Acepte casarme con el hombre que tengo a mí lado. Este matrimonio me llenado de oscuridad mi vida saber que me enamorado de la persona incorrecta sabiendo que nunca abra un sentimiento mutuo hacia mí persona.
-que haces con ese pijama, como te he di...
Estabamos todos en el mismo parque, mi cuñada nos hizo vivir un momento muy cómico a la única que no le causaba ninguna gracia era ella.
-Soy Vladik encantado.- dijo presentadonse con nosotros, Irina parecía ya conocerle, se presentó con todos muy formal y educado.- Lo siento mucho Señorita Petrova, es que para Minny fue inevitable saludarla de esa manera.- acoto con una linda sonrisa mirando a mi cuñada.
-Tranquilo, pero no es gracioso que te tiren al suelo y más desprevenida- dijo mirando al resto que teniamos una sonrisa en la boca. - Bueno hay que seguir caminando si queremos llegar a ese restaurante griego.- dijo mi Svetlana sin percatarse de la mirada que le daba Vladik.- Bueno fue un placer Señor Vladik, nos tenemos que ir- dijo un poco borde.
-Vladik, perdona a mi hija, al parecer mis hijos no están de buen humor- dijo mi Anya mirándola seria, y fue más cortés con Vladik.- Si quieres acompañarnos, vamos a dar otra vuelta y tambien iremos a comer comida griega ya que mi preciosa nuera quiere comer su comida natal- dijo soriendole al hombre guapo.
- Ohh, no, no quiero molestar- dijo mirando a Svetlana. La aludida no miraba al hombre, es como si huyera de el.
- Puedes acompañarnos si quieres dije quitando la tensión que se había formado, entre vladik y Svetlana. Al parecer era la única que lo notaba.
Seguimos caminando. Todos iban caminando relajados y en comodidad, Ahora Svetlana iba hablando con Irina y mi amigo, y Kostenka, Anya y Vladik hablaban de nose que cosas, yo iba encantada con todo lo que veía, parecía mentira que hace mese viviera aquí, no sabía lo maravilloso que sería Rusia, estaba tan entretenida que no supe cuando alguien se puso a mi lado.
-Pareces que no hubieras visto nunca un parque de Rusia, todos son iguales- acotó con una sonrisa.
- Uno nunca termina de maravillarse, me encanta la naturaleza, y es lo único que no veo últimamente. -dije devolviéndole la sonrisa. Estábamos llevando una charla amena y trivial, pero su mirada siempre se desviaba hacia la misma persona, Svetlana.
- Creo que no es correcto como la miras, no tiene la mayoría de edad.- dije llamando su atención.
-Tan obvio soy? - pregunto apenado. Yo suelto una carcajada llamando la atención de los demás, todos me miran y sonríen, supongo que se alegran que me ria después de los malos recuerdos.
-La miras con tanta adoración, madre mía, estas hablando conmigo pero tus ojos no se despegan de su espalda.- dije sonriendo y mirándole.
- Supongo que si, pero nadie más lo a notado.- Dijo suspirando.
- Supongo que tendrás unos 28 o cerca, no es correcto ella apenas en unos días cumple solo 16 años, no soy nadie para decirte nada, pero hay mucha diferencia. - le mire, el me miró fijo.
- Vaya que observadora eres, yo pensando que no se me vería tan obvio, y encima eres tan buena que me quitas edad, tengo 33 años, se que no es correcto, ella me lo dejo muy claro, que no le gustan los abuelos - dijo con una mueca. Yo no pude aguantar las carcajadas, dios mío abuelo este dios griego, mi pequeña cuñada si que es mala. En ese momentos todos nos miraron, pero la mirada más penetrante era la de Svetlana. Yo le sonreí para que dejara tanta tensión.
Caminamos al rededor de unas dos horas, unas veces hablaba con mi cuñada o mi suegra, o sino con Kostenka o Irina, o mi amigo boca suelta. Pero estaba pasando una tarde muy agradable, Vladik se había ido a su casa a dejar a sus perros y nos encontraríamos en el restaurante, Svetlana era la que más había echo gestos de desagrado, el estaba incómodo pero al final aceptó.
Estabamso entrando al restaurante, era increíble toda la temática era tipo de Grecia, increíble, hoy estaba siendo un día muy bueno. La comida era excelente, a todos nos había encantado, Vladik era muy agradable, le aconsejé que dejara un poco a mi cuñada, ya que ella estaba actuando extraño. El hizo caso y empezó hablar con todos, Irina y el se conocían de la empresa de Nikolay, estaba hablando algunas cosas de los casinos, todos tenían lujos y eran enormes, tenía más de 100 casinos al rededor del mundo.
- Ahora también quiere hacer uno en Grecia.- dijo Irina- Va ser una pasada, va ser como dos campos de fútbol. Increíble.
-Si, el señor Areleous se pone en contacto a menudo- dijo Vladik, mi amigo y yo nos miramos, mi padre desde que me fui de su casa nunca se había preocupado por mi. Y a mi esposo lo llama a menudo y Nikolay no me lo dice, es más creo que no le importa, si me pasara algo malo no le importaría, no le importo que Adara me hiera. Estaba pensando en todo lo que había pasado a lo largo de mi vida. Hasta que mi suegra me dijo.
- Cariño, el Señor Areleous que nombra Vladik es algún pariente tuyo- dijo directamente a mi.
-Si es mi padre. No sabía que quería hacer negocios con Nikolay. - dije en tono neutro. Kostenka iba a decir algo pero el sonido del movil de mi amigo nos interrumpió.
- Lo siento es Geraldine- dijo contestando el movil, Irina se revolvió e su asiento, parece incómoda.
- Si cariño, estoy en Rusia desde ayer, si en casa de la pequeña bailarina, estamos reunidos con la familia de su esposo, si, en un restaurante. - dijo mi amigo hablando por el movil.- ya casi nos vamos, nos falta el postre y el café, así, desde cuando, yo tengo que buscar hotel, pues vamos al mismo, si, yo también te amo, hasta luego cariño.- dijo cortando la llamada. Todos estábamos expectantes.
- Dice que acaba de llegar a Rusia, te queríamos dar esa sorpresa pero no se pudo.- dijo sin más. Buscaremos un hotel y así nos hospedamos allí.
- No, no, no, podéis quedaros en la casa de Altea y Nikolay, ella estará más que feliz, y su marido estará igual ya que la felicidad del Altea es lo mas importante.- dijo mi suegra. Sin saber que la infelicidad mía era la mejor alegría de sus ojos, podía ver que hacía todo lo posible por que llorara.
- Tiene razón Anya, yo estaría súper feliz de estar juntos los tres, por Nikolay no te preocupes. - dije, pero tenía miedo de como iba a reaccionar una vez estemos solos.
- A demas el cumpleaños de Svetlana será en 3 días, y me encantaría y estuvieras presente, y Vladik tu también.- Dijo invitándolo, Svetlana miró a su madre con la misma mirada que me miraba Nikolay a mi cuando estaba enojado, eran muy intimidantes.
- Nose si Svetlana quiera que vaya.- dijo mirandola- sabes nome incomodara por que estarán mis amigos que son gente de mi edad y estaré divirtiéndome. - dijo sarcástica, su madre la miró seria, estaba siendo muy descortés con Vladik.
- Pues si no le molesta a la señorita Petrova, iré por usted señora Petrova, a demas quiero volver hablar contigo Altea- la ignoro y me dijo ami- Eres muy agradable, no había podido conocerte, ya que no te gustan las galas o cosas así, pero me encantó verte, me tengo que ir, esta vez invito yo, gracias a todos. Señor- dijo dándole la mano a mi amigo. - y señoras dijo refiriéndose a Kostenka, Anya y a mi.- dándonos un beso de despedida- Irina un gusto verte, ya nos veremos por la empresa. - dijo mirando a Irina, la última fue Svetlana, a ella solo le dedicó un adios.
No pasó desapercibido eso, como ami lo que dijo, a mi si me gustaba ir a galas y me encantaria una donde pueda ir con Nikolay, pero el solo pensaba dejarme como la que no asistía. La que no quería nada con el cuando era al contrario. Disfrutaré estos días y después que venga lo que tenga que venir.
