Mejor Amigo ©

Capítulo 32

Las horas han pasado y Valeria seguía tratando de hackear el número de Daniel.

Los padres de los chicos estabAn al tanto de cualquier cosa que Valeria les informará.

Valeeria seguía muy enfocada en su trabajo de hackear el número telefónico de su amigo.

Su concentración fue interrumpida por la inesperada llamada de Samantha, o como algunos la conocieron, Carolina.

Llamada

—Hola Samantha—

—Hola Valeria,necesito hacerte una pregunta.

—¿Qué ocure?—

—¿De casualidad conpces a alguien llamada Luna Gonzáles Martínez?—

—¿Luna Gonzáles?—

—Te enviaré una foto de ella—

La foto fue llegada a su mensajería, su sorpresa al ver quién era.

—¿Conoces a esa chica, Valeria?—

—Si....es la prima de Sebastián—

—Valeria...esa chica es peligrosa, apenas con sus 15 años trabaja para uno de los narcotraficantes más buscados por la agencia—

—¿Qué? Pero...—

—Estuvimos siguiendo sus pasos y arrastreamos a su jefe en Nueva York, logramos obtener información de que salías "Gorila" planea asesinar a un chico de 16 años...—

—¿Dijiste Nueva York?—

—Si, ¿Por?—

Un sudor frio recorrio el cuerpo de la chica rubia, logró obtener la ubicación del crlular de Daniel, y todo empezó a tener sentido.

—Sam...Creo que el planea asesinar a uno de mis amigos y estoy segura que es Sebastián—

—¿Qué? ¿De qué hablas?—

—No tengo tiempo de explicar, ¡SÓLO DILE AL JEFE QUE MANDE A TODOS LOS ESPÍAS QUE SEA NECESARIO A NUEVA YORK!....la vida de mis amigos corre peligro—

Valeria colgó la llamada y tiró su celular a la cama; un gran desesperación se apoderó de su cuerpo. Empezó a respirar con exageración.

[---]

—

Papi...¿Daniel va a volver, verdad?—

Isabella llegó a la sala donde estaban sus padres, cada uno en un sillón por separado.

La pequeña niña se subio al regazo de su papi Ari.

—Claro que si mi niña, tu hermano va a volver—

—Quiero a mi hermano mayor, lo quiero aquí papi—

Isabella lloraba el pecho de su padre. Pueden dexirle débil, que es una miedosa, pero siempre que sentía protegida con su hermano.

Arisacariciaba la pequeña espalda de su hija mientras calmaba su llanto.

Isabella apartó su rostro del pecho de su papá Ari y miró a su otro padre.