Capítulo 30.

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Dione.

Todo había terminado y que alivio, ya me estaba aburriendo.

¡Salían de todas partes!

Parecían cucarachas.

Solo habían quedado tres neófitos vivos, una chica llamada Bree y dos chicos más uno de ellos aparentemente era pareja de ella y el otro era su amigo, la dulce Esme y Carlisle los habían sacado de la pelea al verlos intentando huir de ella.

Escuché un crujido a mi espalda así que rápidamente me gire.

Vi horrorizada como un par de Neófitos salían de la nada y se abalanzaba contra Leah, pero no esperaba que Jacob en un movimiento rápido se interpusiera entre ellos.

—¡JACOB! —Salí del trance en el que me sumí debido al dolor en la mitad de mi cuerpo.

Me abalance contra el neófito, estaba tan enojada que de un par de golpes y sin mucho esfuerzo le saque la cabeza, Leah había ido contra el otro y al igual que yo lo había acabado en segundos.

Vi a Jacob que había caído al piso quejándose y volviendo a su forma humana, rápidamente me dirigí a él y me quité mi abrigo cubriéndolo, Sam junto a Jared, Embry y Paul aparecieron a mi lado ya vestidos con sus bermudas y levantaron a Jacob del suelo.

Rápidamente abrí un portal a mi casa, recordando que Charlie estaba en casa de Billy y llevarlo allí solo podría arruinar nuestra cuartada, sus quejidos solo me ponían mal y mi loba aullaba adolorida por su soulmate.

Hasta que los chicos no pasaron ese portal no me permitía respirar tranquila, mire a mis amigos, ellos me sonrieron tranquilizadoramente.

—Vete tranquila —dijo Diego.

—Nosotros los llevaremos a tu casa más tarde —dijo Quil ya vestido.

Asentí agradecida.

A pesar de todo pude sonreír un poco ya que tal cómo me lo esperaba logré ver a Leah caer de rodillas frente a Miles y a este mirarla con adoración.

El amor es un asco, eh.

Cruce el portal y entre rápidamente a mi habitación.

Jacob se retorcía de dolor, podía sentir su dolor y eso se debía a nuestra reciente unión, de ahora en adelante compartiremos nuestro dolor, literalmente.

Un sollozo salió de mis labios, rápidamente me coloque a su lado. Necesitaba tranquilizarme para poder hacer esto bien y no terminar lastimándolo.

Las lágrimas a penas me dejaban, aún así suspiré profundo tratando de apartar la angustia que sentía.

Mis ojos cambiaron de color y un aura violeta cubrió mi mano derecha, coloque mi palma en su cabeza mientras que la otra la ponía en sus costillas, empezaría por allí, ya que temía que perforaran algún órgano.

Jacob se quejo.

—Shh, t.tranquilo, todo va a estar bien —susurre con la voz entre cortada —T.Tratare de hacerlo lo más rápido posible.

Le iba a doler por más que calmara su dolor.

Un grito salió de sus labios y es que debido a su recuperación rápida sus huesos ya habían empezado a sanar pero lo habían hecho en una posición incorrecta, por lo tanto tendría que reacomodarlos, sus gritos solo me podían de los nervios y el dolor en mi pecho era horrible, mi loba sollozaba al igual que yo.

No sabía cuánto había pasado pero Carlisle había llegado y se encontraba ayudándome el proceso era lento pero sería más seguro para él, Jacob en un punto se había desmayado por el dolor.

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