Capítulo 7: Revelaciones.

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Notas: Recordad que éste fic no lo escribo sola, sino con ayuda de mi compañera Kaoru Himura, así que somos dos autoras trabajando en él. Un saludo.

Encendió las luces con rapidez, cogiendo su bata blanca de la percha para colocársela nuevamente mientras les comentaba a los demás la mesa donde debían dejar al chico casi inconsciente.

Zabuza entró con rapidez por la oficina, dejando a su compañero encima de la mesa y mirando entonces fijamente a Kakashi, que seguía a Minato de cerca en completo silencio, pero con sus ojos fijos en él. Estaba claro que no se fiaba y de vez en cuando, podía ver esos gestos de tensión en su rostro, esa tensión como si quisiera lanzarse a su cuello en cualquier momento.

Esos gestos de disgusto y rabia contenida le hacían gracia. Era cierto que los rumores sobre que Kakashi era bueno fingiendo y engañando eran bastante acertados, sin embargo, cuando se trataba de Minato... era como un auténtico libro abierto. Ese hombre siempre estaba más preocupado por los suyos que por él mismo y se le notaba a distancia el mal humor que cargaba en ese instante.

- Voy a sedarle – comentó Minato a la vez que cortaba con unas tijeras la desgarrada camiseta para poder ver la herida – está perdiendo mucha sangre y no parece estar curándose.

- Normalmente se cura con rapidez pero hoy...

- Callaos – comentó justo cuando colocaba la oreja en el pecho del chico, intentando escuchar sus latidos.

Había algo extraño, algo que no podía oír bien. Miró hacia su estetoscopio colgado sobre una de las estanterías y le pidió a Kakashi que se lo acercase. Necesitaba escuchar mejor ese latido tan extraño, ese latido que parecía costarle al corazón poder hacerlo. Unos segundos de absoluto silencio fueron suficientes para que Minato se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo.

- No va a curarse por sí mismo – agregó preocupado, buscando entre los cajones un bisturí.

Zabuza prácticamente se tiró encima deteniendo la muñeca de Minato cuando iba hacia su compañero, pero Kakashi fue igual de rápido cogiendo la muñeca de Zabuza con fuerza e impidiéndole hacerle daño a ese rubio.

- Si no le abro... se muere – le dijo Minato con claridad, captando la atención de Zabuza pese a que no soltó su agarre.

- Suéltale ahora mismo – le amenazó Kakashi.

No hacía falta tener instintos de lobo para notar aquella tensión que fluía entre ambos. Seguramente se conocían y desde luego... no se llevaban nada bien. Finalmente, Zabuza soltó su agarre pese a que Kakashi lo mantuvo un poco más hasta asegurarse por completo de que no volvería a intentar absolutamente nada.

- Si le ocurre algo... - empezó la frase Zabuza hacia Minato, pero entonces sintió cómo alguien le agarraba del cuello y lo empotraba contra la pared del fondo.

- Ni se te ocurra amenazarle – casi gruñó Kakashi – si te acercas a él lo más mínimo, te mataré sin dudarlo.

- Parad los dos – comentó finalmente Minato – me dan igual vuestras discusiones, pero este chico se muere, así que apartaos y dejadme trabajar. Tengo que sacarle el veneno y su cuerpo empezará a curarse nuevamente con rapidez. ¿Está claro lo que voy a hacer? – les preguntó, observando cómo los dos detenían su discusión y mantenían el silencio entendiendo lo que estaba haciendo Minato – si seguís discutiendo... os echaré a la sala de espera. No necesito distracciones sino que me ayudéis.

Ante las palabras del rubio, los dos parecieron calmar sus instintos durante unos segundos, reflexionando y alejándose el uno del otro antes de mirar a ese chico que se moría en la camilla.

Twain Harte (Naruto: Naru-Sasu, Kakashi-Minato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora