Twain Harte (Naruto: Naru-Sasu, Kakashi-Minato)

Capítulo 46: Acortando distancias

En aquel despejado cielo, el sol comenzaba a ocultarse lentamente, provocando que la luz que se colaba entre las copas de los árboles fuese de un tono anaranjado. Para las personas que se hallaban en aquel claro del bosque no les suponía ningún problema aquella pérdida lenta de iluminación ya que sus ojos podían ver en la oscuridad. Aunque aún faltaban un par de horas para que llegase la noche.

Pese a ello, el rubio que se encontraba en tierra firme, al contrario de la mayoría de sus compañeros que le observaban desde alguna rama de distintos árboles, quería acabar pronto con aquello para regresar cuanto antes a casa.

- Vamos, Naruto, céntrate – le dijo la chica rubia a unos metros frente a él –. No sería justo que no te tomases nuestra pelea en serio cuando las anteriores tuvieron toda tu atención. No quiero pensar que no me consideras una amenaza.

- Nunca haría algo así, Ino. Jamás te tomaría a la ligera – le aseguró – es sólo que me he distraído un momento. Te pido disculpas.

- Las acepto porque sé que te preocupa tu padre y quieres volver pronto a su lado, pero más te vale que no vuelvas a perder la concentración o me aprovecharé de ello – le comentó con una sonrisa provocadora.

Naruto le devolvió la sonrisa al entender que trataba de incitarle a poner toda su atención en esa pelea y a que se esforzara al máximo. El rubio dejó a un lado todas las preocupaciones que rondaban por su cabeza y se concentró al cien por cien en el presente. Se lo debía a Ino porque era una chica fuerte, una auténtica guerrera y una más que digna adversaria pese a su posición actual en la manada. Algunos lobos de otras manadas solían subestimarla simplemente por su género, aunque pronto se lamentaban de hacerlo cuando Ino les demostraba de lo que estaba hecha.

Conocía el potencial de la chica, pero por alguna razón que ignoraba, en aquel momento, Ino derrochaba una seguridad que no había visto antes en ella. ¿Habría aprendido algún truco nuevo en su ausencia? No estaba seguro, pero algo le decía que pronto lo descubriría.

Con una velocidad superior a lo que estaba acostumbrado a ver en Ino, ésta se dirigió hacia él para justo antes de llegar al rubio, moverse hacia un lado y atacarle. Había intentado engañarle haciéndole creer que le atacaría de frente para luego hacerlo desde otro ángulo. No era una mal táctica, pero Naruto tenía experiencia y era más rápido que ella, por lo que no tuvo ningún problema en apartarse antes de que el puño de la chica impactara en su rostro.

Aprovechando el movimiento de su adversaria, Naruto agarró el brazo de la chica y pasó uno de sus pies por detrás de una de las piernas de la rubia, para desestabilizarla y lanzarla al suelo. Sin embargo, no lo logró del todo; Ino se ayudó de su mano libre para usarla de apoyo contra el suelo y recuperar el equilibrio.

- Has mejorado – la halagó Naruto.

- No tienes ni idea de cuánto – le respondió la chica con una sonrisa cargada de confianza.

Naruto se puso en guardia en cuanto vio que Ino transformaba su rostro y sus manos en las de una feroz loba, pero se quedó realmente impactado al ver que no se detenía ahí.

Ante un asombrado rubio, cuyos ojos se abrieron de par en par, la única chica de la manada continuó transformándose hasta convertirse en una loba completa, destrozando gran parte de la ropa que llevaba puesta. Solamente se salvó parte de su camiseta y porque parecía estar hecha de un material elástico.

¡Aquello sí que no se lo esperaba para nada! Y no parecía ser el único, ya que a sus oídos llegaron murmullos de asombro por parte de la gran mayoría de sus amigos, a excepción de Gaara.

Siendo el actual alfa, no le extrañaría que él estuviera al corriente de la hazaña de Ino. Seguramente, él le habría aconsejado y ayudado para lograr una transformación completa de forma consciente. La pregunta ahora era: ¿por cuánto tiempo podría aguantar en esa forma?