Capitulo 2

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Ophelia Granger.

Luego del torneo de los tres magos las cosas habían ido mal en Hogwarts, era una lástima haber perdido a Cedric siempre fue bueno en la cama.

—Fred...—Gemí su nombre mientras aceleraba las embestidas, claramente lo había hecho ya en un salón de clases desocupado, pero siempre era excitante como la primera vez.

—Te estas cuidando, ¿Verdad?—Jadeó moviendo su cadera contra mi.

—Hasta me ofende tu pregunta...—Solté un chillido cuando comenzó a besar mi cuello y con su mano apretó uno de mis pechos.

—Di mi nombre...

—Fred...

—Dilo más fuerte.—Gruñó haciendo más agresivas sus embestidas.

—¡F-Fred!

Sentí como estaba apunto de terminar cuando la puerta se abrió de golpe, Fred se separó de mi abrochando su pantalón mientras yo arreglaba mi ropa interior bajo la severa mirada de mi hermana.

—Hermione.—Saludé agitada.

El Weasley por su parte salió del lugar sin decir nada, seguramente en la noche me castigaría por no haberlo hecho terminar.

—Escucha me da igual lo que hagas con tu vida, pero por favor ¿Dejarías en paz a los Weasley?

—Tranquila Herms, nunca le tocaría un pelo a Ronald.—Levanté las cejas a la par.—Me interrumpiste, ¿Qué necesitas? Siempre te olvidas que tienes una hermana.

—Pues mi hermana, falta muchísimo a sus clases y los profesores se vienen a quejar conmigo.—Gruñó.—Vienes conmigo, hay una nueva profesora.

La profesora Umbridge estaba según el ministerio corrigiendo el deterioro educativo de Hogwarts cosa que a ningún alumno le había gustado en lo absoluto. Exceptuando a Ophelia quien ni siquiera le importaba lo que estuvieran diciendo en ese momento.

—Tengo entendido que primero solicitó el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras, ¿no es así?

—Sí.—Snape contestó intentando mantenerse calmado.

—Pero ¿no lo consiguió?

—Es evidente.—La miró de reojo.

Durante el resto de la clase Ophelia mantuvo un completo silencio que había dejado curioso a más de uno ya que usualmente entraba a clases y hacía competencia de miradas con algún chico de Slytherin que le llamara la atención. Una vez la clase finalizó Ophelia tomó sus cosas dispuesta a irse a recorrer un poco Hogwarts, necesitaba estar sola un momento pero eso no iba a ser posible.

—¿Que tienes ahí Longbottom?—La voz de Malfoy resonó en el pasillo.

¿Longbottom? Había escuchado su apellido en algunas clases pero nunca le había dado la suficiente importancia como para entablar una conversación con el, ni si quiera recordaba bien su rostro. Y su nombre, ¿Nelson? ¿Niguel?

Cuando escuche el impacto de algo contra el suelo y las burlas de los demás me acerque, en el suelo estaba una maceta rota dejando tierra desparramada en el suelo.

—¿Qué harás? ¿Llorar?—El rubio se burló.

—¡Malfoy!—Nuestras miradas se cruzaron.—Déjalo en paz.

El Slytherin se puso firme, mirándome de arriba abajo antes de deformar una sonrisa chueca.

—Vámonos.

—Draco, ¿Le tienes miedo a la pequeña puta?—Goyle soltó una risa.

—He dicho, vámonos.—Les dio la espalda antes de marcharse junto a sus gorilas.

Neville se mantenía con la cabeza gacha, y no tarde en acercarme a la destruída maceta.

—Ya, sonríe un poco... Lo puedo reparar.—Murmuré haciendo un movimiento con mi varita restaurándola.

Me agaché un momento para así tomar la hermosa planta que estaba en la maceta reparada, el chico Gryffindor levantó su mirada y parecía tímido.

—Gra-Gracias.—Susurró tomando la planta entre sus manos.

—Dime, ¿Nos conocemos?—Me crucé de brazos con una sonrisa.

—No lo creo, no tengo muchos amigos por aquí y no suelo notar al resto de mis compañeros.—Sus mejillas tomaron un color rosado a cada palabra que decía.

—Mmm, creí que era una persona que valía la pena notar...

—Discúlpame, solo suelo ser muy distraído.—Agachó de nuevo la cabeza.—Soy Neville, Neville Longbottom.

—Ophelia Granger.—Relamí mis labios.

Pronto pasó a nuestras espaldas Michael Corner, un chico de Ravenclaw, sin vergüenza alguna pasó su mano por mi cintura guiñándome un ojo.

—Quiero verte después de clases, pequeña puta.—Dijo mientras se marchaba.

Pude notar enseguida la incomodidad y enojo que sentía Neville al escuchar mi peculiar apodo en Hogwarts.

—No pongas esa cara... Les permito llamarme así, está bien.

—¿Por qué lo haces?

—¿Hacer qué?

—Dejas dejas que hablen a tus espaldas...

Me sentí claramente ofendida pero tenía razón, Michael no tardo en soltar burlas acerca de mi situación.

—Solo me aman cuando pueden tenerme en sus camas... ¿Está mal querer recibir amor de una persona?—Tragué saliva.

—Es un apodo despectivo.—Hizo una mueca.—Me tengo que ir, gracias por defenderme de Malfoy, Ophelia.

Y así se marchó dejándome curiosa de su actitud, ¿Despectivo? Nunca lo había visto de aquella forma.

Little slut |Neville Longbottom.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora