Twain Harte (Naruto: Naru-Sasu, Kakashi-Minato)

Capítulo 5: Conversaciones

Caminaba rumbo a casa con el pensamiento muy claro de todo aquello. Para Sasuke Uchiha... sólo era una tontería. Nunca se le había dado bien empatizar, ni hacer amigos. Él siempre había sido un chico solitario, entregado a sus estudios, al deporte y nada más. ¡Él no necesitaba amigos ni una estúpida manada!

- ¿Por qué me sigues? – preguntó Sasuke alterado al sentir ese olor ahora conocido.

- ¿Por qué no quieres jugar con nosotros? – preguntó Sai desde unos arbustos, todavía desnudo como iba.

- ¿Jugar? ¿Te parece un juego todo esto? Es... estúpido – susurró el último de los insultos mientras seguía caminando, intentando pasar de ese chico raro.

- ¿Es por nosotros o por Naruto por lo que estás así? – preguntó Sai de nuevo, esta vez siguiéndole.

- Deja de seguirme – se sonrojó Sasuke al verle – y más desnudo como vas. Vístete al menos.

- Eres muy duro con Naruto y sé que las palabras no son su fuerte – comentó Sai deteniéndose en seco – pero es un buen alfa, ¿sabes?

Aquello hizo que Sasuke también dejase de caminar. Pese a que no quiso girarse para ver a ese chico completamente desnudo, sí se quedó inmóvil, esperando a que Sai siguiera hablando del asunto.

- Quitando a Gaara, todos los demás hemos sido mordidos y abandonados, algunos veníamos de manadas menos... "amistosas". Los omegas no somos muy bien vistos, pero Naruto nos acogió a todos y nos trató con respeto. Nunca había encajado en mi manada hasta que llegué a la de Naruto.

- Eso no implica que Naruto sea un buen alfa – le remarcó.

- No le conoces bien, Sasuke, es comprensible. Te aseguro que es muy malo con las palabras pero siempre estará ahí cuando lo necesites.

- Le conozco lo suficiente como para darme cuenta de que no tiene ni la mitad de fuerza de la que alardea.

- La paciencia es un don que tuvo que cultivar durante años. No es alfa porque sí, lo es porque se ganó ese derecho. No es fácil ascender en una manada, pero él lo hizo y se ganó su puesto.

- ¿Cómo se asciende en la manada? – preguntó ahora Sasuke algo curioso.

- Venciendo al resto de los miembros de la manada.

- ¿Peleando?

- Por decirlo así, sí. Si demuestras que eres más fuerte que los otros, asciendes. Pero tú estás muy lejos de vencer a cualquiera de los nuestros – sonrió Sai.

- Lárgate – se quejó Sasuke, aunque Sai no le hizo caso.

Al ver aquel panorama y que no podría escabullirse de ese chico, pensó en una forma para perderle de vista. En el suelo, vio un montón de piedras y algunas ramas de árboles que habían caído. Cogió una de las ramas, la partió creando un palo más pequeño y se lo enseñó a Sai con aires de superioridad. La reacción no se hizo esperar, allí estaba Sai, a cuatro patas de nuevo, todavía desnudo y mirando el palo casi babeando por él, dando vueltas como un loco sobre sí mismo y repitiendo la palabra "un palo" o "lánzalo".

- Búscalo – dijo Sasuke lanzando el palo lo más lejos que pudo.

En cuanto Sai salió corriendo como un loco en busca del palo, Sasuke empezó a correr en dirección contraria lo más rápido que pudo. Si una vez pudo ganar en velocidad a Sai, ahora sólo quería creer que podía hacerlo una vez más.