Capítulo 39

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Mi muñeca y mis muñequitas

Había llegado a la empresa rápido, quería salir lo más rapido posible por que hoy quería ver si o si a mis pequeñas, tenía que aclarar la situación con mi muñeca no aguanto estar más tiempo lejos de ellas.

Llegue a la empresa, hoy tenía una reunión para aclarar algunas cosas irregulares que hay en mis otras compañías en las cuales los socios más importantes que tenia no tenían algunas cosas claras.

Llegue a la planta donde estaba mi oficina y vi a Paulina tecleando en su ordenador.

-Buenos días Paulina, prepara la sala de reuniones, necesito terminar hoy pronto.- y entre sin esperar contestación a mi oficina, estando aquí, cogí los papeles donde tenía las cosas pendientes para aclarar.

Estaba organizado los papeles que le dejaré a paula para que organice y así poderme ir después a por mis bebes.

Siempre llego antes, tenía un gran defecto y era mi manía por la puntualidad y tener el control, llegue me sitúe me senté, mire el reloj aún faltaba cinco minutos, estaba impaciente quería terminar para poder marcharme rápido. Escuche el sonido de la puerta cuando vi pasar a Alessandro y Pierre.

-Hermano ¿como estas?-pregunto Pierre acercándose a mi dándome un abrazo.

-Bien,¿como está mi francés favorito?- pregunte después de devolverle el abrazo.

-Uih, así no dices cuando me ves, siempre eres frío- dijo el idiota de Alesaandro- nunca dices ¿donde está mi italiano favorito?, a mi nunca me dice...

-¡Bueno ya!- Alesaandro cuando se ponía intenso, no había quien lo pare.

-El italiano de los cojones siempre queriendo llamar la atención- Pierre le pego el hombro- El no te dice eso por que estas siempre pegado del culo del ruso y ya te tiene muy visto- dijo mientras que Alessandro le devolvía el puño.

- ¡Bueno ya!, compórtense que vendrán mi padre y los otros cuatro socios más y hay que dar buena imagen.- le dije rodando los ojos, estos dos tenían edad mental de niños de tres a cuatro años.

Justo en ese momento llamaron a la puerta, era Paulina anunciando a los socios.

-Sr ya están aquí.- dijo ella abriendo la puerta a todos. Ellos se acercaron a mi sitio, yo me levanté para saludarlos, había buen rollo entre nosotros, ya que era los únicos socios que tenía en todas las empresas que tenía y los hacía más cercanos.

-Buenos días, bueno empezemos- dije mirando las hojas con los puntos que tenia que aclarar.

-No hijo, faltan dos personas más- dijo mi padre mirándome fijamente.

-¿Viene Irina? Ella tiene la baja, no seria legal que ella viniera, aparte la bebé no puede viajar aún...

-Tranquilo, Irina está muy bien, son otras personas las que vienen- tocaron la puerta, al ser el dueño de la empresa y no saber quién viene era desconcertante, estaba procesando la información para no armar un lío, ante todo quería tener la compostura, no quería dar mala imagen.

-¡Pase!-dije para que pasaran las dos personas que vendrían, se abrió la puerta y por ella entró el idiota de Vladik, firme, yo me paré en este instante de mi sitio y lo encare.

-¡Que hace este imbecil aquí en mi empresa!- dije aún con un poco de compostura.

-Buenos días Nikolay, buenos dias a todos- dijo el muy idiota.

-Nikolay tranquilízate, no armes un show, déjalo a ver a que ha venido.- estos hijos de puta sabia que venía él, ya que se tiene que avisar quienes estarán en la reunió.

Casada Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora