Lo elijo a el

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Días antes
(Tae)

Tenía días sin ver el hermoso rostro de Jungkook, le extrañaba, su sonrisa, sus caricias, su dulce voz. Realmente quería tumbar esa puerta pero no podía hacerlo, no debía hacerlo, no tenía ningún derecho, no después de lo que le he hecho.
Todas las noches me sentaba a la orilla de la puerta mientras esperaba que la abriera, pero no lo hacía, ni siquiera oía algún sonido, pero sentía que estaba ahí, mi corazón lo percibía.
Una mañana salí al patio, mientras la brisa corría y solo cerraba mis ojos imaginando mis errores y comprendiendo que tenía un esposo maravilloso, que ponía mi felicidad antes que la suya. Sentí pasos tras de mi y al voltear era Jimin. No habíamos hablado desde que Jungkook se encerró. Se acercó a mi y se puso justo a mi lado, le miré y este lo hizo al mismo tiempo.
—¿Porqué haces esto? Preguntó
—Lo lamentó Jimin, pero aunque se que te quiero, mi corazón pertenece a alguien más y mi amor esta con el, no puedo fallarle porque verdaderamente lo amo. Vi cómo sus ojos se humedecieron al escucharme y lágrimas comenzaron a desbordarse, las secaba con mis pulgares delicadamente y le abrase. Me dolía verlo de esa manera.
—Yo...yo te amo... respondió. Me parte unos centímetros y puse mis manos al lado de su cuello con cuidado.
—Tú mereces a alguien que corresponda a ese amor. Este me aparto lejos de él de un empujón con un profundo llanto que partía mi corazón.
— Entiendo, sol fui una distracción, un juguete para ti. Un nudo se hizo en mi garganta. Jimin se volteo y se transformó en la gigantesca águila, el aleteo de sus alas hicieron que me desplomara al suelo mientras mis ojos vieron cómo se levantó en vuelo hacia los aires desapareciendo entre las nubes. Me puse en pie y sentía que unos ojos me miraban, cuando miré hacia las puertas de vidrio corredizas que daban al patio, tras el cristal estaba Jin mirándome fijamente, este mismo salió y camino hacia mi, pero antes de que pudiera hablar este me dio una gran abofeteada en mi mejilla. Sabía lo que significaba.
—¡Mira!, estás jugando con el corazón de dos personas, así que toma un decision ahora, porque no voy a tolerar que sigas hiriéndoles de esa manera. Al mirarlo estaba tan molesto que sus ojos se habían tornado verdes, como el lobo que vivía ahora dentro de él. Sabía que no dudaría en destrozarme en mil pedazos.
—No te preocupes, ya tome mi decisión y elijo a mi amado Jungkook, se que cometí errores y los voy a remediar, lo voy a recuperar.
—Debes pedir perdón a ambos.
—así lo haré. Sus ojos volvieron a ser marrones, asintió y nuevamente entró a la casa no sin antes recordarme que ahora era un lobo y un Dios y que me perseguiría hasta el fin del mundo si era necesario si continuaba hiriéndoles. Sonreí y este devolvió el gesto.
—No es broma ok...

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora