Capítulo 29

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Pov's Daniel

Simplemente no puedo creerlo, es que no recuerdo que mi familia haya viajado a Nueva York y mucho menos que conozcamos a alguien de ahí.

Hay algo aquí que no me cuadra, todo esto es muy raro si me lo preguntan.

Ya eran las 9 de la mañana y casi no he dormido pensando en eso, todo es muy raro.

Ahora me encuentro en el comedor junto a mi novio esperando el desayuno de ambos.

—¿Sigues pensando en eso?—

—Si, todo es muy raro, todavía no creo que sea en Nueva York, no recuerdo que mi familia haya viajado para allá—

—Daniel, tu padre a tenido miles de conciertos y giras, ¿De casualidad no recuerdas que él haya viajado allá en alguna gira mundial?—

—No recuerdo,by es que si me dijeran que los mensajes fueron enviados desde Argentina, me lp creería; incluso si me dijiera que son enviados desde Brasil, también me lo creería, ¿Pero Nueva York?—

—Bueno, deberías preguntar, capaz y si viajo pero eras muy chiquito y no recuerdas—

—Capaz y tengas razón—

Luego llegó Alexandra con una bandeja en mano, en la que traía el desayuno para cada uno.

—Ya me aprendí el gusto de cada uno, aquí sus ricos y nutritivos desayunos—

Ambos reímos por el comentario, y agradecimos.

[---]

Después del desayuno nos fuimos a bañar  (individualmente, claro, no sean puerks)

Ahora estamos afuera en el jardín, sentados en unas sillas.

—¿Si llegará a resultar que si conocen a alguien de Nueva York, serias capaz viajar a escondidas de tus padres?—

—Estaría arriesgandome mucho, pero por mi familia soy capaz de cualquier cosa—



Pov's Sebastián

Eso algo que siempre he admirado de Daniel, la forma es la que protege a.sus seres.queridos.

En la primaria había un grupo de niños que vivían haciéndome Bullying, recuerdo las veces me encerraba en los baños de la escuela para llorar sin que nadie viera; algunas veces llegaba a mi casas y me encerraba en mi cuarto todo el día. Hubo un momento en el que llegué a cortarme, no es algo de lo que me sienta orgulloso, y lo recuerdo cada rato que veo las cicatrices que quedaron en algunas partes de mi cuerpo.

Nadie sabía de mis cortadas ni se las veces que me quedé dormido mientras las lágrimas resbalaban por mis mejillas, de las veces que deseé con fuerzas morir.

Pero mi mejor amigo, el único que he tenido; recuerdo el día que Daniel se dio cuenta de todo.

Cursabamos el último año de primaria, ese día nuestra preparó una semana de recreación a Cancún, una semana en la que todos los de último de primaria junto con un adulto nos hospedariamos en un hotel.

El viaje hubiera sido perfecto si no fuera porqué yo temía ponernme el traje de baño, pues mi vientre tenía muchas cortadas. Y eso claramente se le hizo raro a Daniel.

—Sebastián, ¿Por qué no te has puesto tu traje de baño? Val quiere que vayamos a nadar al mar, los adultos nos vigilarán—

—Ehm...no sé nadar, no tendría sentido ponerme traje de.baño si no me voy a meter al agua—

—Dile eso a otro, a mi no me engañas, ¿Qué te ocurre?—

En ese momento no sabía que responder, mi mente había quedado en blancos; Daniel me acorralaba a la pared y tenía por lo que podría pasar.

Sabía que si no diría nada rápido en cualquier momento, él haría lo que fuera por descubrirlo y así.fue.

Ese día, él me beso para evitar que yo saliera corriendo, mientras eso ocurría, mi camisa era quitada de mi.

—No manches, ¿Te cortas? ¿Desde cuándo?—

—Eso a ti no te.importa, ahora que sabes la verdadera razón, entenderé que si no quieres seguir siendo amigo de un "rarito"—

—Eres mi mejor amigo, y jamás te abandonaría; quiero saber desde cuando te haces eso, quiero ayudarte—

Ahora que lo pienso, desde ese día yo había dejado de verlo como un simple amigo.

—¿Y ahora en que piensas?—

Salí de mis pensamientos al escuchar su voz cerca de mi oido, y sentir su respiración muy cerca.

—¿Te acuerdas del viajé.a Cancún en el último año de primaria?—

—Uhm...oh, ese viajé; ahora lo recuerdo, fue allí dónde me enteré de tus cortadas, y gracias al cielo me enteré a tiempo, no me imaginó una vida sin ti—

—¿Recuerdas como te enteraste?—

Su expresión pensativa lo hacía ver adorable, una de las tantas cosas que amo de él.

Sus mejillas rojas me dieron a entender que recordó aquél momento.

—No...fue....fue el lrimer beso de los dos—

—Si, sin darnos cuenta....fuimos el primer beso del otro—

—Siempre supe que tú y yo teníamos una conexión especial—

—Siempre supe que tú y yo teníamos una conexión especial—

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Un capítulo más y llegamos al capítulo 30 y tranquilos, todavía falta algo para el final, pero lo esta por llegar estará para morir del suspenso o de la tristeza.

Mejor Amigo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora