Capítulo 43

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Mi debilidad
NIKOLAY

Cuando la vi en el salón, era donde realmente quería estar, aunque la situación de mi amiga no me ayudaba ya que queria estar con ella y que ella estuviera bien. Irina era una persona muy importante para mi y aunque tenía un buen presentimiento que se despertará pronto; cuando lo haga su vida cambiará y lose. No quería decirle nada de esto a mi muñeca por que no quería preocuparla.

En el momento en el que Altea me dijo te amo no lo dude más y me vine a Rusia sin importar nada, quería estar con ella y con mis muñecas. Echaba de menos todo lo que conllevaba ser padre.

Cuando me dijo que estaba sus padre tuve que parar de golpe, no me molestaba que estuvieran en mi casa, para nada solo que no quería dar un espectáculo delante de ellos.

Después de eso, ellos estuvieron un poco más de tiempo hablamos de muchas cosas en tampoco tiempo y sobre todo hablamos de mis pequeñas, al parecer no era al único al que tenía enamorado.

Ya estábamos terminando de cambiarlas, mis pequeñas bebes querían estar con su padre, pero es que yo quería estar con ellas, así que Altea preparo la cama de la habitación de mis muñecas, una cama king; la había puesto hay por que sabia que la necesitaríamos.

-Me voy a poner cómoda, tumbalas en sus cunas, que luego llorarán Nik.- dijo caminado hacie la puerta de la salida.

-Vale muñeca pero deja que las tenga un poco más- dije mirando a mis bebes con ternura.

-Vale, ahora vuelvo.- en ese momento escuche la puerta cerrarse.

Yo mire a mi pequeña Calíope que era el nombre que había escogido mi suegra para mi pequeña del medio, significaba voz hermosa.

Stella, Calíope y Nadya mis tres grandes amores junto a su madre que me tenía loco.

Después de que la última de mis bebé se durmiera en mis brazos la tumbé y la arrope. Simplemente esto era vida y luz ver a mis hijas, a mis muñecas durmiendo, me llenaba de vida.

-¡Vaya!pero si esta el papi baboso que no quería hijas- dijo mi muñeca abrazándome por la espalda.

-Si pudiera devolver el tiempo, cambiaría más de una palabra mal dicha que dije y sobretodo de muchas acciones malas que hice- dije girandome para mirar a mi pequeña muñeca que estaba en una camiseta que apenas le cubría su precioso trasero.

-No lo dije...

-Se que no lo dijiste a mala, yo no lo digo por dañar este momento sino por que siento estas palabras y quiero que lo sepas. Tu y ellas son mi vida, jamás pensé que pasaría algo así como lo que siento por las cuatro.- dije abrazandola.

-Vamos a la cama mi amor- dijo mi muñeca tocándome la cara.

-Vamos muñeca hermosa-dije cogiéndola como una princesa y llevándola para la cama que estaba a poca distancia de las tres cunas.

****

2 Meses después.

-Mi amor puedes calmarte- le dije a mi pequeña que estaba exaltada.

-Calmarme, Nikolay hace ya casi cinco meses que no me tocas, he echo de todo pero...- cuando la vi llorar se me partió el alma, me acerqué a ella- Si no te atraigo es mejor decirlo ahora y no después...

-No vuelvas a decir tal tontería, eres el amor de mi vida, la mujer más atractiva antes mis ojos, jamás diría que creo en el amor a primera vista, pero contigo nose que me paso y por ese motivo tengo mis dudas, por que tu me enamoraste tanto físicamente como por el interior.

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora