Capítulo 50: Encuentros extraños

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Historia escrita por dos autoras: Kaoru Himura y Fullbuster


El todoterreno de Pain aparcado en la entrada de la mansión era un vehículo de lujo. Pocas veces ese chico dejaba entrar a la gente en su coche, pero hoy, Sasuke era una de esas excepciones. Al acercarse y ver que Pain ya entraba al vehículo, Sasuke abrió la puerta del copiloto y se adentró no sin mantener sus dudas acerca de lo que ocurriría en el futuro. No es que se fiase demasiado de Pain, para ser sincero... no se fiaba en absoluto pero debía demostrar esa confianza como fuera para que Pain estuviera tranquilo y sosegado. Aun así, su cuerpo desprendía nerviosismo y sabía que su alfa era capaz de percibirlo.

Sentado de copiloto, Pain le observó. Ese cruce de miradas fue suficiente para que Sasuke entendiera que ya había notado su nerviosismo, así que hizo lo único que podía hacer en esos momentos dadas las circunstancias: sonreír sutilmente.

- Estoy un poco nervioso y ansioso – medio dijo la verdad y medio mintió.

- ¿Por qué deberías estarlo?

- Porque es la primera vez – comentó como si eso fuera una gran excusa. ¡Lo era! Porque Pain se lo creyó al instante.

- Has tenido sexo conmigo más veces.

- Ya... pero esto no es sólo sexo, ¿no? Es nuestra primera cita como novios.

Pain entendió al instante en lo que Sasuke pensaba y sonrió. Si lo miraba por ese lado, reconocía que también estaba un poco nervioso al no saber muy bien cómo afrontar una cita. Él nunca las tenía.

- ¿Dónde vamos? – preguntó Sasuke mirando fijamente a su alfa sin terminar de fiarse del todo.

- Lo sabrás cuando lleguemos.

- Debe de ser lejos si vamos en coche.

- Vamos hacia el lago Phoenix – comentó.

- ¿Allí no está la reserva indígena? Creí que sólo se podía pasar pidiendo permiso.

- Así es, pero tengo permiso. Ya lo verás. Te gustará el sitio al que vamos, te lo garantizo.

Hacerse una idea de lo que harían allí habría supuesto todo un desafío para Sasuke. Nunca había ido a la reserva, ni siquiera con Naruto ni pese a que en el instituto, alguno de sus compañeros de natación vivía en la reserva. Prefirió no hacerse ideas. Estaba convencido de que si Pain quería ir a ese lugar, era por algo muy concreto de su vida privada, puesto que mientras estuvo en su manada todo ese año, jamás había dicho ni una palabra de ese lugar.

Completamente en silencio, agarró el cinturón y se lo abrochó. Sería casi media hora de trayecto en coche por lo menos por esas carreteras de montaña.

Pain colocó la mano en el cambio de marchas y arrancó en primera. A Sasuke le costaba mucho hacerse a la idea de que no llevase un coche automático. En Estados Unidos, era lo más normal del mundo, pero a Pain parecía gustarle más el cambio manual.

Los primeros cinco minutos de trayecto, Sasuke fijó su mirada en el bosque que cruzaban por la estrecha carretera de montaña. Por extraño que pareciera, le gustaba aquella oscuridad y el silencio que reinaba. Ni siquiera Pain se había dignado a romper ese silencio que se había formado en el coche, seguramente, sabiendo que a Sasuke le gustaba la tranquilidad.

Teniendo en su mente todavía la idea de que debía hacer lo que fuera para que Pain bajase su guardia con él y confiase en que realmente quería estar a su lado, Sasuke movió sutilmente la pierna hacia el cambio de marchas buscando el roce de la mano de Pain cuando cambiase en la siguiente curva. El contacto fue inminente.

Twain Harte (Naruto: Naru-Sasu, Kakashi-Minato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora