Mermaid (Taekook)

El juicio

Aveces despiertas y esperas que todo lo que has vivido sea parte de un descabellado sueño. Uno que sólo forma parte de tu mente, pero cuando abres tus ojos y miras tras la ventana, te percatas que todo es realidad. En esos instantes de desesperación deseaba que este mundo fuese una ilusión.
Mi pasado tenía un comienzo simple, donde era un simple humano con una madre maravillosa y sencilla, con una vida en donde no pensaba más que en sacar buenas calificaciones. Sirenas, Tritones, Gorgonas, brujas, cazadores, Titanes y híbridos, es que decir esos nombres sonarían como se provinieran de un cuento o una leyenda, esas historias de fantasía con las que sueles crecer. En algún momento pensé que eso era irreal y deseé que fuesen reales, vivir esas vidas sobrenaturales. Y mírame ahora, pertenezco a ese mundo que creí ser ficción. Perdí a mis madres, miles de personas padecen, dioses fueron destruidos y ahora una decisión está en mis manos si quiero rescatar lo que está por perderse.
Estaba en la realidad, no tenía mucho tiempo, caminaba con mi pequeña hija en brazos, a un lado tenía a Tae, al otro a Jimin y detrás a mis hermanos Jin y RM junto a Hoseok. Lágrimas no dejaban de caer al ver aquel hermoso rostro, ese frágil cuerpo entre mis brazos. Tantas cosas se me venían a mi cabeza como explosiones que parecía que me volverían loco. Mi quijada temblaba, mis brazos temblaban, mis piernas temblaban a cada paso que daba.
Sobre nosotros había una gran tormenta con una fuerte ventisca, relámpagos y rayos sucumbían los cielos. El océano rompía contra la arena con sus inmensas olas y a mis ojos estaban los titanes mirándonos fijamente, Ceto en el centro de todos extendió su mano hacia mi postura. Di un fuerte trago de saliva y una gran bocanada de aire. Miré el rostro de mi pequeña hija y le ofrecí disculpas. Perdóname, te pido me perdones... la acerqué a mi rostro para besar su frente.
—Una vida por la de millones, la balanza se inclinó hacia la de muchos aunque esto significara perder a alguien que amas, pero así es la vida, la causa por la que luchamos siempre será más poderosa que nuestro amor, caemos en un dilema y debemos ser capaces de ver más haya de lo que una persona ordinaria es capaz de ver y es que siempre haremos lo que en nuestra mente creemos correcto aunque esto dependa pasar sobre los sentimientos de nuestro corazón. Habló Ceto con su estruendosa voz.
—Cuídala mucho, es lo único que te pido. Esta asintió sin dudarlo. Tae se acercó y besó la gente de nuestra pequeña con una lágrima cayendo por su mejilla. Juntos pusimos aquel pequeño cuerpo en la gigantesca mano y al hacerlo los ojos de todos los titanes se iluminaron como rayos de luz y en unísono rugieron cada uno con su sonido distintivo pero juntos hacían temblar la tierra, fue la unión de un vínculo.
—¡Hermanos!, ¡Hermanas!, nuestra pequeña a llegado. Me miró. —Todos regresaremos a nuestro reino en la profundidades, no te preocupes tendrá la protección de todos nosotros, tú tomaste tu decisión y yo cumplo mi palabra, la humanidad no será destruida por ahora... todos comenzaron a adentrarse en el océano y lentamente iban bajando hacia la profundidad hasta que fueron cubiertos completamente por el agua y ahí la vi partir, mi hija ya no estaba más conmigo...
Tae me abrazó y realmente me ayudaba, el estaba a mi lado y sabía que algún día la volvería a ver, la esperanza nunca muere o al menos la mía no lo haría. Yo vería otra vez a mi pequeña, lo juro...