 horas después.

Habiamos llegado al aeropuerto, nos había traído Sergey, mis pequeñas iban muy calmadas y su padre lo mismo, cuando mi suegro me dijo que en vez de tener tres bebes había tenido cuatro hijos no lo habia entendido, pero cuando Nik se ponía insoportable parecía que tenía tres años.

Íbamos a abordar el Jet privado de mi suegro. El avión era de Color gris oscuro y en todo su lateral tenia en letra corsuba y dorada MANCINI. Era precioso en realidad, cuando abordamos el avión, todo estaba totalmente adaptado para nosotros, había todo tipo de cosas para las bebes.

Mis pequeños ángeles iban muy bien y se había portado excelente, normalmente cuando ven a su padre siempre quieren llamar su atención con balbuceos o haciendo muecas hermosas en sus preciosas caras o como hacía Nadya llorar para que el la cogiera en brazos.

Depues de tres horas y media ya estábamos en Italia, pensé que tardaríamos más pero no.

Nos bajamos con ayuda del personal y habían tres camionetas aparcadas más las del servicio de seguridad.

-Muñeca esas camionetas son para los demás, nosotros nos iremos en una y hay dos restantes para los que vengan.- dijo mirándome fijamente, ya sabia que le iba a preguntar.

-¿Los esperaremos? Es que no quiero tener a las bebes mucho tiempo aquí- dije refiriéndome al ajetreo que había.

-No mi amor, ahora acomodo a mis muñequitas en su sillita y nos vamos- dijo para después robarme en pequeño beso.

Eso era algo que me encantaba de mi marido, veía el maravilloso padre que era y en como se controlaba cuando no teníamos las mismas ideas, todos decían que tenían cierto poder con él. Siempre que discutíamos él trataba de controlar todo el temperamento que tenía y eso era algo realmente bueno, ya que es algo que el esta mejorando.

Con el resto de personas era Nikolay Mancini el hombre que no mostraba ningún tipo de sentimientos. La prensa también se mostró muy interesado en la forma que Nikolay era con sus bebés, y conmigo, también se preguntaron por que me había tenido oculta, algo que había visto era que Nik trató de volver a recordar el pasado y todo lo que habíamos vivido.

Una frases que le había dicho mi madre era: no puedes escribir un capítulo nuevo en tu vida, sino dejas de leer el anterior. Creo que fue bueno que se lo dijera, por que ahora mismo podíamos hablar de algunas cosas que pasaron y el no sentir la culpa de lo que fue, fue duro pero si de verdad estás arrepentido y pides perdón por lo que has echo, puedes obtener una segunda oportunidad, somos humanos y estamos más llenos de imperfecciones.

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora