CAPITULO 43 ADIOS BOSTON

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-Hola- respondió la mujer al otro lado de la línea.
-Alejandra, ¿podría hacerme un favor?.- dijo sin siquiera saludar.
-Claro- respondió está sorprendida al reconocer la voz.
-Les he dicho a mis hijos sobre el fallecimiento de Boston, así que te vemos mañana.
-¿Saben sobre mí?- cuestiono sorprendida.
-Todo iba en el paquete- trato de bromear Samantha sin lograrlo.
-¿Dónde los veo?
La rubia menciono un famoso hotel de la ciudad, el de su yerno.
-Nos vemos ahí a las dos de la tarde- confirmo Samantha, y termino la llamada. Sabía que había sido muy grosera, pero no le nacía empatía por la otra mujer.
Los días anteriores habían sido un caos emocional para todos. Tomaron uno de los aviones privados de la compañía Tithiwat, haciendo transbordo sin problemas. Llegaron al hotel y se instalaron en sus habitaciones, el viaje fue bastante silencioso, trataron de aparentar naturalidad, pero no fue posible. 
Iban a ver la tumba de su padre, y a la otra esposa de su padre. No sabían que los había sorprendido más, sus corazones estaban apesadumbrados y dolidos, se sentían traicionados.
Alejandra llego al lugar acordado sintiendo su estómago duro y el corazón estrujado, sabía que ese día llegaría, donde tenía que enfrentar a la familia de Boston, así que todo tendría que salir bien.
Se dirigió hacia el restaurante del hotel y tomo asiento esperando su condena. Apenas tenía unos minutos esperando cuando los vio llegar, se sintió pequeña, solo había tenido a sus padres y a Boston, pero ellos, eran una familia, no es que ella no hubiera tenido una, pero ellos eran lo que siempre quiso y no tubo.
-Bienvenidos- dijo levantándose de su silla con la garganta cerrada.
Todos se sentían bastante incomodos.
-Un placer conocerlos- empezó la italiana con voz temblorosa, mirándolos- siéntense por favor.
-Alejandra, yo soy Ohm Tithiwat le extendió la mano- soy el prometido de Fluke- dijo abrazando por los hombros a su pareja, ya que estaba temblando.
-Buenas tardes- dijo en un hilo de voz el menor, serrando sus manos en puño, dejando que el calor a su costado lo tranquilizara, si Ohm estaba con él, todo estaría bien.
El resto también se empezó a presentar mientras tomaban asiento y Fluke divagaba en sus pensamientos. Aun no podía creer que su padre ya no estaba en este mundo, tan de repente, al parecer su padre había estado enfermo del corazón, y nadie lo había sabido, él nunca les dijo nada, excepto a esa mujer, volteo a mirarla, se le notaba bastante tensa, era normal en esa situación tan bizarra.
La mujer era maso menos de la edad de su madre, su cabello castaño lo llevaba rígidamente agarrado a la nuca, tenía un bonito perfil y grandes ojos azules, si dejara de tener una sonrisa temblorosa, se vería bastante guapa. No sabía la historia del falso matrimonio de su padre con esa mujer, y no sabía si ella era igual de inocente que ellos o era igual que su padre de despiadada y egoísta, parecía buena persona, pero no se dejaría engañar, ya que su padre ante otras personas era alguien ejemplar.
Les sirvieron la comida, Fluke ni se había dado cuenta de que les habían llevado la carta, parecía el más conmocionado de todos, incluso su hermana Intouch que acaba de llegar a la familia, se veía tranquila. Miro a su madre, y aunque aparentaba tranquilidad, sabía que no era así, sabía que estaba destrozada. Por todos los cielos, estaban comiendo con la esposa falsa de Boston Natouch, y terminando de comer irían a ver su tumba, la situación no era nada normal.
Comió sin ganas, con bocados pequeños, sabiendo que todo el tiempo era observado por Ohm, y sabía que estaba preocupado por él, pero no tenía ánimos de hablar. No estaba molesto con el por haber ocultado el falso matrimonio de su padre, bien si seguía algo molesto, entendía la razón por la cual Ohm no se lo había dicho, y le creía cuando decía que no sabía nada sobre la muerte del mismo.
Ohm tomo su mano y lo saco de sus cavilaciones.
-Vamos Polcino- le dijo con una pequeña sonrisa, como si supiera lo que había estado pensando todo ese tiempo.
El más pequeño asintió y lo siguió, agarrando fuertemente su agarre.
Salieron del hotel Tithiwat, y subieron en dos limosinas que los llevaría hasta el panteón. El camino se hizo en silencio, era obvio que, aunque todos, excepto Fluke, aparentaban naturalidad, nada era normal en esa situación.
Se bajaron de los autos, y siguieron a Alejandra con el corazón en un puño. Caminaron lentamente bajo el fuerte sol, pero nadie se quejó. Llegaron hasta una tumba de mármol negro, y Fluke no pudo evitar pensar que representaba totalmente a su progenitor.
-Los dejare solos- anuncio Alejandra mirando a Samantha, y se fue de ahí.
FLuke sin poderlo evitarlo sollozo y se acurruco en el pecho de su amado. Con la mente embotada escucho a su hermano Earth llorar, y a su madre, quien entre vista borrosa vio que era abrazada por su hermano mayor Prem.
Estuvieron frente a la tumba por más de veinte minutos sin que nadie dijera nada, solo se escuchaban suspiros y un que otro llanto. Regresaron en su silencio sepulcral hasta las limosinas para regresar al hotel.
-El chofer te llevara hasta casa- le dijo Samantha a Alejandra en cuanto llegaron al hotel.
-Gracias- se limitó a decir, y se volvió a subir al carro dándoles la última mirada con pesar.
Todos fueron a sus habitaciones sin cenar, sabiendo que era muy temprano para ello. Esa vez Ohm y Fluke hicieron el amor como si fuera la primera vez, tan parecido a cuando él había regresado y aun tenia aspecto de Banshee.
Al regresar a la mansión Tithiwat en América, todos se comportaron como si nada de lo que hubieran vivido los últimos días fuera real y se concentraron en la boda de Fluke y Ohm. El menor se dejó llevar por el ambiente.
Los días pasaron, convirtiéndose en semanas, y estas en meses.
-Ya te dije que quiero todo en azul y blanco- repitió Fluke a Earth por milésima vez.
-Pero el amarillo es mejor- respondió el rubio tercamente.
-Cuando te cases con Kao, puedes poner todo el amarillo que quieras- le dijo sonriendo.
Este miro embobado el anillo en su mano izquierda, con una hermosa sonrisa. Kao le había pedido matrimonio hacia solo una semana, Fluke pensaba que ya se había tardado, ya que de los tres era la relación más larga, por meses, pero lo era.
-No entiendo como el amarillo no te parece fabuloso, pero tienes razón.
-Entonces, podrás respetar mi azul- le dijo levantándose de su lugar.
-Pues bien tú, y tu ignorancia por el amarillo- bromeo su hermano también levantándose con una enorme sonrisa.
Los hermanos se abrazaron siendo interrumpidos por su pequeña hermana.
-¿Siguen en su disputa sobre el amarillo y el azul?- cuestiono entrando en la recamara.
-No, ¿Cómo crees?- respondió el castaño.
-Si no los conociera- se acercó a ellos.
-Eres demasiado perceptiva- la abrazo Earth.
-Gracias- presumió la menor.
Y los tres se enfrascaron en decoración de bodas.
Su pequeña hermana ya estaba más que habituada en la familia, y que decir de su padre adoptivo, él también se veía bastante cómodo con todos ellos, en especial con su madre, pero Fluke no quería pensar en eso.
Pasaron el resto de la tarde hablando sobre la boda y lo que les hacía falta para que fuera perfecto. Prem estaba demasiado ocupado tratando de hacerse cargo del negocio familiar. El abogado de su padre se había presentado ante ellos hacia unas semanas dando la lectura del testamento del cual en su momento no habían sido testigos. Este había llegado una mañana a una hora muy temprana para estar todos espabilados, pero su madre ya les había avisado de que iba todo, ella era la mayoritaria en la empresa Natouch, pero como les había confesado, no quería manejar el asunto, y se le dejaba toda la responsabilidad a Prem.
Solo quedaba un mes para la boda de Ohm y Fluke, lo cual los enfrasco solo en ese tema.
Fluke ya se había probado su traje de boda más de quince veces en esas semanas, ya cada vez que lo hacía se enamoraba más de el.
-Te ves perfecto- dijo su madre acercándose al él y tomando sus hombros- eres el más precioso novio de la historia- le sonrió atreves del espejo.
-Y Prem, Earth e Intouch- le dijo divertido.
-Así es, son mis preciosos hijos- lo abrazo contra sí.
-Te amo- confeso después de tantos años, ya que no recordaba cuando había sido la última vez que se lo había dicho.
-También te amo mi pequeño y hermoso Fluke.- le beso la frente.
Se apretó contra su madre y lloro, no impido que las lágrimas brotaran de sus ojos, así que dejo salir todo. Su secuestro, que ahora no lo lamentaba, al contrario, estaba agradecido, pero en su momento sufrió y en ese momento dejaba salir todo el sufrimiento que sintió en el pasado, al haberse sabido vendido, o más bien regalado al enemigo de su padre, sumando toso su sufrir en el pasado, no solo de él, sino de su familia entera. Su madre engañada y utilizada por un hombre sin escrúpulos, excepto con la señora Alejandra, y eso no estaba seguro, ya que ella parecía también haber sido una víctima.
Todos esos años en los que habían requerido sus hermanos y él ser abrazados con amor, y nada de eso había llegado, ya que ahora que lo pensaba bien, Boston manejo como títere a su madre, y se lamentaba por sus hermanos y su madre. No entendía por qué lloraba como Magdalena, debían ser los nervios por la boda.
-Todo está bien mi precioso hijo- lo trato de consolar su madre, ya que también lloraba, entendiendo como se sentía su hijo.- también te amo con todo mi ser- acaricio su cabello.
Ambos dejaron salir todo el dolor, sin mitigar su llanto. Después de varios minutos, y que su respiración se normalizaba, se separaron lentamente, y se sonrieron comprendiéndose.
Samantha salió de la habitación sintiendo su corazón más ligero, hacia tanto que no sentía tanta paz.
En cuanto su madre salió, Fluke se dejó caer, y lloro más, por todas las mentiras que le había dicho y no podía confesar, sumando la información que no era mentira. Que Ohm y el eran vampiros, que no había estado estudiando en Perú, se sentía tan culpable por todo ello, pero no podía hacer nada.
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El día de la boda estaba cerca, Ohm había estado algunos días fuera ya que tenía bastantes pendientes, pero se presentó en México cuatro días antes del gran evento sintiéndose culpable, abrazo por detrás el pequeño cuerpo que lo esperaba.
-Lamento haber tardado- se disculpó contra el blanco cuello.
-No tienes que disculparte- respondió el menor acariciando las manos que lo envolvían.
-En pocos días es nuestra boda, y yo he estado ausente- se quejó.
-Nadie te juzga- consoló acercando su espalda hacia el más grande.
-Boun me dijo que no te habías estado sintiendo bien, y me sentí tan impotente de no estar a tú lado.- le dijo olfateándolo.
-Son los nervios de la boda-le contesto- solo un poco de incomodidad estomacal.
-¿Estas seguro?- cuestiono preocupado el pelinegro.
-Claro que sí, ¿Qué más podría ser?- lo consoló girándose para quedar frente a su futuro esposo.
-Te amo Fluke Natouch, con todo mi corazón.
-También te amo Ohm Tithiwat- lo beso.
Después de varios besos se fueron a la cama, y se quedaron dormidos en cuanto su cabeza toco la almohada. 
Al día siguiente fue un caos, ya que Ohm había llegado todos los abordaron con temas sobre el gran acontecimiento, y así fueron los siguientes días, un ir y venir con todos los preparativos.
Ohm estaba preocupado porque su Polcino había estado devolviendo el estómago en esos días, sabía que él no se sentía bien desde hace unas semanas, pero eso ya estaba bien. Todo lo había adjudicado a los nervios por la boda, pero ya no estaba tan seguro, Fluke comía poco y sin ganas.
El Rey había apartado a su “Destinata”, del almuerzo que tenían un día antes del gran acontecimiento llevándolo a su dormitorio.
-Sé que no te sientes bien- expreso al momento que el más pequeño salía a toda velocidad hacia el retrete y vaciaba el estómago.
Su pareja le sobaba la espalda en sus arcadas estando seguro de por qué de todo eso.
-Lo siento- dijo con voz seca y sabor amargo levantándose del piso.
-¿Sabes lo que te pasa?- cuestiono.
-Nervios post boda- respondo divertido acercándose al lavabo para lavarse la boca.
El más alto dejo que su prometido terminara para tener una seria charla.
-¿Por qué me miras así?- cuestiono a través del espejo cuando termino de enjuagarse la boca.
-Necesitamos hablar- le dijo serio.
-¿Qué sucede?- lo siguió dentro de la habitación.
-Ven y siéntate- le pidió golpeando suavemente el lugar a su lado.
-Y bien, ¿Por qué tanto misterio?- le sonrió sentándose.
-Amor- le tomo la mano- creo que podría estar embarazado.
Fluke abrió mucho los ojos.
-¿Em… embarazado?- cuestiono tragando saliva.
-Eres un Doncel- le sonrió- y si no lo fueras, por el hecho de ser mi “Destinata” y haberme aceptado como tu pareja, tu cuerpo se hubiera adaptado para que pudieras procrea vida.
-¿De verdad crees que podría estar en cinta?- pregunto con una enorme sonrisa tocándose en vientre con su mano libre.
-No hemos tomado ninguna medida preventiva- se acercó más a él.
Los hombros del pequeño empezaron a temblar, y sus sollozos salieron.
-No llores amor, ¿Es que acaso no quieres estar embarazado?
-No… no es eso- siguió llorando- solo que me siento tan feliz- dijo en hipos ya que en ese momento lloraba a mares.
-Mi amor, todavía no es seguro- lo abrazo fuertemente- primero tiene que revisarte el medico real.
-Creo que no le podemos ocultar más a mi madre nuestra naturaleza- hipo contra su pecho.
-También lo he pensado- le acaricio el cabello.
-Mañana nos casamos- dijo feliz separándose del fuerte y grande cuerpo que lo cuidaba.
-Por eso, vamos a ir a reunirnos con el médico- le seco con delicadeza las lágrimas que se habían quedado en sus suaves mejillas.
-Está bien- lo miro con adoración.
Salieron de la mansión hacia el Hotel Tithiwat donde los esperaba del doctor, el cual confirmo la sospecha del Rey, el “Destinata” estaba en cinta.
Fluke grito de felicidad y dio brincos en su lugar, siendo reprendido por su futuro esposo.
-Muchas felicidades su alteza- reverencio el canoso con una enorme sonrisa. - felicidades “Destinata”.
-Muchas gracias- respondió el más alto con una sonrisa llena de orgullo.
-Vamos a ser padres- grito el castaño abrazando a su pareja.
-Lo seremos- lo rodeo sumamente feliz.
-Los dejo- reverencio de nuevo el mayor y se desapareció en su estela.
Ambos jóvenes ajenos a todo siguieron abrazándose en medio de la oficina que tenía Ohm en el hotel.
-Soy tan feliz- dijo el más pequeño contra la camisa del otro.- vamos a tener un bebé.
-Gracias Pollito- le dijo en español con la voz quebrada por la emoción.
-Creo que mi madre ya se sospechaba algo.
-¿Por qué lo dices?- cuestiono separándose y acariciando el rostro del más bajo.
-Su sexto sentido me imagino- se encogió de hombros.- pero me miraba de una manera diferentes y también me consintió más de lo habitual.- sonrió tímidamente.
-Al fin una madre- secundo el más alto con una enorme sonrisa.- Quiero hacerte el amor- confeso cambiando totalmente de tema.
-¿El bebé estará bien?- pregunto preocupado.
-No tienes una semana de embarazo- informo el pelinegro- nuestro pequeño o pequeña lleva tiempo ahí, y no ha pasado nada malo- le sonrió sensualmente, apareciendolos el pent house de su hotel en México, donde por primera vez se habían visto a los ojos, donde habían por fin conectado, como uno solo, como “Destinatas”, e hicieron varias veces el amor antes de regresar a la mansión Tithiwat.
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El día de la boda llego, y la mansión era un caos total. Los del cáterin que fueron contratados habían llegado desde muy temprano para preparar todo en el jardín trasero del lugar. Samantha daba órdenes a diestra y siniestra junto con Pannin y Marthja. Debían de dejar todo ordenado lo más pronto posible.
Fluke despertó solo entre las sabanas, su madre les había pedido, no más bien exigido que los futuros esposos pasaron su última noche en camas separadas, a pesar de que ya se conocían hasta lo más recóndito, lo que hizo sonrojar a los jóvenes por su sinceridad.
Eran las siete la de la mañana, y el barullo lo había hecho salir de su sueño. Estaba emocionado y excitado, lo que lamentaba es que no lo dejarían ver a su oso hasta llegar a la iglesia. Sonrió sin poder evitarlo, no se imaginaba a Ohm esperando sin nada que hacer, pobre, ojalá no fuera tan insoportable para él, sabias que no dejarían que se le acercara a varios metros. Sentado en la suave cama se estiro perezosamente para ir a tomar un baño.
-Buenos días novio- grito su hermano Earth entrando en la habitación.
-Buenos días- Saludo Prem cerrando la puerta tras de sí.
-¿Qué hacen tan temprano?- cuestiono mirándolo y diciendo entre un enorme bostezo.
-Veníamos a hacer más amenas tus horas antes de la boda.- contesto el rubio dejándose caer en un sillón.
-Lo que dijo Earth, y también, evitar que salgas corriendo hacia Ohm- sonrió dejándose caer al lado de su hermano.
-Los mando mi madre- les sonrió aun somnoliento mirándolos.
-Sus palabras son ordenes- contesto feliz el hermano mayor.
-Veo que están muy emocionados- observo feliz el menor de los tres- pero ¿Dónde está Intouch?
Apenas termino de hablar cuando su hermana menor entro corriendo y la cara arrebolada.
-Lamento la tardanza- dijo jadeando.
-¿Por qué tan acalorada?- cuestiono Prem.
-Estaba ocupada- les sonrió cerrando firmemente la puerta.
-¿Tan temprano?- pregunto el rubio mirándola directamente.
-Todos andamos ajetreados- se excusó la menor de los cuatro.
-Yo voy a tomar un baño- anuncio el castaño sonriente.
-Necesitas un tratamiento especial- lo detuvo su hermanita.
Y Fluke se dejó consentir por sus tres hermanos. Le prepararon la tina de baño, con agua tibia, justo a la temperatura que su cuerpo necesitaba, lo llenaron de pétalos de rosa y otras sustancias que harían que su cuerpo quedara con un delicioso olor.
-Estoy agradecido- se giró y los miro- pero no me pienso desnudar frente de ustedes. – les sonrió empezando a desabrocharse el pijama.

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