Ohm y sus acompañantes, estuvieron fuera todo el día, para dejar que la familia recién reunida se pusiera al día. Pero en la noche que llegaron encontraron un coche rojo estacionado fuera de la puerta principal de la casa.
-¿Esperabas a alguien?- pregunto Kao bajando del vehículo.
-A nadie, pocos saben que estamos aquí- contesto Ohm extrañado, adelantando a su amigo y entrando con rapidez a la casa.
-Fluke- dijo en voz alta, sin poderlo evitar. Sintió un ambiente tenso, que hizo que se detuviera, además distinguió varios olores, uno diferente a los que habitaban esa casa en la mañana que partieron.
-¿Qué hace Rebeca aquí?- pregunto extrañado su hermano entrando tras Kao y el.
-Causar problemas- contesto el amigo de ambos.
Frente a ellos apareció Martjha con semblante disgustado, ya que nunca le había caído bien la mejor amiga de su majestad.
-Bienvenidos- los reverencio.
-¿Hace cuánto llego?- le pregunto el Rey a su nana.
-Hace media hora mi señor.
Los tres hombres se dirigieron hacia uno de los salones, de donde provenía la energía incomoda. Abrió la puerta con algo de estrepito, causando que los que estaban dentro voltearan de golpe hacia ellos.
-Ohm- expreso con alivio su Polcino y salió directo a sus brazos, sin importarle lo que pensaran los presentes.
-Polcino- contesto abrazándolo y besándole el cabello. Estaba temblando, sentía que estaba molesto.
-Hola Ohm- se levantó la mujer con intenciones de acercarse a su amigo, pero al ver la mirada oscura y amenazante de este, se sentó de nuevo en el sillón que estaba ocupando.
-Bienvenidos- dijo la señora Natouch levantándose para alivianar el ambiente.
Prem y Earth ya habían acudido al lado se sus parejas.
-Buenas noches Señora Natouch- saludo el prometido de su pequeño hijo.
-Buenas noches Ohm, Kao y Bound- contesto la mujer a los jóvenes.
-¿Ya cenaron?- les pregunto Ohm, manteniendo a Fluke a su lado.
-Todavía no- contesto Earth, que se le había abierto el apetito por la incomodidad de la extraña mujer.
-Bien, saldremos fuera- ordeno su majestad- por lo que Rebeca, te agradecería que te retiraras. - la miro seriamente.
-Claro, perdón por haber llegado de improvisto- contesto la Rubia levantándose y tomando fuertemente su bolso de mano.- Que tengan buen provecho- se despidió con el semblante tenso, tratando de sonreír, pero sin lograrlo. Rodeo a los grandes hombres que no soltaban a sus parejas, como si ella fuera una arpía, y salió de la mansión.
-¿A dónde les gustaría ir a cenar?- pregunto Ohm tratando que no se notara la rabia en su voz.
-Quiero pizza- dijo una dulce voz bajo de él.
-Pizza será- sonrió su pareja aparentando más a su Polcino.
-Tengo años sin comer pizza- dijo muy sonriente Samantha, acercándose a los hombres.
-¿Pizza?- pregunto muy serio Kao levantando una ceja.
Ohm le aviso a su nana que cenarían fuera y salieron de la casa.
Se acomodaron en dos carros, y salieron de la propiedad.
-Ohm- dijo quedito Fluke.
-Dime amor- le tomo una mano, con la suya libre.
-¿Por qué vino Rebeca a tu casa?- pregunto manteniendo el volumen de voz.
-Nuestra casa Polcino- aclaro el mayor mirándolo con una sonrisa, y regresando su vista al frente.
Su madre iba en el asiento de atrás, muy callada, sonriendo por la respuesta de su yerno. Ohm iba manejando y su pequeño hijo iba a su lado.
-Y no se decirte que estába haciendo en nuestra casa- recalco- apretando su pequeña mano.
-Pe…pero ¿Cómo supo dónde encontrarte? - lo miro de reojo.
-Eso ya lo sabes- le dijo quedamente- lo más seguro es que quería hablar sobre los hoteles.
-No lo creo- frunció el ceño.
-¿Podemos hablar de esto más tarde?- pidió sabiendo que su suegra estaba escuchando todo.
-Está bien- concedió no muy convencido el pequeño.
Se dirigieron a una de las mejores pizzerías de la ciudad. Aunque él no era muy fan de la comida chatarra, le cumpliría todo lo que quisiera a su “Destinata”. Todo por hacerlo feliz, jamás dejaría que el sufriera por nada.
Tomaron una de las mesas más alejadas, el lugar era bastante familiar, así que había bastantes niños, de hecho, eran el único grupo de adultos, sin ningún pequeño a su alrededor.
-Me vengo dando cuenta de que no me he presentado correctamente- dijo Ohm a la señora Natouch.
-Las circunstancias no ayudaron mucho- le sonrió comprensiva.
-Cierto- concedió el, devolviéndole la sonrisa.
-Así que Ohm, eres dueño de unos de los mejores hoteles del mundo- le contesto la señora.
-No sé si será de los mejores, pero trabajamos en ello.
-No seas modesto, me he hospedado en algunos, alrededor del mundo, y no dejan nada que desear- contesto con mirada orgullosa.
-Gracias por su fe- le dijo con mirada brillante tomando la mano de su prometido.
-Yo también soy un Tithiwat- interrumpió el rubio hermano.
Todos voltearon a ver a Boun, y rieron divertidos.
-Lo soy- se defendió indignado el joven. Y eso causo más risas.
Las pizzas llegaron, interrumpiendo su plática. Cenaron en un ambiente ameno y divertido, contando anécdotas vergonzosas de sus hermanos. Dejaron el lugar a media noche, cuando prácticamente los echaron de ahí.
Llegaron a la mansión todavía entre sonrisas cómplices y rodeados de un aura de felicidad. Se despidieron para ir a dormir, con protestas de Boun y Fluke, que querían seguir la noche. Eran unos niños.
Subieron a sus habitaciones, acompañados de sus parejas, y Samantha junto con Pannin, mientras Martjha con una sonrisa los veía.
Ohm y Fluke entraron en sus aposentos.
-¿Te divertiste?- pregunto el mayor quitándose el saco.
-Mucho- contesto muy sonriente el menor también empezando a desvestirse. -Gracias- lo miro a los ojos.
-Me alegro mucho Polcino- se desabrocho la camisa con mirada intensa.
-Deberíamos ducharnos- le dijo sacándose el sweater por la cabeza.
-¿Tu crees?- pregunto desabrochándose el pantalón y bajándoselo de un tirón, dejando ver bajo su ropa interior su enorme erección.
-Por favor- pido también desnudándose sin bajar la mirada.
El más grande extendió su mano ya estando completamente desnudo y lo guio hacia el baño. Mientras se llenaba el jacusi, ellos se besaban tiernamente, y acariciaban sus cuerpos.
-Tengo que cerrar la llave- dijo el más grande, separándose lentamente de su amor. Introdujo unas esencias de vainilla y rosas en el agua. –Ven aquí- pidió con una sonrisa sexy.
Y él así lo hizo, como hipnotizado, camino con pasos pequeños hacia su amado y se dejó guiar hacia el agua. Se introdujeron en la tina de agua caliente, y un olor agradable. Se pusieron champo mutuamente, entre sonrisas cómplices y palabras de amor. Se besaban con ternura, pero entre más lo hacían más se excitaban. Cuando Ohm entro en él, el pequeño jadeo de placer, sintiendo como el oxígeno en sus pulmones se retenía. Los movimientos empezaron lentos, haciendo que el agua ondulara con suavidad sobre el jacusi. La pasión fue creciendo, y los jadeos y respiraciones fueron aumentando, conforme el movimiento de sus caderas dentro del agua. Ambos gritaron al llegar al éxtasis.
El más grande tomo en sus brazos a Fluke, seco su cuerpo con cariño, mientras este se estaba quedando dormido. Lo subió en su regazo con cuidado para no despertarlo, y lo dejo suavemente sobre la cama. Apago las luces y se metió entre las sabanas y pego su grande cuerpo al más pequeño, lo abrazo y se dejó llevar por el sueño.
La luz entro a raudales por las puertas de la terraza de la recamara. Ohm se movió acercando más el diminuto cuerpo a su lado, el cual se arrebujo contra su cuerpo desnudo. El más grande gimió satisfecho.
Alguien llamo a la puerta de la recamara, interrumpiendo ese cálido y sensual abrazo. Pero ambos cuerpos desnudos bajos las sabanas solo se acercaron más entre ellos.
-Deben despertar- dijo en voz baja la nana atreves de la puerta, sin atreverse a abrirla, ya que sabía que lo que estaba dentro no se le permitía verlo.
-Cinco minutos más- dijo una dulce voz, muy adormilada.
-Joven Natouch- empezó la canosa- ya es muy tarde, deben levantarse. - pidió divertida.
-Ohm- llamo el menor- alejándose a duras penas del delicioso cuerpo a su lado.
-Mmmmmm- se quejó acercándolo de nuevo hacia él.
-Es tarde- dijo girándose y tratando de mirar la hora. Se alejó con movimientos perezosos hacia el buro donde estaba un reloj digital. La hora marcaban las dos de la tarde, eso hizo que se sentara de golpe. - Ohm- exigió volteando a ver a su amado que descansaba plácidamente.
-Ven acá- ordeno con voz adormilada trayéndolo de nuevo a su lado.
-Ohm- se quejó falsamente al sentir el roce de sus cuerpos.
Y sin previo aviso, sintió como los carnosos y esquisitos labios se apoderaban de los suyos. Correspondió el voraz beso y se restregó sobre el otro cuerpo, de ahí estuvieron perdidos. Hicieron el amor con pasión y entrega, sin importar nada más.
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Samantha, dos de sus hijos y dos de sus futuros yernos estaban disfrutando de un delicioso postre que habían hecho Martjha y Pannin. La piscina techada estaba en calma por falta de intrusos.
-Ya me imagino que habrán hecho esos dos- interrumpió el calmado silencio Boun- es muy tarde para que sigan en la cama. – sonrió perversamente.
-Calla- ordeno Prem con los ojos bien abiertos.
- Lo siento- se disculpó el rubio, sin en verdad sentirlo.
-¿Qué hacen?- pregunto Fluke entrando en el lugar.
-Buenas tardes- saludo Earth divertido.
-Lamento la tardanza- se disculpó Ohm- nos quedamos dormidos- hizo que su Polcino se sentara y él lo siguió.
-¿Dormidos?- pregunto burlonamente el rubio Boun.
-Así es- contesto seriamente su hermano mayor.
-Me imagino que tienen hambre- interrumpió la señora Natouch, levantando su brazo para llamar a Pannin.- Trae hot cakes y café por favor- pidió.
La vieja mujer asintió y salió del lugar para obedecer las órdenes de su señora.
-Pronto podrán desayunar- Les sonrió tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas.
Ambos hombres le sonrieron agradecidos.
-¿Nadie quiere nadar?- pregunto Earth levantándose.
-Yo si- contesto Boun también dejando su lugar.
Y ambos chicos salieron del lugar para ponerse su traje de baño.
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Saint llego al elegante edificio, y bajo de su coche. Con pasos decididos se dirigió a le entrada.
-¿Seguro que estarás bien?- pegunto Perth bajándose del vehículo.
-Seguro- respondió el rubio con una sonrisa.
-Te amo bebé- anuncio en un grito en pelinegro.
-También te amo- contesto sonrojado el mayor.
-Todo irá bien, solo tenle paciencia. - aconsejo Perth a su esposo.
Saint le mando un beso al aire antes de girarse y entrar en el edificio.
Presiono el botón del elevador, tomando aire sabiendo lo que se avecinaba. Entro por las puertas metálicas y se recargo en la pared que tenía detrás. Llego hasta su destino y toco no muy convencido. Sabía lo que le esperaba, y no le agradaba mucho, pero sabía que tenía que hacerlo, tanto por su amiga, y con más razón por su Rey.
La puerta se abrió lentamente, y dejo ver a una mujer con dolor en los ojos y bastante desequilibrada.
-Rebeca- dijo bastante sorprendido, ya que sabía que estaría mal, pero no imaginaba que tanto.
-Pasa- invito la mujer con voz estrangulada.
El rubio entro en la recamara, y se quedó más sorprendido. Había un gran desorden, la cama estaba solo con el colchón, y había ropa desperdigada por todo el lugar. Las lámparas estaban en el suelo, las cortinas corridas casi desprendidas de sus ganchos, y los cajones abiertos. También un olor a alcohol y otras sustancias inundaban el lugar.
-Rebeca- dijo sorprendido, entrando en la habitación.
-Todo está acabado- le dijo alejándose de el- Ohm no solo encontró a su “Destinata”, sino que se va a casar con él.
-Por favor siéntate- pidió el joven dejándola sobre el colchón.
-¿Por qué?-pregunto con voz quebrada.- ¿Por qué me hizo esto?- su cuerpo temblaba.
-Tu sabías que esto pasaría.
-Lo sé, pero, no quiero que pase- contesto rompiendo en llanto.
-No puedes hacer nada, más que aceptarlo- aconsejo Saint.
-No lo acepto- Grito histéricamente.
-Rebeca, cálmate – pidió el rubio.
-No puedo- siguió gritando fuera de sí.
-Claro que puedes- dijo seguro Saint.
-Tu no me entiendes- le grito levantándose. - No has estado enamorado por más de ochocientos años de una persona que solo te ve como un amigo, mientras tú lo amas con todo tu ser.
-Tienes razón- la secundo- no lo sé.
-¿Entonces con qué derecho me dices que me comprendes?- pregunto con los ojos rojos.
-No tengo el derecho- dijo tratando de entender el dolor de su amiga de la infancia. - Lo único que se- siguió- es que, si Perth no estuviera destinado a mí, hubiera respetado sus sentimientos.
-Mientes- exclamo levantándose- no sabes el dolor que estoy sintiendo.
-Lo intento- Le puso sus manos sobre los hombros más pequeños.
-Ellos tienen que pagar- se soltó de su agarre.
-No sabes lo que dices- la miro desconcertado.
-Se lo que digo- le aseguro limpiándose las lágrimas.
-No lo sabes- repitió el rubio siguiéndola con su mirada. - Omh es nuestro Rey y Fluke es su “Destinata”- dijo desconcertado.
-No me importa, el me amara. - aseguro la rubia alejándose.
-No sabes lo que dices- repitio su amigo con incredulidad.
-Parece que no me conoces- sonrió maquiavélicamente.
Saint meneo su cabeza con decepción.
-Te estimo mucho Rebeca- le dijo con tristeza- pero estas mal, nunca podrás contra nuestro Rey por muy amiga que seas de el- salió de la recamara sintiéndose bastante mal por su amiga de la infancia.
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Ohm tenía que hacer un viaje de negocios, habían pasado dos semanas, desde que su madre y Pannin habían llegado con ellos, y su majestad había descuidado los hoteles, pero ya no podía hacerlo más.
-De verdad no me gusta dejarlas solas- dijo en el desayuno el dueño de la casa.
-No digas eso, ya has hecho más que suficiente, no es justo que te alejes mas de los negocios- contesto comprensiva.
-Yo también lo siento madre- bajo la cabeza avergonzado.
-No se disculpen, por favor- pido la señora Natouch- ustedes están pormetidos, el obvio que no quieren separarse- les sonrió.
-Estaremos de regreso en unos días- informo Ohm a su suegra- y podermos darle seguimiento a la búsqueda de Intouch.
En esas dos semanas, su yerno le había pedido hablar con ellos sobre algo muy importante, y Samantha había creído que tocarían el tema de la boda, pero su sorpresa fue avasalladora al escuchar el nombre de su pequeña hija en esa conversación. Al parecer la habían encontrado, e iban a ir por ella. Su alegría fue tanta que se soltó llorando, frente al desconcierto de los presentes. Sus hijos habían ido de inmediato a consolarla, mientras sus parejas se quedaron quietos sin saber cómo reaccionar. Kao había sido el encargado de ir a confirmar la información recabada los días anteriores, pero cuando regreso de su viaje no les llevo buenas noticias. La anciana, ex amante del abuelo Natouch había fallecido apenas una semana antes, y fue suficiente para que su hijo vendiera la pequeña propiedad y se llevara a la niña con él. Así que tenían que investigar de nuevo.
-Gracias Ohm- contesto su suegra, con los ojos acuosos.
-Ni lo mencione, pero se quedan en buenas manos.- les dijo, sabiendo que ellas estarían bien con Kao y Boun a su lado.
Después de que terminaron de desayunar, se despidieron del resto, y se subieron en el auto que los llevaría supuestamente al aeropuerto. Dejando el carro en el estacionamiento subterráneo de unos de los hoteles Tithiwat de esa ciudad, se dirigieron a la oficina de Ohm, tomados de las manos y sonrientes.
El mayor atendió unos asuntos urgentes, para poder partir pronto. Irían a las islas maldivas, su hotel en estas, requería de su atención, pero antes arreglaría lo más urgente. Fluke se distrajo con su teléfono, viendo los estados de sus ex compañeros de universidad, sacándole hermosas sonrisas, le alegraba que fueran felices, y que estuvieran escalando profesionalmente. Él podría trabajar después, aun no le había dicho nada a Ohm, pero sabia que él lo apoyaría. Volteo a verlo, y sonrió al verlo tan serio hablando por teléfono en quien sabe qué idioma. Admiraba mucho esa parte de su pareja, era una persona fuerte y muy inteligente, con Ohm se sentía más seguro que nunca, y nunca podría agradecerle todo lo que había hecho por su familia.
El mayor termino la llamada y giro sus ojos para mirar a su razón de vivir, sus ojos se encontraron.
-He terminado- anuncio levantándose Ohm- ¿Estás listo para quitarte toda esa ropa de encima? - pregunto seductoramente, acercándose al más pequeño.
-Más que listo- respondió este levantándose del sillón.
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SOLO MÍO (COMPLETA, EN EDICIÓN)
FanfictionSINOPSIS Su padre lo había vendido al mejor postor, Fluke no lo podía creer todavía. Sabía que Boston Natouch nunca había estado en buenos pasos, y que hacia tratos con gente de cuestionable reputación, ¿Pero al grado de salvar su pellejo a costa de...