Mermaid (Taekook)

La peste oceanica

Todos estábamos afuera, mirando detenidamente los cuerpos, no sabíamos que eran esos monstruos a excepción de Tae quien parecía conocer de dónde provenían esas cosas. Este se acercó a uno de los muertos que se encontraba tirado sobre el suelo, se puso en cuclillas y observó detenidamente, también tocó la piel y olió la sangre.
—¡Que mierda son ellos! ¡Que asco!. Dijo Jimin con disgusto y con arcadas a oler el fétido olor que emanaba debido a la descomposición de los cuerpos. Tae se puso de pie y nos miro: Son los infectados. Fueron sus palabras para luego correr hacia dentro de la casa, le seguimos hasta la biblioteca donde comenzó a buscar un libro rápidamente, cuando le encontró, lo puso sobre la mesa y nos enseño unas imágenes muy antiguas. No comprendíamos muy bien que quería decir, así que comenzó a explicar detalladamente: Los infestados son seres humanos contaminados con la peste marina, no es una enfermedad que se trata o algo así, es más bien magia, conjuros muy antiguos y solo se puede provocar con sangre de un Titán, la sangre puede levantar a los muertos o pude trasformar a los vivos en esos monstruos con protuberancias de caracoles, conchas, corales y piedras del océano, además que su piel se vuelve blanda como cuando un cuerpo muere por ahogamiento y vaga días bajo el agua.
—¿Eso quiere decir que ellos lo están haciendo?. Respondí.
—Así es, están creando un ejército, esto sólo fue su advertencia, quieren debilitarnos antes de dar su gran ataque.
—¿Pero porque lo hacen, no se supone que son titanes? Creo que pueden acabar con nosotros ellos solos. Intervino Jimin.
—Pueden, si que pueden, pero son muy inteligentes, quieren probar nuestra fuerza, no subestiman el poder de Jungkook y además si hacen un ataque coordinado destruirán todo a su paso poniendo en riego la vida de su hermana y mi hija Denali, así que crean un ejercito que pueda acabar con nosotros sin que ellos tengan que intervenir, así al final recuperan a su hermana y pueden destruir el mundo libremente y crear el suyo a su imagen.
Cuando escuché todo eso debía pensar muy bien lo que debía hacer, yo era el rey y debía proteger mi reino. Así que tenía una idea.
—Quiero que haya vigilancias por turnos, esas cosas vienen del océano, mismo que está a 10 kilómetros de acá, es su única entrada así que durante el día dos de ustedes tomarán un punto ciego donde puedan ver si esos monstruos se aproximan y luego durante la noche otros dos y así sucesivamente, vendrán por mi así que en cualquier momento aparecerán, ellos quieren debilitarme pero yo debilitaré sus fuerzas, ¿quedó claro? Todos asintieron.
Salí de la habitación luego de eso, subí a mi habitación, estaba algo frustrado así que di un fuerte suspiro. Toc toc. Tocaron la puerta y era Tae. No sonreí y realmente era incómodo ya que desde lo qué pasó no hemos cruzado palabra, lo evadía a toda costa. Simplemente aparte mi mirada. Este cerró la puerta y lo sentí aproximarse a mi, puso su mano en mi hombro y con su palma bajo por mi brazo hasta mis manos con suavidad que hizo que mi piel se estremeciera por completo, sujeto mis manos y luego me volteó hacia el.
—Perdóname, fui un completo idiota, nunca debí dejar que mi estupidez nos dividiera, yo te amo, eres todo para mi y me niego a perderte. No te pido que me perdones ahora si es necesario esperaré todo el tiempo que tú decidas, pero quiero que sepas que mi corazón es tuyo y siempre lo será. Su voz fue tan dulce y me miraba con una mirada tierna que amaba. Mi corazón palpitaba rápido y no respondí con palabras simplemente lo besé, uni mis labios a los suyo y en ese momento sentí esa electricidad que sentí la primera vez que lo besé, esa conexión tan fuerte que teníamos el uno con el otro. Nos movíamos a un ritmo sincronizado y perfecto, humedeciendo nuestras bocas en un beso apasionado. Comencé a quitarle la camiseta dejándole su torso completamente desnudó, besé su cuello y su pecho. Continuamos con nuestra beso y sin despegarnos fuimos hasta la cama, lo lance en ella y me puse sobre el, quite mi camisa mientras movía mis caderas circularmente en su entrepierna. Sus manos recorrían mi cuerpo provocando que mordiera mi labio inferior...
Uni mi boca a la suya nuevamente y entonces lo dije otra vez: Te amo Taehyung y siempre te amaré...