J E Z A B E L | JJK LIBRO #2 ✅

⟨10⟩

Maggi

El entrenamiento comienza dos días después, pero no empieza de la  manera en que yo esperaba. No sé qué esperaba realmente, pero sin duda no era esto.

—¿Qué estamos haciendo aquí? —pregunto mientras nos ponemos en el 
aparcamiento de un estudio de fitness.

—Entrenar—. Cierra la puerta del auto y caminamos hacia la parte frontal del edificio—. No voy a poder dedicar el cien por cien de mi tiempo enseñándote. Así que, tres días a la semana te traeré aquí por algo de entrenamiento. Puedes aprender mucho con Jimin además se enfoca en defensa personal…

—¿Qué?—. Me detengo en la acera justo antes de que lleguemos a la puerta principal. —No soy una damisela en apuros que acaba de ser robada en un oscuro garaje, JungKook. No necesito clases de defensa personal. Necesito aprender a matar.

—Matar es la parte fácil, muñeca —dice sin rodeos. Abre la puerta de cristal, gesticulándome que entrara por delante de él—. Llegar a ese punto sin conseguir que te maten en el proceso, es la parte difícil.

Me burlo—. Así que, ¿tú quieres que aprenda cómo patear a un hombre en las bolas? 

Una leve sonrisa aparece en las esquinas de sus deliciosos labios. Justo en ese momento, Jimin atraviesa la enorme sala con un pantalón deportivo negro y una camiseta blanca sin mangas. Peina con sus dedos su cabello hacia atrás y este vuelve a caer de forma más desordenada. Mi corazón brinca en mi pecho al volver a verlo. Pero me quedo en mi lugar.

Jimin nos recibe con una gran sonrisa y  de repente siento como si estuviera en una trampa. 

JungKook se gira hacia mí y dice—: No hay nadie mejor que Jimin para entrenarte en defensa personal. Estás en buenas manos.

—Necesito ver cuánto estás capacitada para hacer parte del equipo,rubia— Me guiña un ojo.

Oh, si. Había olvidado que ellos me llamaban así. 

—¿Y cómo harás que…?

No me dio tiempo a asimilarlo cuando metió su pie derecho por detrás de mí
tobillo y caí al suelo de espaldas.

—¡¿Qué haces?! —grité enfadada.

—Defiéndete —sonó rudo—. Levanta —ordenó.

—No me mandes —le advertí señalándole con el dedo.

—Daimon, creo que esto es una pérdida de tiempo—. Cruzó sus brazos en desaprobación.

—¡Oye, estoy aquí en el suelo!— Me levanté con rabia— JungKook quiero que tú me enseñes estas cosas.

—No puedo hacerlo. Tengo que reunirme con el resto de los chicos en una hora.

Jimin se aleja hacia las ventanas establecidas a lo largo de la pared dejando entrar la luz y dándonos espacio para hablar.

—Oh, ¿así que estás dejándome con una niñera? —Las líneas se intensifican alrededor de mis ojos. 

—Maggi— Me advierte.

—Quiero que tú me enseñes —repito, empujando las palabras duramente  
a través de mis dientes.

JungKook suspira y sacude la cabeza, pareciendo molesto y frustrado conmigo.

—No tienes disciplina —dice—. Ninguna en absoluto —. Eso pica mi orgullo—. ¿Cómo incluso voy a enseñarte nada cuando no puedes ni siquiera hacer las cosas simples que te pido?

Instantáneamente, me arrepiento de actuar como una niña.

Dejo escapar un rendido suspiro. 

—Lo siento —le digo suavemente—. Supongo que me imaginé entrenando contigo.