Mermaid (Taekook)

La serpiente Hera

Luego de un un baño relajante, volvimos a abajó, todos estaban en la cocina mientras Jin cocinaba algo de comer, olía a barbacoa y era delicioso. Tae y yo entramos tomados de la mano y en ese instante todas las miradas estaban sobre nosotros, trataban de contener su risa o alguna sonrisa. Me puse nervioso y mis mejillas se enrojecieron por lo mismo.
—¡Oigan!, la próxima dígannos que quieren estar solos así nos vamos y tienen privacidad, que escuchar gritar a Kook es un poco incómodo. En ese momento sentí que mi rostro se puso rojo como un tomate, me sentí muy avergonzado. Todos comenzaron a reír, incluso Tae lo hizo y le respondí con un codazo en su costilla.
—¡Kook! Dijo RM rompiendo el momento, al escucharlo le puse atención, parecía que quería decirme algo. —Tú serpiente, no sé, creo que debes verla. Mi expresión cambio por completo, sentía que mi pulso se aceleraba así que le pedí que me llevara con ella. Este asintió y lo seguí hasta el sótano de la casa. Bajamos las escaleras en la obscuridad del lugar pero aquellos ojos dorados la delataron, me acerqué y noté lo que RM quiso decir, su tamaño había incrementado, tenía un tamaño realmente grande, su ancho era tres veces mi cuerpo y ahora con tan solo levantarse un poco su cabeza quedaba al nivel de la mía. Acaricie la misma con una sonrisa, era hermosa y era el único recuerdo viviente que tenía de mis madres, era como si ellas vivieron dentro de Hera.
—Mi querida, cuánto has crecido, un día te ha bastado para tener este gran tamaño.
—Kook! Ella no se deja tocar ni ver por nadie de esta casa, nos preocupa que algo malo suceda, creo que deberías llevarla a otro sitio... en ese momento mis ojos se tornaron naranjas y con furia le grité que jamás haría eso. Volteé a verla y mis ojos volvieron a ser marrones. — Quédate aquí, ¿está bien? Besé su cabeza y luego se perdió entre la oscuridad. Subí las escaleras rápidamente y en la puerta todos nos esperaban, preguntándome porque había gritado. Fui nuevamente a la cocina y comenzaron a decirme que tenían miedo de lo que ella podría hacerles.
—Jamás les hará daño, ella sigue mis orden y me obedece a mi, sólo los atacaría si yo sé lo pidiese.
—¡Kook! Nunca nos has hablado de ella. Dijo Jimin y todos esperaban una respuesta atentos.
—Hera es mi familia, es como mi otra hija, es leal a mi y tiene la esencia de mis madres. Hera proviene del cabello de medusa era una de las serpientes que estaban sobre su cabeza, cuando me la dió era mi protectora, por medio de ella mis madres podían verme y escucharme, cuando murieron Hera se unió aún más a mi, por eso jamás la alejaré de mi lado.
—¿pero porque comenzó a crecer? Preguntó nuevamente Jimin.
—Tal vez cuando por fin me acepte como rey, algo en ella se activo, yo mismo sentí en mi algo distinto, como el poder emanaba de mi ser, su conexión esta conmigo y por eso comenzó a crecer, se alimenta de mi y yo de ella, ahora lo entiendo por eso mis madres me la dieron, sabían esto desde el principio.
—Pero todas las serpientes te siguen, ¿crees que también estén cambiando? Continuó Jimin y sus preguntas.
—No, mi conexión es con ella, las demás no cambiarán... sin embargo, ellas me siguen así que se lo que tengo que hacer...los titanes tienen su ejército pues yo tendré el mío y Hera será su alfa y la de todos ustedes. Todos miraron extrañados. —La voy a liberar. Corrí hasta la puerta del sótano y la abrí, comencé a llamarla, todos querían detenerme pero justo cuando intentaron tocarme, la gran serpiente emergió protegiéndome de aquel que se me acercara, verla era imponente y maravilloso para mi, era más grande que cualquier humano. Comencé a caminar con esta tras de mi, al llegar al patio la miré. —Quiero que vallas a la costa, tú serás la guardiana de ese lugar. Está asintió y comenzó a adentrarse en el bosque con su inmenso cuerpo, al mirar hacia atrás todos me miraban. Simplemente los ignore y comencé a caminar hacia el bosque tras ella y con cada paso a mi lado aparecían docenas de serpientes, iban conmigo, acompañándome a mi y a Hera. Yo soy el padre de las serpientes y este será mi ejército...