Taekook parte 1

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Decidí irme a un hotel ya que no quise quedarme cerca de Tae. Encontré uno  a mi gustó, sin embargo no tenía dinero para costearlo, pero sólo bastó con ver al hombre e hipnotizarlo con mi mirada y manipular así sus pensamientos, este me brindó la llave de mi habitación, la tomé y me dispuse a buscar el número. Subí por el ascensor al sexto piso, a la habitación número 35. Al llegar encontré la puerta correcta, introduje la llave y entre, cerré y aseguré la cerradura, me lancé a la cama con un gran suspiro, mirando perdidamente el techo.
Hera salió nuevamente de mi bolsillo y llegó cerca de mi cabeza, me miró fijamente, volteé a mirarla y con duda solté un pensamiento pasajero en voz alta: Me preguntó si tienes conciencia propia o sólo eres una parte de mis madres... Está ladeó su cabeza como si estuviese confundida, lo cual provocó que dibujara una gran sonrisa en mi rostro, entendí que sí tenía su propia conciencia, simplemente por ocasiones podía ser controlada por mi madre ya que venía de ella misma, lo que permitía su control. Aún así, los momentos en los que podía decidir a su voluntad me alegraban, ya que así no sentiría que hablaba con mis madres todo el tiempo, simplemente habían cosas que no quería que oyeran y en ciertas ocasiones quieres decir tus problemas e inquietudes en voz alta, no tengo amigos y Hera al fin y al cabo era la única compañía que ahora tenía, por lo cual era a quien podía decirle mis sentimientos y problemas, ya que siento que reencontrarme con el pasado es más difícil de lo que imaginé.
De repente fui interrumpido, ya que tocaron la puerta, mire confuso, no había pedido nada ni tampoco esperaba a nadie. Miré a Hera y le ordené ocultarse, está obedeció descendiendo bajo la cama, una vez oculta, fui hasta la puerta, al abrirla me quede inmóvil, Tae estaba frente a mi. Me miró y puso su mano en mi mejilla.
—¿Puedo entrar? Preguntó.
—No creo que se correcto. Trate de cerrar pero este se impuso y simplemente entró aunque yo así no lo quisiese... caminaba de un lado a otro, mientras mantenía sus manos sobre su cabeza. Me senté a la orilla de la cama con mi mirada baja, este seguí yendo de un lado de la habitación al otro, hasta que por fin salieron palabras de su boca.
—No sé qué ocurrió contigo pero quiero entender, se arrodillo frente a mi y tomó mis manos. —¿Dime a quien tengo enfrente mío, quien eres? Le miré y di un fuerte trago de saliva, quite mis manos de su tacto y me alejé. No sabía que decirle, simplemente fui a la ventana y le di la espalda, comencé a sentir sus pasos tras de mi, se acercó me volteo hacia el y me sostuvo fuertemente de los brazos, en ese instante sus ojos se tornaron azules, cristalinos como el agua y al mismo tiempo sentí una electricidad en mi cuerpo, abrí mi boca por la impresión y segundos después mis ojos tomaron aquel color naranja casi llegando a rojo, cómo dos llamas de fuego y mi cara comenzó a tomar mi lado antropomorfo por algunos segundos ya que antes de que sugiera por completo Tae me había soltado, volví a la normalidad y tomé una bocanada de aire...
—¿Que hiciste? Le cuestioné.
—Debía averiguar la verdad, por eso transferí en tu piel el frío del agua para que tu nueva identidad se revelase frente a mi, te lo vuelvo a preguntar, ¿Quien eres ahora? Suspiré y le dije que era difícil de explicar, ahora era diferente y podía provocarle mucho daño, por eso le pedí que no me buscara más pero se negaba rotundamente a dejarme, entonces con mi frustración le grité que yo era el rey de las gorgonas, que tenía un poder que podía alterar el curso de todas las cosas y que mi responsabilidad es mantener mi clan unido, llegando así a su máximo esplendor. Tae guardó silencio. Me senté a su lado y le contesté: ¡¿Ahora entiendes porque te quiero lejos?! No quiero hacerte daño, ni que seas un motivo de enojo para mis madres... este me miró y nuevamente tomó mi mano.
—Si debo enfrentarlas para que me acepten lo haré por ti, pero aunque me hayas de vuelto el anillo tú eres y seguirás siendo mi esposo y no te voy a perder, no te voy a dejar ir y nunca te desharás de mi tan fácil. Sonreí al escucharle y entonces lentamente se acercó a mi rostro y unió sus labios con los míos, comenzamos a moverlos con precisión, deseo y harmonía. Sin pensarlo lo empuje hacia la cama y cayó sobre su espalda, me coloqué sobre el y le tomé del cuello de su camisa acerándolo nuevamente a mis labios. Mordí su labio y sentí su sangre en mi boca, este gimió y en ese instante mis ojos nuevamente se tornaron como dos llamas de fuego. Este me miró y sus ojos de igual forma se volvieron como el agua.
—Eres hermoso. Susurró.
—Tú lo eres... rompí su camisa dejando su torso al descubierto y este de la misma manera lo hizo con la mía, besaba mi pecho y me cuello mientras yo besaba su cabeza junto a gemidos que salían de mi boca sin poderles contener, ni siquiera los reprimía, sólo disfrutaba el momento...

No se pierdan la parte 2 🥰

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora