Capítulo 15

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Bienvenida al resto de familia Petrov.
ALTEA.

Después de llorar un buen rato, me sentó muy mal que Nikolay me dijera eso de la comida, apenas como y cuando lo hago me humilla, por comida, si algo le sobra aparte del dinero es la comida. Las chicas fueron muy buenas me estaban consolando y lo mejor de todo es que decían cosas espantosas de Nikolay, eso me relajo.

-Cuñada, seguro que estás bien? - pregunto Svetlana con preocupación en su rostro.

- Si, estoy perfecta.- dije con una pequeña sonrisa, todas de forma extraña.

- Bueno...- acotó Gerald.

- Ya que estamos aquí  podriamos ver las cosas para la fiesta. Así te podemos ayudar.- dijo Irina. A pesar de ser rica y casi dueña de media Rusia, ella lo hace a última hora y ella diseño como quiere su fiesta, es única y sencilla, nada que ver con el desvergonzado de su hermano mayor. Estaba tan metidas en mis pensamientos que no me di cuenta cuando empezamos a caminar al rededor de la mansión.

-Y esa grandes puertas de madera.- pregunto mi amiga.

-Hay están las fieras favoritas de mi hermano.- dijo mi cuñada.

- Que tiene dóberman come personas o algo así- dijo mi amiga sonriendo.

- No, no, los dóberman estas allí, en esa caseta son cincos. Lo que hay allí- dijo señalando las enormes puertas  de madera- es una familia de leones.- Irina al parecer ya lo sabía. Mi amiga y yo no dábamos crédito, quien tiene leones como mascotas.

-Pero eso es ilegal no?- pregunte.

-No, cuando tienes dinero puedes hacer lo que se te dé la gana en esta vida.- dijo ella como si el dinero fuera la cosas más insignificante que hay. A mi no me interesa, pero el dinero te ayuda para muchas cosas, comida, casa y en muchos casos la salud, no era una persona pobre, mis abuelos y mi padre tienen dinero, pero no se comparan, ni con la mitad de la fortuna de Nikolay, estaba divagando en mis pensamientos.

-Podemos ver- pregunto la valiente de mi amiga.

-No, los únicos que pueden estar con ellos son Sergey, Nikolay y mi nana.- dijo Svetlana- si entramos lo más posible es que nos devoren, si llegásemos a entrar tendría que ser con uno de ellos tres.

Después de un rato de estar hablando empezamos ayudar a mi cuñada para la decoración, vinieron los que traían todo para la fiesta, habían un camino de globos, también había una letras enormes con su nombre, el sitio donde estaban ubicadas las mesas estaba lleno de luces, era precioso todo, faltaban los últimos retoques y el sitio donde sería la fiesta estaria más que listo. Yo estaba cansadisima, como si hubiese echo deporte todo el día, y aparte de eso empezaba a marearme.

-Altea, estas bien?- pregunto Irina preocupada, y las otras dos me miraron.

-Pequeña, estas muy pálida.- dijo mi amiga acercándose a mi.

-Cuñada creo que tendríamos que parar- dijo Svetlana preocupada.

-No se, me he mareado un poco...- no pude continuar por que todo se volvió oscuro.

Estaba tan agusto, sentía la calor y el olor de mi esposo, y la comodidad era inigualable, estaba abriendo los ojos lentamente, miré  I al rededor y es cuando me percato que estoy  casi encima de Nikolay.

-Por fin despiertas mi vida, sabes el susto que pasa cuando iba llendo hacia allí y te vi que te desbanecias en los brazos de Geraldine y Irina.- susurró

-No se que me paso, me sentí muy mal y de repente se nubló mi vista y nose que más paso.- susurro metiendo mi cabeza en su cuello.

-Muñequita te voy a llevar a ver al doctor, no lo llame por qué acaba de venir mi familia...familiar.- fuimos interrumpidos por unos toques en la puerta.- tengo que salir un momento, no quiero que te vean así.- se levantó y se vestio y salió. Yo no entiendo la manía que tiene este hombre con verme desnuda. Nose quien es pero se estaba tardando así que me fui a arreglar y sali, cuando salí me encontré con dos dioses griegos, por supuesto mi marido era mil veces más guapo pero no era ciega y tenía que decir que eran muy guapos.

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora