Capitulo 22

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Mientras Neville y Ophelia desayunaban, la abuela les comentaba sobre los hechos que habían estado ocurriendo, entre ellos el rumor que se estaba corriendo sobre el traslado de Harry Potter a un escondite, que para ambos era más que evidente. La madriguera.

—¿Como me veo?—Ophelia murmuró a Neville.

—Tu siempre luces perfecta.—Este se acerco al cuello de la rubia para darle besos con cariño.

Ophelia miraba al espejo, su vestido era simple gracias al poco tiempo que tuvo para escogerlo, vio a su novio con su traje perfectamente lisos.

—Y tú... No te quedas atrás.—Ella sonrió al sentir las cosquillas, deslizó sus manos al pecho del castaño para robarle un beso.—Te ves muy guapo.

—¡Basta de muestras de afecto en mi casa!—Riñó la abuela haciéndolos reír.—Llegaremos tarde si siguen así.

—Entonces vámonos ya.—La Granger hablo emocionada para así sostener las manos de la abuela y Neville cumpliendo así el propósito de transportarse a las afueras de la madriguera.

La ceremonia estaba por empezar, aunque para Neville y Ophelia poco les importo cuando corrieron a saludar a Luna quien había sido invitada también, la abuela bufó antes de decir un "Son como niños" para marchar a la silla desde donde apreciaría la boda. La canción que ni viaja a la novia comenzó a sonar y están vez ya todos estaban sentados.

—Hey... Ophelia...—Fred llamo la atención de la rubia susurrando.—Te ves muy guapa.

—Gracias.—Le mostró una sonrisa al mismo tiempo que Neville notaba el poco sutil coqueteo que Fred estaba haciendo.

—¿Gustas bailar luego?—Volvió hablar el pelirrojo.

Ophelia con la misma sonrisa sincera que últimamente estaba mostrando negó amablemente para así mirar al celoso Neville dandole un beso casto;—Ya tengo a mi pareja de baile.

Escuchó una poco sonora carcajada junto a Fred;—Te rechazó hermano.—George habló burlón.

—Tu cállate.—Bromeó mientras Molly regañaba a los gemelos.

—Los declaro, marido y mujer.—Concluyó el ministro mientras la ahora pareja se daban un beso.

La fiesta de celebración inició alegrando a los invitados quienes ya estaban bebiendo o bailando, Ophelia saludo con la mirada al disfrazado Harry quien danzaba con Susan Bones bajo la mirada de Ginny.

—Enseguida vuelvo.—Comentó Ophelia dejando a Luna y Neville hablando sobre una interesante planta mágica.

Ginny se mantenía sola y un poco decaída hasta que vio a la rubia acercarse, se puso firme mirándola con indignación.

—¿Puedo sentarme?—Cuestionó.

—Hazlo, yo ya me voy.—Al intento de levantarse, Ophelia la sujetó suavemente por la muñeca haciendo que volviera a sentarse.—¿Que te sucede?

—Necesito que dejes de odiarme, ¿Tanto te resintió lo qué pasó con Harry?—Tenia el ceño fruncido.

—Harry nunca te tomará en serio.—Achinó los ojos mirándola.

—A ti tampoco al parecer.—Hizo una mueca mientras dirigía la mirada a Susan quien ahora sujetaba la mano de Harry.

Al verlo, Ginny apartó la mirada mostrándose nuevamente decaída.

—¿Vienes a burlarte de mi?

—No, Ginevra. No quiero seguir escuchando tus insultos por cosas que ya pasaron, entiendo que para ti no esta bien que una chica haga lo que yo hacía. Pero eso no te da el derecho de criticarla sin saber el porqué.

—No entiendo.—Negó.

—Mira... Yo aún era muy inmadura cuando me enamoré por primera vez, estaba en tercer año y a penas había cumplido 14 cuando un chico mucho mayor comenzó a coquetear conmigo.—Recordó aquella dolorosa primera vez que había tenido con Oliver.—Me llenó de palabras bonitas hasta que consiguió lo que quería de mi, luego comenzó a ignorarme... Hasta que decidí encararlo, invitarlo a salir.

Ginny escuchaba atenta las palabras de su contraria sintiendo el desagrado de imaginar cómo alguien mayor pudo manipular de esa forma a una niña.

—Obviamente me dijo que era infantil, que solo quería tener sexo conmigo por mi cuerpo.—Respiró hondo, no había hablado de eso con nadie mas que con Neville.—Siempre fui la segunda opción para todo y todos, incluso de mis padres. ¿Como crees que iba actuar luego de que el chico que creía amar me dijera eso? No tenía quien me aconsejara, ni siquiera mi propia hermana. Crecí creyendo que solo podría ser amada a cambio de acostarme con cualquier chico, también usaba eso como una defensa en contra de quienes me criticaran...

—Ophelia... Lo siento, yo no sabía nada de eso.

—No tenias porque saberlo.—Suspiró.—Te daré un consejo Ginny, no te aferres a quienes crees que podrías llegar amarte... Ya llegara el chico correcto, créeme.

—¿En serio quieres a Neville?

—No solo lo quiero.—Sonrió de lado mirándolo, sintiendo su corazón latir con fuerza al apreciar su simple ser.—Lo amo.

Ginny se levantó y abrazó a Ophelia mientras se disculpaba con ella, la rubia aceptó su abrazo y sus disculpas creyendo que ahora todo estaría bien. Pero el festejo pronto sería interrumpido por un patronus avisándoles del peligro que se avecinaba.

—Ya vienen... Ya vienen...—Concluyó haciendo preocupar a todos.

Mortifagos llegaron atacando a todos, Ophelia miró a Ginny y al instante la puso atrás de ella con la intension de defenderla.

—¡Ginny, vete de aquí!—Le gritó preocupada.

—¡Vamos, hay que salir de aquí!—Ella insistió.

—¡No puedo irme sin Nev!—Negó lanzando un hechizo.

—¡Ophelia!—Escuchó la voz de su novio quien estaba al otro lado del salón.

—¡Neville!

Fue lo ultimo que pudo gritar antes de sentir como unos brazos la sujetaban a la fuerza llevándosela lejos.

Little slut |Neville Longbottom.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora