Los ojos del oceano

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Esa mañana Tae y yo habíamos comenzado a desayunar, había seguido su consejo y no podía seguir presionando las cosas, debía ir con calma para conseguir ese cariño que tanto deseaba. Así que no quise esperara a que Denali bajara, ya que de seguro estaría molesta por los regaños de Tae la noche anterior.
De repente aprecio en el comedor sentó con nosotros y me sorprendí al verla ahí. Me levante y me puse a servir su desayuno, puse el plato frente a ella y regresé a mi lugar.
No hablaba ni siquiera levantaba la mirada, había un profundo silencio que fue roto por una pregunta muy directa de Tae: ¿Donde estuviste ayer? Fue su pregunta y mi pulso comenzó a acelerarse ya que no quería una discusión.
De lo le respondió de vuelta, diciendo que sólo quiso conocer el lugar a lo cual Tae se burló, sentía que le estaba mintiendo. Así que le volvió a preguntar la misma pregunta. Denali volteo a verlo con enojo y le dijo que no le debía explicaciones ya que aunque fuera su padre ella no lo veía como tal. Trate de cambiar de tema ya que la tensión están incrementando. Tae continuó diciéndole que el tampoco la consideraba su hija y que tampoco confiaba en ella, sabía que le ocultaba algo comencé a notar con su cuerpo comenzó a llenarse de venas azuladas, cada vez que lo veía sabía lo que eso significaba y era que su rabia y enojo incrementaba y no quería que perdiera el control. Cuando puse su mano sobre la suya esté la alejo de mi de un golpe, pero sabía que ahora no estaba en si. Miraba fijamente a Denali y enseguida vi cómo sus ojos se tornaron azules, cristalinos como el agua sin un iris, sólo era una profundidad en azul. Quedó estático era como si viera y escuchara algo.
—¿Tae que ocurre? Le pregunté.

Tae

Tuve una premonición en ese momento, el océano me hablaba, el testigo de aquella noche donde Denali hablaba en el muelle con los Titanes, la voz de esos demonios sólo podía ser escuchada por ella, pero el océano era mi receptor, podía percibir todo. Pude ver esa imagen donde "mi hija" respondía a la voz de Ceto. Mis ojos lo observaron todo, mis oídos lo escucharon todo. Porque yo soy y siempre seré el océano...
Mis sospechas y mis miedos se tornaron realidad, pero a pesar de todo lo que vi, guardaría silencio, no quería decirle a Jungkook nada al respecto, no quería desilusionarlo, no quería que supiera la verdad de que su propia hija conspiraba contra el, no soportaría tanto dolor. En un parpadeo mis ojos volvieron a la normalidad.
Tome aire y me levantó de la mesa de un golpe y sin pensarlo salí de la casa sin dar explicaciones, si me quedaba más tiempo haría algo de lo que me arrepentiría y sabía que no sería capaz de callar mi boca, por eso preferí huir. Jungkook salió tras mi pero cuando me busco yo ya había desaparecido de su vista...

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora