Neville gruñó amargado al mismo tiempo que otra planta se marchitaba/quemaba en sus intentos de hacerla florecer.— ¡Maldición! —Exclamó.
Sus ojos miran hacia arriba para encontrar a Ophelia. Tenía dos jugos de calabaza, y una mirada de sorpresa al verlo de tan mal humor.
—¿Qué diablos estabas intentando hacer? —Le preguntó, dejando los vasos en una mesa y apresurándose a ayudarlo.
—Lo de siempre.
El estaba tan concentrado en sus plantas que no notó que Ophelia no había hecho comentario alguno y no lo miraba a los ojos, otra vez debatiéndose en si debía preguntar.
—Así que, Hannah y tú...
La rubia tenía el ceño levemente fruncido, y su voz representaba una seriedad que no había escuchado hace mucho.
— ¿Eh?
—Seamus te vio, así que no te hagas el tonto.
Las palabras y la repentina actitud de antipatía lo hicieron alzar una ceja.
— ¿De qué estás hablando?
—La verdad no puedo creer que... —se detuvo, su voz llena de decepción. Ella suspiró, negó con la cabeza y se levantó—. Olvídalo, siempre lo supe...
El hizo lo mismo, solo que con algo más de dificultad, llegó a ella antes de que pudiera irse del hibernadero, la tomó del hombro.
— ¡¿Qué pasa?!
— ¡Tú besándote con Hannah! —gritó frustrada tomándolo de sorpresa.
Neville iba a corregirlo, iba a decirle que eso nunca había pasado.
—¿Qué? ¡Solo he estado ayudando a Seamus!
El ceño de Ophelia se fruncía aún más. — ¡¿Qué tiene que ver eso con lo que estoy preguntándote?! ¡¿Entonces no lo niegas, verdad?! ¡Sí se besaron!
— ¡Sí, lo hicimos! —vociferó el mintiendo, exaltándola—. ¡¿Cuál es el proble--?!
No pudo seguir hablando cuando sintió los labios de Ophelia presionando los de el con pasión. Ella no dudó en abrazarlo por el cuello y hundiendo sus dedos en el cabello de él, Neville se aferro la cintura de ella con ímpetu al mismo tiempo que sus lenguas tibias se enredaban haciendo el beso más vehemente. Ophelia comenzaba a sentir de nuevo como las mariposas le revoloteaban en el estómago, como su ritmo cardíaco iba en aumento y como algo comenzaba a arder dentro de ella cuando ella le acariciaba la cintura con desesperación.
— ¡¿Dónde está mi profe favorito?! —el grito de Hannah proveniente del otro lado de la puerta hizo que Ophelia soltara a Neville como si quemara, y cuando ésta se abrió, Ophelia estaba lo suficientemente lejos. La Hufflepuff entró con una sonrisa de lado y estaba tan alegre de ver a su amigo que no notó el ambiente incómodo.
— ¡Hannah! —dijo este imitando la expresión de la chica. Ella se acercó y comenzó a despeinarla en un gesto cariñoso.
—Yo... sólo pasé a ver qué todo estuviera bien.
—Lo está... Me tengo que ir.—Neville aclaró su garganta.
Y cuando Ophelia vio a Neville cruzar la puerta, supo que las cosas entre ellos cambiarían rotundamente.
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Little slut |Neville Longbottom.
Fanfiction-¿Por qué lo haces? -¿Hacer qué? - Dejas que hablen a tus espaldas... -Solo me aman cuando pueden tenerme en sus camas.