Las caricias que recibía en su cabello la hacían sentir cómoda, querida y un tanto extrañada, no recordaba lo que había pasado antes de dormir. Poco a poco se sentía más recuperada de la realidad, o eso pensaba mientras una voz conocida cada vez se hacía más clara para ella.—¡Si abandonas este palacio sin mi permiso, Hechicero Mayor, mi Brigada de Cazadores de Brujas te perseguirá con sus sabuesos!
Era la voz de una mujer, pero no la reconocía, aún sus 5 sentidos no estaban funcionándole como deberían, solo necesito poder divisarla para sentirse en paz.
—¡Mañana por la mañana me ayudarás a realizar magia ante mis cortesanos, y si alguien se ríe de mí, ordenaré que te corten la cabe–
La anciana se detuvo cuando vio a Ophelia abrir sus ojos escuchándola atenta, rápidamente se volteó a ella abrazándola con suavidad.
—Lo siento, no conozco sobre libros Muggles... Pensé que escuchar Babbitty Rabbitty te haría bien.—La anciana trataba de ocultar su tono de voz, parecía que lloraría en cualquier momento.
—Señora.—Es lo único que pudo decir antes de que ambas lagrimearan un poco.
—Me alegra mucho que estes bien...—Secó su rostro el cual se veía un poco cansado.
—¿Que es lo que sucedió? ¿Cuánto tiempo llevo dormida?—Habló mirando cada cicatriz de su cuerpo a demás de su brazo vendado, instantáneamente recordó lo que Bellatrix le había hecho.
—Recibiste una maldición, casi mueres... Por suerte Potter supo como evitarlo a tiempo.—Comentó mientras Ophelia miraba el cuarto donde estaba, no reconocia a la perfección, era el cuarto de Neville.—Eres muy fuerte y valiente, niña. Mi nieto escogió bien.
La rubia se sonrojó levemente ante las palabras de su contraria, por lo que la misma le mostró una ligera sonrisa.
—¿Neville? ¿Donde está?—Intentó levantarse de la cama pero al instante la mujer la detuvo.
—En Hogwarts, ha estado al tanto de lo que te pasó pero... Cada vez se hizo más dificil comunicarse, no he sabido nada de mi nieto desde hace un par de semanas.
—Reitero, ¿Cuanto tiempo dormí?—Miró desesperada a la anciana bruja.
—3 semanas o más, querida. Tratar una maldición así no fue fácil, mucho menos con la propaganda anti muggle de los ultimos meses, los hijos de ellos no están teniendo mucha suerte.
—¿Quiere decir que... No hay forma de reunirme con Neville?
—Si crees que saldrás de aqui tan facilmente estas equivocada, debo cuidarte.
—Bien, supongo que tendré que quedarme aquí sin hacer nada.—Se cruzó de brazos.—¿Podria al menos ir por un vaso con agua? Estoy sedienta.
—Ni lo pienses. Iré yo.—Sin más se levantó dejando a la rubia a solas.
Augusta, pese a lo estricta que podia ser con Neville además de mandona, adoraba a su nieto al igual que a Ophelia quien se habia ganado su cariño durante todas sus visitas, cartas además de que sabia cuanto se querian el uno al otro, a veces imaginaba como hubiera sido todo con su hijo y nuera estaba segura de que querrian tanto a la chica como ella.
—Ophelia, también traje algo para que comieras...—Entró a la habitación notando la ausencia de la misma.
Hasta ese momento, la Granger había hecho lo posible para huir ignorando por completo el dolor que aún sentía en el brazo que tenía vendado. Al estar lejos de la casa Longbottom se transportó a si misma a Hogsmeade recordando con claridad lo que la abuela había dicho, estaba en mucha desventaja al ser una sangre sucia pero no por eso se daría por vencida, debía entrar al castillo a como de lugar.
—Debí traer un abrigo.—Murmuró dándose calor así misma con sus manos, estaba muy oscuro como para saber con exactitud si había alguien más con ella.
Hasta que logró divisar a un hombre muy parecido a Dumbledore caminar a la entrada de La Cabeza de Puerco, con entusiasmo corrió tras el.
—¡Director!—Lo tomó del brazo esperanzada.
—¿Qué?—Al ver su rostro pudo notar su equivocación, pero aún así notaba algo familiar.—¿Que haces aquí? Es peligroso para por hijos de Muggles, tu hermana había dicho que- Olvídalo, entra antes de que alguien te vea aquí.
A pesar de que se le hacía conocido, se puso a la defensiva sosteniendo con firmeza su varita. En el establecimiento se veía un cuadro, una chica muy joven que la veía con su mirada un poco perdida en la nada, ¿Como era posible que una chica tan pequeña haya muerto?
—Llámalos, de nuevo.—El hombre habló al retrato.—No tienes porque usar tu varita, guarda tus hechizos para después...
—¿A que se refiere?
—Hogwarts, ten cuidado.
Entonces donde antes estaba el cuadro comenzó abrirse mostrando un agujero de un gran tamaño de donde salió un chico muy conocido para ella.
—¡Ophelia!
—Seamus.
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Little slut |Neville Longbottom.
Fanfiction-¿Por qué lo haces? -¿Hacer qué? - Dejas que hablen a tus espaldas... -Solo me aman cuando pueden tenerme en sus camas.