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Maggi


Jadeo en voz baja. Mi cuerpo entero se congela firmemente contra la silla. 

Escucho mi mente buscando mi aliento, tratando desesperadamente de recuperar su control sobre mi cuerpo de nuevo, pero por un largo momento no soy nada más que un caparazón inmóvil.

—Taehyung… —dije finalmente, pero esto es todo lo que puedo hacer.

Rabia se arremolina dentro de mí, mi necesidad de matar a Stephens repentinamente se ensombrece por mi necesidad de decirle a Taehyung todo lo que he esperado decirle.

A diferencia de Stephens, Tae no sonríe o hace una mueca o siente la necesidad de provocarme con amenazas. Siento algo más dentro de él, algo mucho más oscuro que Stephens, algo más amenazador de lo que las palabras pueden transmitir. 

Mirando arriba a su alta estatura y su despeinado cabello castaño, sus intensos ojos enmarcados por una cara todavía esculpida perfectamente, veo a alguien más en armonía con la venganza de lo que alguna vez podré estar.

Y ahora sí, estoy aterrorizada.

Taehyung da un paso al frente para pararse directamente frente a mí, completamente impasible por la corta distancia. Stephens se mantiene alejado de mí al menos medio metro, como si le preocupara que pudiera dirigirle un escupitajo, o liberarme y agarrarlo. 

Pero Tae no. Siento como que me está desafiando a moverme. Él quiere que haga un movimiento.Trago duro y elevo mi barbilla arrogantemente hacia él y trato de permanecer fuerte de cara a mi destino.

—Tú sabes lo que quiero —dijo Taehyung con ecuanimidad—. O, ¿Necesitamos discutirlo a detalle? —Inclinó su cabeza a un lado.

Se parece tanto a JungKook. Es como verlo frente a mi ahora mismo. La forma de moverse, su tranquilidad, quiere jugar con mi mente. 

—Vas a tener que explicarlo —dije—. ¿Es JungKook? —miro brevemente a Stephens—. Este pedazo de mierda estaba en su casa. Ya sabes dónde encontrar a JungKook. Y no es que me sorprenda mucho, pero, ¿Qué estás haciendo con ellos?

Atrapo la mirada de Stephens sobre Taehyung, pero Taehyung no desvía sus ojos de mí. Se agacha entre mis piernas abiertas, y mira sobre mí con una cara tan tranquila y oscura que envía un escalofrío detrás de mí cuello. 

Puedo oler la piel de su delgada chaqueta negra y una débil capa de humo de cigarrillo persisten en su camiseta gris oscuro por debajo.

—He estado buscando a Daimon por meses —empieza Taehyung y lo escucho atentamente, manteniendo mis ojos fijos en los suyos—. Estoy seguro que te dijo que dejó la Organización, traicionó a Lee y me traicionó a mí…

Mis ojos se hacen más amplios y mi boca cae abierta con un aliento rápido. 

—¿Te traicionó a ti? —lo corto con incredulidad—. No puedes estar hablando en serio. ¡Tú traicionaste a JungKook! Tú eres el que…

Me ahogo y jadeo mientras su fuerte mano se dispara y sujeta firmemente alrededor de mi garganta. Doy vueltas en la silla, incapaz de llevar las manos arriba para tratar de alejarlo. Mis ojos se ponen en blanco en la parte posterior de mi cabeza mientras su agarre se aprieta.

Me libera.

Jadeo y resuello tratando de tomar aliento, las esquinas de mis ojos húmedas con lágrimas de cansancio y dolor. Me aterroriza, pero no lo suficiente para llorar o rogar por mi vida. Moriría antes de rogar por algo.

—Él me traicionó mucho antes de dejar la Organización —dijo con un poco más de emoción en su voz que antes… rencor—. Me traicionó cuando fue en contra de todo lo que nosotros soportamos por ayudarte. Me traicionó cuando me mintió sobre entregarte. Mintió, Maggi, por qué sabía que estaba mal —Él me impulsó en sus dedos a simples centímetros de su cara—. Él no te entregó. ¡Y por su culpa Valerie está muerta!

J E Z A B E L    | JJK LIBRO #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora