Hashirama tomo mi cuerpo colocandolo detras de el, algunos guerreros Senju estaban dispuestos a detener a Madara pero Hashiraba los detuvo junto a su hermano Tobirama quien, con molestia miraba a Madara.
Nana estaba feliz mientras pronunciaba un "ahora ella es feliz" mientras se la llevaban lejos de aqui.
Madara seguia frente a nosotro, los pocos invitados se habian apartado del peligro por si una pelea se iniciaba mientras que yo solo permanecia detras de Hashirama, queria ir hacia Madara y saltar a sus brazos pidiendo que nos largaramos de este lugar.
— Madara Uchiha, ¿Por qué has venido a la boda de mi hermano?
— Me resulta descortes no haber recivido una invitación a la boda del Hokage — Madara camino hacia un lugar desocupado, su mirada viajo a mi y una sonrisa se asomo por sus labios, yo me oculte detras de Hashirama en busca de borrar mi nervisismo — Sigo diciendo que te vez mejor con tu cabello suelto, te hace ver más hermosa y resalta su gran caracter. Hashirama, amigo mio, esa mujer que tienes detras tuyo es MIA, su cuerpo y alma me pertenecen
— No digas alguna idiotez Madara, (T/n) jamás se acercaria a ti
— Tobirama, no es necesario las ofensas, (T/n) Uzumaki es MI mujer, ¿No es asi?
— Tobirama, quiero que todos se retiren
Hashirama tomo mi mano con gentilesa para pasarme al frente de el, Tobirama se retiro junto a los demás Senju dejandome sola com Hashirama y Madara, ambos hombres se miraban entre si con la diferencia en que Hashirama se veia un poco cabreado por la situación y Madara se veia burlon y seguro de sus palabras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
➢ — ¡Madara regresa aqui! Hombre, eres todo un idiota
Maldije al aire mirando como Madara se detenia más adelante de mi, bufe y levante mi kimono para correr hacia donde estaba el para lanzarme a su espalda y ser sostenida por sus fuertes brazos.
— Ahora si, podemos seguir
— Eres muy lenta
— Este maldito Kimono es muy pesado para correr, al parecer lo diseñaron para personas que solo deben de estar quietas
— Debemos de quitarte ese kimono
Madara me acomodo en su espalda para comensar a correr, yo me aferre a su cuello para evitar caer, el aire golpeteaba mi rostro mientras yo cerraba mis ojos para evitar pescar un animal pequeño o un poco de tierra.