- ¡Príncipe! ¡Príncipe espere! No corra.
- ¡Tu!..- Lo tomo del brazo y lo acerco.- Te he dicho en varias ocasiones que dejes de llamarme príncipe cuando estemos aquí.
- Lo siento...Zhan...- Chasqueo la lengua.- Es que para mi es difícil llamarlo por su nombre.
- Pues acostúmbrate.- Zhan empezó a caminar.- Aquí en el mundo mortal no tienes permitido llámame por mi titulo, si mi padre se entera que uno de sus príncipes esta en el mundo mortal, en especial yo podría ser desastroso.
- Entonces...¿No es mejor evitar venir aquí?
- Solo hay que ser cuidadosos.- Zhan sonrió.- Le prometí a mi madre que no dejaría que me descubrieran, por eso te traigo conmigo eres la persona en quien mas confió.
- Estoy muy agradecido con eso...- El joven sonrió.- Se que usted no sabe lo que se siente pero yo lo aprecio mucho, usted ha cuidado de mi y eso ha hecho que lo quiera como a un hermano.
- Estoy muy agradecido por ello.- Sonrió.- Pueda que me sea imposible desarrollar sentimientos por personas ajenas a mi familia pero se reconocer los buenos actos y se muy bien que ante ellos hay que mostrar gratuita.- Palmeo su hombro.- Créeme, si pudiera desarrollar sentimiento hacia ti estoy bastante seguro que serian similares a los que tienes hacia mi.
- Lo se...- Sonrió.
- Vamos, me gustaría comer un poco de fideo.
Vestido con ropas sencillas el joven príncipe caminaba por las calles de la vieja ciudad, observando todo a su paso, deteniéndose en los puestos de comidas golosinas e incluso los vinos, las personas le sonreían y saludaban con entusiasmo, ya estaban acostumbrado al enérgico y misterioso joven maestro el cual provenía de quien sabe donde pero que era muy amigable y dulce.
El príncipe Zhan amaba pasear por el mundo mortal, le encantaba perder el tiempo vagando por todos los lugares, observando a los niños jugar, detenerse ante un llamativo show de teatro o simplemente sentado en la naturaleza aspirando la brisa la cual desprendía un ligero aroma a pasto mojado y a tierra.
Aquel lugar no se podía comparar en nada al reino celestial y a sus maravillas, aun así el lo amaba porque a pesar de todo una parte de el pertenecía a aquel mundo, estaba a punto de ascender como a un inmortal, dentro de poco dejaría atrás esa parte humana con la cual había vivido desde su nacimiento, a pesar de ello el tenia muy claro que no importaba en que tipo de inmortal se convertiría, nunca abandonaría aquel mundo.
- ¿Dónde esta el 13avo príncipe?
- Esta visitando a su tercer hermano.- La Emperatriz peinaba el pelo del Emperador.
- Es bueno que pase tiempo con sus hermanos.- Suspiro.
- ¿Qué sucede?
- Se que lo estoy sobreprotegiendo hasta el punto de tenerlo controlado pero...- Bajo la mirada.- No quiero que se lastime.
- Lo se muy bien...- La Emperatriz apoyo su mentón en el hombro de su esposo.- Nunca querrás el mal para ninguno de nuestros hijos.
- Siempre te lo digo pero...- Tomo su mano.- Gracias por amar a nuestros hijos como lo haces, a pesar de ellos tener a sus madres a ti también te ven como su madre y te aman por igual.
- Tus hijos siempre serán mis hijos...- Se aferro a su espalda.
- Emperatriz....
- ¿Si?
- ¿Por que nunca me culpaste por lo que sucedió con la madre de A-Zhan? Tu y yo estábamos casados.
- ¿Acaso podía yo hacerlo?.- Sonrió con suavidad.- Nuestro matrimonio fue por compromiso, desde un principio supe que entraría a una unión en donde el amor estaba en segundo plano, como Emperatriz debía mantener mi posición sin objetar.
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Demonic Love "Mas allá de lo celestial" (Finalizada)
Fanfiction- Se supone que no puedo amar, que carezco de algún tipo de sentimientos el cual me permita desarrollar amor. - ¿Es en serio? - Dije se supone...- El príncipe sonrió pícaramente.- ¿Acaso lo he dado por hecho? - ¿Entonces si puedes desarrollar amor h...