Capítulo 11

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De mansión  a hotel.
NIKOLAY.

Estaba con un cabreo que no era normal, mi madre me había dicho que tenia que recapacitar por mi falta de tacto con Altea, era como si me hubiera castigado, es increíble, al parecer el único que la odia soy yo. Pensaba que encerrandome en mi despacho me despejaria, los negocios son algo muy importante en mi vida. Pero lleva más de una hora encerrado aquí intentando hacer algo pero nada, no puedo con esta agonía, que esta haciendo Altea. Salgo de mi despacho voy a buscar a la persona que me dirá que esta haciendo mi esposa.

-SERGEY, SERGEY- dije gritando para que viniera inmediatamente, todos los empleados que había por ahí me miraron con miedo.

-Nikolay que se te ofrece- dijo saliendo de donde estaba ubicado su despacho. - pensaba que te habías ido.

- Pues ya ves que no, donde y que esta haciendo mi mujer.- dije exigiendo, el tenia mucha paciencia conmigo, me quería por que siendo otra persona ya se hubiera ido y me hubiera dejado en la mierda que se convirtió mi vida el día que Wendy y Neizan murieron en manos de esa hija de puta.

-La señora Petrova, esta con su madre y los demás. Están un parque que queda a unos 40 minutos, el señor Vladik está con ellos. Los guardas espaldas de su mujer están con ellos. Parecen que estan teniendo un día muy agradable- dijo mirándome fijamente, yo me tense, no me gustaba saber que mi muñequita tenía hombres a su alrededor.

- Dile a los chicos que aliste las camionetas, vamos a salir- dije mirándole.

- Podría darle una tregua a esa chica, justo cuando acabe el año, me largo de aquí, no puedo seguir viendo en la bestia que te has convertido y lo mal que me siento todas las noches pensando en esa chiquilla, espero que todo salga como quieres y ella sea un monstruo por que sino no tienes perdon de dios y dejala que sea por lo  menos hoy feliz, y no dañarle el día. Las fotos que me han enviado se le ve a ella feliz, charlando con todos. Y sin más se giró y salió por la puerta de atrás.

Yo me quedé en mitad del pasillo y me dirijo hacia mí estudio, pintar me desestresa, aunque  más me desestresa follar a mi muñeca. Me fui al estudio, lleva más o menos al rededor de cuatro horas pintando, la había pintado desnuda y abierta de piernas, como la había encontrado aquel día que llegue de la gala. Estaba tan concentrado que no me di cuenta cuando llegaron, se escuchaba la casa llena. Sali de mi estudio y me dirigí al salón estaban todos, mi nana salió disparada para la  cocina y empezó a ordenas a las chicas de esa zona que hicieran la cena y que pusieran un plato más.

-Hola, parece que se divirtieron- acote con el seño fruncido. Todos me miran y la única que contesta es Irina.

- Sabes lo divertido que se llega ha estar sin mis Amargura.- dijo mientras venía a saludarme de un beso y un abrazo, cosa que no pasó desapercibida para Altea, yo aproveché para cogerla de la cintura y apretrarla hacia mi, Altea hizo un gesto de dolor.

- Nikolay, vendra mi mejor amiga y se quedar aquí unos días- dijo Altea y se fue hacia la cocina. Después la siguieron todos menos Irina.

-Yo me iré hoy, ya he estado una noche aquí y tampoco es que viviera en la otra punta de Rusia- dijo con media sonrisa.

- No tienes que irte, aunque pienses que te traje para molestar a Altea, no es así, me gusta que estés conmigo, me das calidez. - dije sonando su mejilla.

- Amigo, no hay peor ciego que el que no quiere ver, tienes el sol en tu casa y tu ni te das cuenta, solo te pido una cosa, no apagues la mirada de esa chica, cada vez que te mira pierde la luz de sus ojos.- dijo dándome una sonrisa tierna, estábamos muy juntos hasta que nos interrumpió Altea.

- Lo siento por interrumpir, pero es que ya viene Geraldine. - dijo mirándonos fijamente mientras sus ojos se cristalizanban.

-No, tranquila no interrumpes nada, a demas esta es tu casa.- dijo Irina separándose un poco y dedicándole una sonrisa a mi muñequita, ella simplemente nos miró seria. Iba a decir algo pero fue interrumpida por una voz irritante.

-Bonjour- dijo como tal diva, era muy guapa, pero no se comparaba con la belleza de Altea. Altea se abalanzó sobre ella y luego salieron todos los de la cocina después de tal jaleo. Corban las vio y no perdió oportunidad de abrazarla. Eso es algo que me molestó mucho.

- Dios por fin te veo, Aunque que descortés por mi parte- dijo mirando a todo despues de salid del a abrazo. Empezo a saludar  todos muy formal y cuando llego a Irina y ami nos saludó muy secamente, Irina que también es todo amor, le devolvió  el saludo muy borde. Algo pasa aquí. Nos sentamos con la nueva invitada y aunque era muy agradable con todos menos con Irina y yo.

- Bueno me voy hacer algunas cosas, encantado de conocerte Geraldine.- dije y me fui hacia mi estudio, estaba por lo menos alrededor de media hora y escuche unos toques en la puerta. Vaya sorpresa era la amiga de mi preciosa muñequita.

-Geraldine?- pregunte desconcertado, me esperaba a cualquier persona menos a ella.

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Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora