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JungKook


Llegamos al aeropuerto de Eleftherios Venizelos. Yoongi y yo íbamos enfundados en un traje del servicio de limpieza del aeropuerto, cuando cruzamos la puerta hacia la salida, gracias a todo lo que Jimin nos había dejado antes de volver a Nonsan.

Conseguimos llegar al parking sin llamar la atención y, seguidamente, encontramos el coche que esperaba nuestra llegada.

Yoongi lo abrió para comprobar que el maletero estaba cargado de armas y todo lo necesario.

Nos cambiamos de ropa en el mismo
parking para hacernos pasar por simples pasajeros, donde, minutos después,Viggo aparecía en otro vehículo similar al nuestro. Saqué un mapa de las puertas de acceso privadas por donde Viggo se llevaría a Elena junto a sus hombres y, después, un avión les estaría esperando para regresar a Sans Soley en una pista privada del aeropuerto. 

—Bien, Adara saldrá por esta puerta —la señalé con un rotulador—, no sabemos con cuántos hombres contamos como seguridad, pero estoy más que seguro de que no serán cuatro, por lo tanto, nos ganan en mayoría. Tendrán que abrir bien los ojos, puede ser que en cada rincón la estén vigilando.

—Todo esto, sin contar con que Park pueda aparecer —añadió Yoongi.

—Si se da el caso de que esté, yo me encargaré de eso. Ustedes deben encargarse de tomar a Elena después de que Adara le entregue los papeles y salir lo más rápido posible de aquí. Ya saben el procedimiento a seguir, no quiero ni un puto fallo —sentencié.

Todos asintieron conforme al discurso, poniéndonos manos a la obra.

Quedaba una hora para que su avión aterrizara, y esa sería nuestra única
oportunidad.

Subimos por las escaleras, escondidos con distintas vestimentas para no ser
reconocidos por ningún hombre de los de Park. Tenía claro que sabía que su hija estaba viva, lo que no sabía era hasta qué punto tendría constancia de mis movimientos. Apunté a Elena con mi arma por la espalda, indicándole que comenzara a andar.

—Si haces algún gesto que no debas, te pego un tiro en una pierna en medio del aeropuerto,y lo que verás después, será cómo descuartizo a tu hija, ¿te ha quedado claro?

Asintió sin contestar bajo la atenta mirada de Yoongi y Viggo.

—¡Contesta! —grité.

—Sí.

Exhalé un fuerte suspiro cuando noté que mi poca paciencia estaba empezando a crisparme.

Llegamos hasta la puerta de embarque y nos sentamos en unas sillas más
alejados para no ser vistos. Por el momento conté a siete hombres en la puerta.

—Hay cuatro hombres en la principal de las salidas —murmuró Yoongi.

—Por ahí no van a irse —aseguré.

—Pero tenemos que tenerlo controlado. 

Los hombres de los Tarasov ya están
ello, pero no sé cómo piensas encargarte de esos siete. —Los señaló.

Miré a Elena, quien había estado hablando las últimas horas con Adara, la mujer que lleva los registros de las personas que asistirán al evento de Park en la isla Megalos. Quedaron en verse en el aeropuerto con la farsa de que su marido,Park, le indicó que ella tomaría dichos registros. 

Le insté con la mirada,esta se levantó y antes de dirigir sus pasos hacia ellos le advertí con tono rudo:

—No se te ocurra jugármela. —Me miró y negó—. Pasaré por delante de ti
en un minuto, ya sabes lo que tienes que hacer.

J E Z A B E L    | JJK LIBRO #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora