Ophelia Granger
La sala común se vació, estaba triste pero fingía no estarlo de hecho siempre lo hacía así que no era tan difícil hacerlo un día más. Había hablado con mis padres diciéndoles que me quedaría en Hogwarts esta navidad mientras Hermione iba con los Weasley.
Neville no se había despedido de mi, ni siquiera me había volteado a ver ¿Se habría dejado influenciar por las palabras de Hermione?
—Ophelia—Y ahí estaba, con su abrigo tejido.
—¿No irás con tu abuela?—Cuestioné.
—Y-Yo... Le he hablado a ella sobre ti, y quería saber si te gustaría pasar las festividades con nosotros, ya sabes para que nos estes sola.
—¿Hablas en serio? Creí que... Me odiarías luego de todo lo que Hermione dijo.
—¿Lo que dijo es cierto?
—En parte lo es, he estado con uno que otro chico pero nunca nada serio...—Aclaré mi garganta.—No me toman en serio la verdad y supongo que está bien.
—No, no lo está, eres una chica y mi abuela me enseñó que merecen respeto, no dejes que te traten así Ophelia, vales mucho como para.—Rascó su nuca.—Para ser el pasatiempo de alguien solo por una noche.
—Gracias Nev, lo tomaré en cuenta.—Besé su mejilla.—Iré hacer una maleta, estaré encantada de conocer a tu abuela.
No tardé mucho en recoger un par de prendas para cambiarme, me sentía realmente nerviosa durante el viaje en tren en el cual compartí vagón con Neville y Luna.
—¡Entonces desaparecieron mis zapatos!—Luna habló enredando su varita entre sus alborotado cabello.
Solté una pequeña risa cubriéndome la boca con su mano;—Bien, cuando regresemos prometo ayudarte a encontrar a ese Nargle.
—Hmm, Ophelia.—Murmuró Neville en un intento de decirme que aquellas criaturas no eran reales.
—Lo sé.—Lo miré sonriente, pronto vi pasar a mi hermana que me miró disgustada y con repulsión.
Todos tenemos defectos, el mío era ser una rencorosa y vengativa promiscua, o como lo hubiera dicho Hermione "Puta" le demostraría que tanto lo podía ser.
—Regreso enseguida, no creo que tarde más de 20 minutos.—Me salí del vagón viendo caminar entre el corredor al chico que tenía babeando a mi querida hermana.—Ronald.
—Ophelia, ¿Como estás?
—Un poco aburrida...—Hice una mueca.—¿Te gustaría? Ya sabes...
—Y-Yo. No no sé, se que tuviste problemas con Mione y-
—¿Mi hermana? Venga que ya nos hemos perdonado, la cerebrito no es tan mala.—Sonreí dándole una mirada para que me diera permiso de aferrarme a su pecho cosa a la que accedió.
—Entonces, ¿Todo bien con ella?
—Todo maravilloso.—Mentí.—Ahora vamos, te quitaré esa cara larga.
Entre los tantos vagones vacíos había completo silencio o casi ya que los suspiros que emanaban de los labios de Ophelia eran lo único que se escuchaba con claridad.
—Ron...—Murmuró ella casi sin aire en sus pulmones cuando sintió algo irrumpir en su parte más íntima, pero no tardó en gemir quería que se moviera, quería sentirlo completamente.—Más rápido.—Chilló mientras sus cuerpos chocaban.
—Ophelia.—Gimió Ron antes de finalmente terminar.
Luego de aquel encuentro ambos se vistieron dispuestos a irse a sus vagones con sus amigos, pero en el camino Ron se encontró a Hermione.
—Ron te estuve buscando por todos lados, ¿Donde estabas?—Preguntó angustiada hasta que su rostro cambió al ver a su hermana pasar atrás de él.
Con una sonrisa se acercó a su oído para susurrarle;—No estuvo nada mal, es grato saber que incluso siendo una chica "fácil" todos me prefieren a mi antes que a ti, hermanita.—Apartó su rostro antes de marcharse con Neville y Luna.
—¡Eres un idiota Ronald!—Hermione le gritó entre sollozos mientras le daba ligeros golpes en su brazo.
—Ophelia, ¿Qué pasó porqué Hermione y Ron pelean?—Neville habló curioso.
—Ni idea.—Tragó saliva con una sonrisa.—Hay que bajar, parece que hemos llegado.
—Cierto.—Asintió mientras caminaba tímido.
Al estar fuera del tren encontraron a una mujer anciana con ropas muy particulares.
—Buenas tardes señora Longbottom...
—Augusta Longbottom.—Se presentó.
—Ophelia Granger.
—¿Ella es de quién tanto me escribes? Neville.
—S-Si abuela, es mi amiga.—Aclaró su garganta con sus mejillas rosadas.
—Bien, hay que irnos antes de que haga más frío.—La anciana guió a los jóvenes.
Antes de darse cuenta estaban frente a una casa muy bonita, ni grande ni pequeña como para las personas que vivían ahí.
—Deben estar cansados, Neville lleva a tu amiga al cuarto de invitados y enséñale un poco la casa, necesitan dormir mañana iremos a San Mungo.
Al estar en la planta alta de la casa Ophelia se atrevió a preguntar el porqué.
—Iremos a ver a tus padres, ¿Verdad?
—Si, espero que no te incomode... Me gusta ir a verles en especial en estas festividades. Puedes quedarte aquí si lo dese...
—Está bien Neville, me gustaría mucho acompañarte.
Ambos se dieron una tierna sonrisa.
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Little slut |Neville Longbottom.
Fiksi Penggemar-¿Por qué lo haces? -¿Hacer qué? - Dejas que hablen a tus espaldas... -Solo me aman cuando pueden tenerme en sus camas.