Demonic Love "Mas allá de lo celestial" (Finalizada)

Historia de un príncipe celestial que se......¿Embarazó?

- En verdad me alegra tenerte aquí.

- Pues acostúmbrate porque vendré seguido.- Yiren observó a su alrededor.- ¿Dónde está Yibo?

- Está ayudando a nuestro padre con algunos asuntos.

- Aún no puedo creer que se haya convertido en uno de los ayudantes de nuestro padre.

- El quería retribuirle a nuestro padre por lo que había hecho con su castigo.

- ¿Y que tal?.- Yiren le sonrió.- ¿Cómo va la vida?

- Lo resumiré en una sola palabra.- Zhan suspiró mientras sonreía.- Feliz...

- Eso me alegra...

- ¿Y tu?.- Zhan arqueo una ceja.- ¿Cómo va tu vida siendo la emperatriz demoniaca?.- Zhan bromeó.

- Muy gracioso.- Yiren hizo una mueca.- Para ser sinceros no era lo que imaginaba, pensé que habría una gran revuelo una vez que yo llegara al reino demoniaco, estaba preparado a recibir odio de los súbditos y sobre todo rechazo, en verdad no me importaba solo quería estar junto a A-Shun, pero sorprendentemente el recibimiento fue muy positivo.

- Imagino que mi cuñado les advirtió antes de tu llegada.

- De hecho para el mundo demoniaco fue algo positivo saber que el primer hijo del emperador celestial se convertiría en la pareja del emperador del emperador demonio, vieron esto como una posible tregua entre los reinos.

- Al final todo resultó bien.- Zhan sonrió.- Entonces puedo estar tranquilo porque sé que eres feliz.

- Lo soy...- Yiren tomó de su té.

- Alteza...- Un joven se acercaba cargando algunos paquetes.- Emperatriz...- Le sonrió a Yiren.

- Mejor ahórrate los saludos.- Yiren hizo una mueca.

- Lo siento...- El joven trató de contener su risa.

- ¿Qué te trae por aquí?.- Zhan le sonrió al joven.

- Vine en nombre del príncipe heredero Shuo, el ha enviado algunos obsequios para usted, entre ellos están algunos trajes, un juego de espada con mango de jade y algunas frutas exclusivas del reino de las hadas.

- Por lo visto nuestro hermano te sigue consintiendo.- Yiren sonrió.

- Ustedes hermanos mayores aún piensan que soy un niño.- Zhan rodó los ojos.

- Ante nuestros ojos lo eres.- Yiren revoloteo el pelo de Zhan.

- Puedes colocarlos por ahí.- Zhan apuntó hacia la estancia.- Muchas gracias por haber venido y por favor agradece a mi hermano, dile que iré pronto a visitarlo.

- Entonces me despido...- El joven observó a Yiren y dibujó una sonrisa traviesa.- Fue un gusto verla emperatriz.

- ¡Tu!..- Yiren le lanzó la taza de té pero ya el joven se había desvanecido en el aire.- Ese mocoso.

- No entiendo porque te ofendes.- Zhan se encogió de hombros, después de todo si eres la emperatriz.

- Si continuas con lo mismo me marcharé.- Yiren lo apuntó.

- Esta bien...está bien.- Zhan se carcajeaba.- Ya no te enojes.

Los hermanos continuaron con su platica hasta que el atardecer llegó, Yiren solía visitar a menudo a su pequeño hermano en aquel solitario y tranquilo lugar, se pasaban horas y horas platicando o simplemente dando paseos, desde su muy cercana relación en el mundo mortal al mayor le encantaba pasar tiempo con el menor aunque habían algunas ocasiones donde se arrepentía de ir en su búsqueda.