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-No.

-Solo unos segundos-rogó, tratando de desvestir a Seungmin. Hyunjin ya le había sacado el abrigo y el corbatín de la camisa.

-No soy un perro-se negó, empujando con rudeza las manos de Hyunjin de su cuello, ahora quería abrir los botones de la camisa.

-Pero eres mi cachorrito, debes obedecer-Hyunjin encarnó las cejas, rodeando a Seungmin con sus piernas. Había sido buena idea tirarlo a la cama para obligarlo a ponerse el regalo, sin duda. Seungmin se removió, respirando agitado-Seungmin, eres mío.

-¡Pero eso no significa que tenga que ponerme un maldito collar de perro!-gritó, decirlo en voz alta era más vergonzoso que en su mente. Hyunjin le atajó la manos, dejándolo sin posibilidad de huir.

-Cachorrito, es un regalo.

-¡No me importa, y no me gusta tu regalo!-hace media hora estaba emocionado de que Hyunjin le hubiera comprado un regalo, pensó en un pastel, helado, en un libro o en cualquier chuchería, menos un collar, un collar de perro. Era negro y tenía bonitos detalles con colores, además de pequeñas perlas en la hebilla. Era lindo, pero para un perro.

-Iremos a dar un paseo, y no puedo llevar a mi cachorrito al parque sin correa ¿Qué pasa si te pierdes?-Hyunjin sonrió divertido, saboreando la victoria en sus labios. Seungmin volteó la cabeza dócil, odiaba cuando lo manipulaba con esos ojitos. Olió el aroma de Hyunjin en las almohadas, la habitación estaba perfectamente ordenada, bueno, no es haya visto algo más porque al pisar el primer paso en el cuarto Hyunjin lo arrinconó contra el colchón.

Suena mal. Muy mal. Se ruborizó.

-¿Eso es un sí?

-¿Dejarás de molestarme si lo uso solo por un ratito?-preguntó rendido, Hyunjin abrió la piernas, extendiéndose más cerca de Seungmin.

-Un ratito-confirmó, esperando expectante el consentimiento de Seungmin. Hyunjin lo soltó cuando el menor asintió, levantándose de la cama y corriendo a recoger el collar del suelo. Seungmin en su defensa, lo había lanzado sin intención de soltar un par de perlas de la correa. Se sentó en la cama adolorido, Hyunjin era pesado, en especial le dejó marca en las muñecas. Se tocó las rojas mejillas preocupado, debía verse indecente con todo el cabello desordenado y la camisa sin abotonar.

Hyunjin apareció por la puerta, radiante, como si nunca se hubiera enfermado. Cargaba el collar emocionado, igual que un niño con nuevo juguete. Seungmin lo observó entrar, deteniéndose al verle. Hyunjin miró a otro lado, incómodo.

-¿Qué pasa?-Seungmin se recargó nervioso en la orilla de la cama, no sabía si acercarse o dejar que Hyunjin le pusiera el collar.

-Nada-Seungmin se quedó callado sin creerle. Decidió que era mejor levantarse, sinceramente veía como un peligro tener la cama cerca, a Hyunjin también pareció cruzarle una idea parecida, un leve sonrojo lo delató. El menor se arregló la ropa con la vista borrosa, era malo imaginar que se daban un beso ahí. Le dolía la cabeza. Seungmin chocó contra la pared perdiendo el equilibrio, Hyunjin saltó de un extremo de la habitación a otro, nervioso.

-¿Acaso estás...asustado?-Seungmin no perdió la oportunidad de restregárselo en la cara. Sonrió dichoso, viendo como Hyunjin del otro lado sostenía el accesorio, fingiendo ponerle una placa.

-¿De qué estaría asustado?

-Dime tú-Seungmin se acercó a buscar el collar, por lo menos ahora se lo pondría él y sino le gustaba como se veía se lo sacaría. Hyunjin apretó el cuero en sus dedos-Suéltalo-pidió sin entender. Hyunjin se mordió el labio, dejando ver lo macabro de su plan.

𝐦𝐨𝐧𝐠 𝐦𝐨𝐧𝐠 𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora