Capítulo 11.

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Dione.

Acaricie con cariño los cabellos ya un poco largos de Jacob, como fuera este hombre se veía guapísimo, sus brazos se tensaron alrededor de mi cintura atrayéndome más a su cuerpo, como si eso fuera posible, su cabeza estaba apoyada en mi pecho.

Mis ojos se posaron brevemente en su cuello, el cual había quedado expuesto cuando me había atraído más a él, trague saliva fuerte, por un momento me costó respirar y un pequeño mareo se hizo presente, la voz de mi loba pidiéndome una y otra vez que lo marcará, sin contar que no faltaba mucho para mi celo.

Gruñí y con mucho cuidado me levante de la cama para no despertarlo, pero en el segundo en que me levante de la cama el mareo se hizo muy fuerte y hubiera caído de no ser porque sorprendentemente Jacob me jalo de la cintura hacia él.

-¿Pequeña estas bien? – se veía preocupado y también tenía una cara de sueño que no se podría disimular por nada, eso hizo que una pequeña sonrisa apareciera en mis labios.

-Si tranquilo no es nada, cielo – murmure – Venga vuelve a dormir.

Me apretó entre sus brazos, cerré los ojos inconscientemente era tan cómodo estar allí.

-¿Sabes que puedes contarme cualquier cosa verdad? – dijo en un susurro. 

-Lo se – murmure aún con los ojos cerrados.

-Esto tiene que ver con aquello que aún no me has dicho.

Entendí rápidamente a lo que se refería.

-Puede ser.

-¿Tiene mucho que ver conmigo?

-Tal vez.

-¿Me lo vas a contar?

Suspire y finalmente abrí los ojos mirando directamente a los suyos, aquellos ojos negros que tanto amaba, acaricie con mucho cariño su mejilla, el fue ahora quien cerró sus ojos disfrutando de ellas. Cuando dejé de hacerlo el abrió nuevamente sus ojos, estos estaban completamente brillantes.

-Es cosa de Lycans, Soulmates y sobre mi condición como híbrida o trihíbrida o lo que sea – murmure sintiendo como mis mejillas comenzaban a calentarse.

Me miró tiernamente y beso mi frente.

-Puedes contarme tranquilamente amor – dijo, suspire y asentí tomando el valor para hacerlo.

Jacob se acomodo sobre su cama y abrió sus brazos en mi dirección, así que rápidamente me senté sobre sus piernas, con sus brazos rodeándome protectoramente, me acomode entre ellos poniendo mi cabeza en su pecho, sintiendo el latir de su corazón el cual me tranquilizaba y relajaba de una manera sorprendente.

-No se como comenzar – jugué con mis manos – Cuando los Lycans encuentran a su Soulmates sus cuerpos empiezan a cambiar, en el caso de los machos estos ganan más musculatura y destreza en lucha para poder proteger a su pareja en caso de que ésta no pueda defenderse o a sus cachorros… En el caso de las hembras sus cuerpos no solo se preparan para la protección a su pareja, si no que también comienzan a prepararse para… Poder tener cachorros, no se si habrás notado algunos cambios en mi cuerpo.

-Créeme que he notado cada uno de ellos, sobre todo el de aquí – sus manos se pasearon con mucho cuidado por mis caderas.

Me aclare la garganta al sentirla completamente seca.

-Pero el cambio no es solo físico – seguí explicando para alejar cualquier pensamiento subido de tono de mi cabeza – tanto las hembras como los machos nos volvemos más posesivos con nuestras parejas, buscamos más contacto físico con ellos, más cariño, queremos… Queremos mucho más, es tan extraño ser dependiente de tu pareja, querer saber como esta todo el tiempo, saber que hace, como se siente, si esta bien… es entonces donde entra “La Marca” – hice comillas con los dedos.

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