Aviso: Este epílogo contiene un poco más de 6000 palabras. Si, es largo pero necesario. Todo lo que te pido es que lo leas cuando realmente tengas ganas y tiempo.
Antes de deslizar la pantalla para continuar con la lectura, déjame agradecerte por llegar hasta aquí y por darle la oportunidad a esta obra.
Ahora sí, que lo disfrutes.
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Ciao•
Cinco años después…
Taehyung
Golpeo mis nudillos en la puerta y espero; no hay mucho que ver mientras lo hago, pero miro, sin embargo. Un área pequeña con hierba, no mucho más grande que una muestra de alfombra, reposa al lado del escalón inferior; se ve tan fuera de lugar, rodeado de barro, trozos de grava y vidrio de la calzada.
Montones de baches que parecen minas terrestres: todo el jodido parque de caravanas es un puto bache gigante. Y huelo mierda. En todos lados.
Miro hacia abajo y giro mi pie izquierdo hacia los lados para revisar la parte inferior de mi zapato, luego el derecho, aliviado de no haberme parado sobre un montón en mi camino por la acera de ladrillo y tierra.
Pero hay montones de mierda esparcidas a través del patio, que me sorprende que se haya dejado intacto un pequeño trozo de hierba. Gatos. También están en todas partes.
Siento que están esperando el momento justo para emboscarme.
Llamo a la puerta de nuevo, esta vez con más urgencia.
La puerta se abre y el rostro de Leslie se ilumina cuando me ve.
—¡Tae! —Ella viene hacia mí, con los brazos extendidos a los lados, y me da un tremendo abrazo. Torpemente le doy unas palmaditas en la espalda, ya que no soy muy del tipo que abraza. — Entra—, me insta, haciendo un gesto hacia mí.
Levanto la mano.
—Ha pasado un tiempo que no nos hemos visto y todo eso, pero si hay sesenta gatos allí, o adquiriste algún tipo de problema de acumulación, simplemente preferiría quedarme parado aquí.
Ella pone los ojos en blanco, me agarra del codo y me arrastra hasta su remolque del tamaño de una caja de cerillas, que resulta estar limpio, a pesar del barrio.
—Los gatos no son míos— dice, dirigiéndose a la cocina a plena vista desde la sala de estar—. Son de todo el mundo aquí, supongo. Pero todo comenzó con la dama en el lote tres: dos gatos se convirtieron en sesenta; ya te lo puedes figurar.
—¿Por qué cagan por todo el lugar? ¿No se suponía que los gatos eran limpios?
—Son salvajes— dice ella, tomando dos botellas de cervezas de la nevera—. Y endogámicos.
—Oh— Me encojo de hombros, suelto el tema de los gatos y vuelvo a lo que
estaba pensando mientras estaba afuera, antes de sentir doscientos ojos en mi espalda—. Entonces, aquí es donde vives, ¿eh?
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J E Z A B E L | JJK LIBRO #2 ✅
Fiksi Penggemar"Para los profetas que se venden a sí mismos, tengan cuidado de no ser engañados por... Jezabel" Segundo libro de la trilogía Blood Sweat and Tears