Capítulo 10.

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Dione.

Cuando llegamos a casa Charlie se mostró bastante preocupado al ver que iba en brazos de Jacob, Bella se encargo de inventar una escusa mientras Jacob me dejaba en la habitación de Bella, se sentó a mi lado y acaricio mi mejilla con cuidado.

—No quisiera dejarte así, pero debo irme —murmuró Jacob.

—No te preocupes —dije —Lo entiendo.

—Aún tenemos que hablar sobre eso que aún no me haz dicho —dijo, mis mejillas se calentaron, aún así asentí —Me pregunto que es para ponerte así.

Beso mi mejilla y luego mis labios muy lentamente, con muchísimo cuidado.

—Ya hablaremos de eso —murmure sobre sus labios, el asintió y dándome un último beso salió de la habitación.

Mas tarde llegó Bella, la cual se ducho y se puso una pijama se acostó a mi lado, se veía bastante triste.

—Bels —la llame.

—¿Si Dya?

—No quiero que escojas entre él y yo Bels —murmure tomando su mano entre las mías —Lo único que quiero es que seas feliz, sin importar que pase en el futuro, que vivas sin arrepentimientos y si lo que quieres es a él...

Ella negó con la cabeza.

—Ambas hemos aguantado mucho su estúpido comportamiento —murmuró.

Sonreí un poco.

—No deberías tomar tanto en cuenta como nos tratemos entre nosotros —murmure —Que lo ames es lo importante, no tiene que gustarme a mi, solo a ti.

Ella suspiro.

—No te niego que es el amor de mi vida, que digo... Es el amor de toda mi existencia —añadió —Pero no por eso significa que puede hacer lo que le da la gana conmigo y contigo. Yo no soy un premio al que hay que ganar y como tu lo dijiste tampoco soy una muñeca de porcelana la cual se va a romper si va a La Reserva. Y eso es algo que lastimosamente él no entiende y tendrá que hacerlo a menos que quiera que vuelva con él.

—Pero Bels...

—Olvidemos este tema por ahora, más bien deberías explicarme ¿Cómo es eso que luchaste estando herida?

Me puse pálida, el tono de voz que uso no me gusto para nada, daba mucho miedo.

—Pues... Veras —reí nerviosa —Es una historia un poco larga.

—Tenemos toda la noche —me aseguro.

Suspire antes de mostrarle mis recuerdos, esta vez sin evadir mi pelea con él Alfa y como este me lastimaba, la verdad es que al final no fue tan largo como creí que sería. Al principio se enojo muchísimo conmigo y la entendía, sabía gracias a sus pensamientos que la segunda cosa a la que más le tenía miedo era a perderme, cosa que me parecía súper tierno y a mismo tiempo me aterraba.

En el mundo en el que vivimos cualquier cosa puede pasar, ¿Soy inmortal? Si, lo soy desde que complete mi trasformación a los 13 años, pero aun así, todo puede pasar y nadie me asegura que no podría morir por X razón. Me da miedo pensar en lo que podría pasar si Bella llega a perderme, había notado que haría cualquier cosa por mi, digo, termino con el amor de su vida, por que si, Edward Cullen lo era y eso se notaba a kilómetros, solo tenía que ver su mirada para notar todo lo que sentía por él.

Suspire y la miré, ella jugaba con mi cabello mientras yo me encontraba recostada contra su pecho, el sonido de su corazón me tranquilizaba.

—Bella —la llame —¿Estas segura de querer ser inmortal?

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