Despertar.

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- Mamá.- Yibo masajeo su entrecejo mientras dejaba escapar un pesado suspiro.- No es para tanto.

- ¿No es para tanto?.- La señora Wang gritó.- Creímos haberte dicho que solo te enfocaras en tus estudios pero no nos prestaste atención y encontraste un empleo.

- Mamá no soy niño soy autosuficiente además...

- ¿Además que?

- Quiero trabajar duro para tener un futuro tranquilo junto a Zhan, quiero demostrarle que puedo cuidar de el y darle lo que merece.

- Aunque esté molesta debo decir que me siento orgullosa al escucharte decir eso.- Suspiró.- Está bien, déjame persuadir a tu papá para que ya no esté enojado.

- Gracias mamá.- Yibo sonrió con suavidad.- ¿También podrías decirle que ya no es necesario enviarme dinero?

- ¡Nada de eso!.- La señora Wang levantó la voz.- Tu salario lo puedes guardar como un ahorro a futuro, nosotros seguiremos enviándote dinero no es como si no pudiéramos hacerlo.

- Mamá...

- ¡Suficiente! Ahora debo irme, dales mis saludos a Zhan y un abrazo dile que lo esperamos para navidad.

- Esta bien ma...- Yibo sonrió con la mirada baja.

- Cuídense mucho y abríguense bien la semana próxima les enviare algunos bocadillos.

- Te amo ma.

- Yo también te amo Bao Bao.

Wang Yibo cortó la llamada y se quedó de pie frente a la gran ventana francesa que le brindaba una vista a toda la vegetación que rodeaba aquel lugar, los brillos del sol golpeaban con el cristal emitiendo un destello que le impedía mantener los ojos bien abiertos.

Su expresión era cansada, debajo de sus ojos pequeñas bolsas oscuras empezaban a formarse desde hace dos noches Wang Yibo no puede conciliar su sueño ya que se ha quedado en vela junto a la cama sosteniendo la mano de Zhan esperando a que este abriera los ojos.

Xiao Zhan ha dormido durante dos días y dos noche, aunque su postura y su expresión es pacifica Yibo siente una inquietud en su corazón, el emperador le dijo que era normal, que solo era cuestión de dejar que su cuerpo se recuperara despacio y que a medida que su cuerpo recobraba vitalidad Zhan abriría sus ojos, había sido lastimado con una espada celestial la cual era tan potente como para quitarle la vida a una deidad, el emperador había utilizado mucho de su poder espiritual para restaurar las heridas de su hijo las cuales habían sido riesgosas y complicadas, ahora solo quedaba esperar.

Yibo se quedó a su lado cada día y cada noche cuidando de el, sosteniendo su mano para que no se llegase a sentir solo en aquella oscuridad, siempre hablándole dulce mente y delineando con suavidad sus delicadas cejas, no quería apartarse de allí hasta no volver a ver aquellos oscuros ojos que lo veían con tanto amor.

- Deberías de ir a descansar.- Yiren palmeó el hombro de Yibo.- Yo puedo cuidar de el.

- No quiero que despierte asustado al no verme.- Yibo movió su mano y peinó el pelo de Zhan.

- Pero tampoco creo que sea bueno que despierte y vea la cara de zombi que tienes.- Bromeó.- Mejor ve a descansar y come algo tu hermano está en la estancia y está preocupado por ti.

- No.- Yibo frotó sus ojos.- Estoy bien.

- ¡Idiota! Estas agotado, se te nota ¿Quieres enfermar?

- Es que Zhan...- Yibo apretó la mano de Zhan.

- No tienes que irte a ningún lado.- Yiren suspiró.- Solo duerme a su lado.

Demonic Love "Mas allá de lo celestial" (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora