El menor se movió un poco para arrebujarse más sobre la suave almohada bajo su rostro. Soltó un pequeño suspiro y sus dulces labios rozaron una cálida piel, abrió sus ojos de golpe al recordar lo que había pasado la noche anterior, se levantó con rapidez. Miro el cuerpo que hasta hace un momento estaba abrazando, ¿Qué había hecho?. Se miró el pecho lleno de marcas rojas, levanto la sabana con manos temblorosas, para confirmar que estaba desnudo.
Salió de la cama y entro corriendo en el vestidor y se puso lo primero que encontró. Su trasero protestaba con leve dolor punzante. Pero no era momento de pensar en eso. Se asomó y vio que Ohm seguía durmiendo, así que se dirigió el baño, sentía algo viscoso bajar por sus piernas. Se quitó la ropa de nuevo y se metió bajo el chorro de agua. ¿Cómo había pasado todo eso? ¿En qué demonios estaba pensando?, se preguntó poniéndose shampoo en el cabello. Hizo todas esas cosas con Ohm, se tallo con frenesí el cabello, ¿Ahora qué?, tomo la barra de jabón, y al pasarla sobre su cuello sintió un pequeño dolor, se acercó al espejo y se vio dos pequeños puntos, paso sus dedos sobre ellos. Ahora recordaba que lo había mordido, pero había estado tan ensimismado en el placer que estaba sintiendo que no le había dado importancia. ¿Qué tipo de fetiche tenía ese hombre?
Se terminó de duchar, y tomo una toalla para secarse. Tuvo que lavarse con mucho cuidado “esa” parte. Se puso de nuevo la ropa que había tomado, y se puso a lavarse los dientes, estaba enjuagándose la boca cuando entro Ohm, desnudo en todo su esplendor. Escupió ensuciando el espejo, de agua y pasta dental.
-Buenos días Polcino- saludo muy quitado de la pena, volteando al pequeño para robarle un apasionado beso.
La mente de Fluke quedo en blanco y solo se concentró en devolver el beso con la misma pasión con la que estaba siendo besado. El mayor lo tomo de las nalgas haciendo que el menor gimiera y abriera más su boca, las lenguas se acariciaron con gusto. El más grande mordió el labio inferior del contrario, y termino el beso.
-¿Qué te gustaría desayunar?- le pregunto Ohm, sin dejar de abrazarlo.
-¿No lo estábamos haciendo ya?- pregunto descaradamente.
Y el más grande rio, fue uno de los sonidos más hermosos que Fluke hubiera escuchado en su vida, y esos hoyuelos que se le formaban eran tan sexys.
-Me refiero a comida pequeño- le contesto riendo y apretándolo más hacia él.
-Bueno- contesto haciendo un puchero.
-Deja que me bañe y te veo en el comedor. – Lo soltó dándole una nalgada y se dirigió a la bañera.
El menor se deleitó con la vista de ese desnudo trasero. No sabía que le estaba pasando, como después de haber hecho lo que hizo con Ohm, podía ser tan descarado y portarse como si nada. Se giró con una mirada lujuriosa y dejo que su amante se bañara.
Miro el reloj digital del buro, eran las ocho con quince de la mañana. Las mujeres ya debían de estar haciendo el desayuno. Se cepillo el cabello sin dejar esa sonrisa pícara. No lo entendía, pero se sentía feliz por primera vez, desde que estaba en ese lugar. Se sentía extrañamente completo. Miro la marca en su cuello, era una cicatriz extraña, ¿Cómo había curado tan pronto?
Salió de la recamara mientras el agua se escuchaba correr en la regadera.
-Buenos días – saludo alegre a las tres mujeres.
-Buenos días joven Natouch. – contestaron al unísono.
-Quiero Hotcakes- anuncio el menor.
-Hotcakes serán- respondió la mujer canosa, sonriendo por el buen humor del menor.
-Hare licuado de nuez con fresa – dijo el pequeño abriendo el refrigerador.
Lo dejaron hacer, ya que sabían que le gustaba de vez en cuando inmiscuirse en los deberes de la cocina.
-Alguien amaneció feliz – susurro Itzel notando la marca del menor.
Martjha miro a su nieta con mirada reprimiéndola, mientras Iris trataba de reir disimuladamente.
Fluke desinfecto las fresas, y las dejo a un lado del garrafón de leche, saco la bolsa de nueces de la alacena, abrió el paquete y puso dos puños de este fruto en la licuadora. Se dispuso a cortar las fresas, y siguieron el camino de la nuez. Echo la leche con un chorrito de vainilla. Y el sonido estruendoso lleno el lugar. Saco los vasos de cristal.
Mientras era observado con disimulo por cuatro pares de ojos. Tres de ellos curiosos y los otros con satisfacción. El más pequeño ignorando todo esto, sirvió los vasos, giro con el licuado en las manos y se quedó quieto al verse observado.
-¿Qué sucede? – les pregunto a los presentes.
-Nada – dijeron las tres mujeres muy sonrientes, y siguieron haciendo lo que habían pausado.
-Licuado de fresa con nueces – dijo sonriendo Fluke al más alto, y se dirigió hacia el comedor.
Ohm lo siguió y lo abrazo sorpresivamente por detrás.
-Te veías tan sexy cocinando. - dijo con voz ronca en su oído.
-No… no cocinaba – respondió, sintiendo cosquillas en su oído, tomando las manos que lo abrazaban. – solo hice el licuado – rio sintiendo los besos sobre su cuello.
-Que delicioso- siguió besando la lechosa piel.
-No lo has probado- trato de quejarse sin dejar de reír bajito y retorciéndose en el cuerpo más grande.
-No hablaba del licuado- respondió acariciando las pequeñas caderas.
-Basta, nos van a ver- dijo recordando que no estaban solos.
Un carraspeo interrumpió su pequeño juego.
-Vamos a desayunar – rio por lo bajo el mayor soltándolo y tomando su lugar.
Fluke se sentó con cuerpo tembloroso, y se dispuso a comer. Estaba muy avergonzado, sentía su rostro arder. Sentía las miradas desde la cocina, se sentía mortificado.
-¿Terminaste?- pregunto Ohm a su Polcino, y este solo asintió.
-Martjha- llamo a su nana.
-Si, su alteza- contesto la mujer mayor entrando en el comedor e hizo una reverencia.
-Tienen el día del resto libre, pueden irse- ordeno.
Las tres mujeres se despidieron y salieron del lugar.
-Es hora de hablar Polcino – le dijo el mayor al escuchar cerrarse la puerta del pent house.
-¿De qué? – pregunto curioso mirándolo.
-De nosotros- contesto levantándose del lugar.
Fluke lo siguió hasta la oficina con mirada inquisitiva. Cuando entro el más grande estaba sacando unos libros.
-Ven a sentarte en mi lado- pido Ohm, acomodándose en uno de los sillones.
El menor obedeció, acomodándose a su lado.
-Necesito que para empezar leas las primeras treinta y dos hojas de este libro- dijo dejando un gran tomo muy viejo de pastas color azul rey, sobre sus muslos.
El más pequeño miro el libro recién dejado en su regazo. Estaba en italiano, asi que no tenia ni idea.
-Pero Ohm, yo no sé italiano – le dijo.
-Léelo – ordeno serio.
Fluke miro de nuevo la portada gruesa, mirando las letras sin entender nada. Pero aun así lo abrió, y acaricio las letras. Empezó a ojear el libro, pasaba las hojas con lentitud, tratando de entender algo, pero nada. De vez en cuando miraba al hombre a su lado, su mirada le quemaba y no entendía que le estaba pidiendo el mayor.
-Lo leo, pero no lo entiendo. - dijo al fin el más pequeño.
-Es que no estas concentrado- le dijo Ohm.
-Eso es porque me estas mirando, y me desconcentras- le dijo exasperado.
-¿No te dejo concentrarte? – se burló cruzando la pierna.
-Si quieres que entienda esto, déjame hacerlo- se quejó empujando su pequeño hombro en el brazo de Ohm.
-Está bien- concedió levantándose.
Fluke bufo, y tomo de nuevo el bendito libro, del cual no tenía idea de que iba. Miro la portada y por una extraña razón entendía lo que decía. ¿Qué demonios? “Vampiros” tenía impreso el título. Miro con ojos sorprendido a Ohm, pero este estaba ocupado en su lap top. Regreso su mirada al escrito en sus piernas. Abrió el tomo con mano temblorosa, y sus ojos se abrieron más. Todo lo que veía tenía sentido.
Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, esta superstición es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías. Fueron humanos, pero ahora están en un estado intermedio entre la vida y la muerte, de ahí que se les llame no-muertos, revinientes o redivivos. Se alimentan primordialmente de la sangre de sus víctimas aunque hay descripciones de que también son antropófagos y en algunas culturas se consideraba que la sangre no era la base de su sustento, sino el "fluido vital" humano o la energía psíquica.
No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de un alma.
¿Por qué lo ponía a leer eso?, miro el cuerpo alto que estaba tomando un archivo del librero. Regreso su atención al libro, y siguió leyendo. Cuando menos pensó había terminado las treinta y dos hojas que le había pedido Ohm que leyera. La información ahí era bastante perturbadora, aunque no debía sorprenderse, ya que era conocido la leyenda de los vampiros.
-Veo que terminaste- interrumpió el mayor- lee lo siguiente- le quito ese libro y le dio otro.
Este tomo era sobre varias criaturas mitológicas y sobrenaturales, hadas, duendes, centauros, sirenas y demás. No entendía por qué tenía que leer ese tipo de cosas, pero mas no sabía cómo lograba entender un idioma que no había estudiado.
-Ohm, ya terminé – anuncio cerrando el segundo libro.
-Excelente Polcino- le sonrió y fue a sentarse junto a él.
-Tengo dos dudas- dijo girándose hacia él.
-Dime – le tomo las manos entre las suyas.
-¿Por qué me pediste leer esto?, y ¿Por qué pude entender el italiano?.
-Te pedí que leyeras eso, para que comprendas lo que te voy a decir, y puedes entender el italiano por lo que paso anoche entre nosotros.
El mas pequeño se puso rojo con esto último que escucho.
-Me encanta verte sonrojado- sonrió acariciando sus pequeñas manos.- pero me gusta más cuando eres pervertido.
Fluke bajo la mirada sintiéndose ilógicamente tímido, ya que había pasado todo lo que paso con Ohm.
-¿Por… por que pude leer Italiano?
-Por qué te marque.
-¿Marcaste? – levanto la mirada.
-Así es Polcino, te dije desde nuestro primer encuentro que me perteneces. - acaricio sus nudillos.
-Pero, no… no entiendo- dijo confuso.
-Te pedí que leyeras todo esto- miro los libros- porque eso es lo que soy.
Fluke lo miro sin entender.
-Dime, ¿Qué fue lo que leíste?
-Leí, sobre varias criaturas mitológicas.
-Así es- contesto- ¿Y qué más?
-So…solo eso.
-Polcino – soltó una de sus manos y acaricio su cabello.
¿Estás seguro? – pregunto bajando su mano hacia su cuello.
Fluke se alejó asustado, topando su espalda con la pared. Se acarició la marca que se había descubierto más temprano.
-E…eso no puede ser.- exclamo con los ojos bien abiertos sin abandonar su cuello.
-¿Por qué no puede ser? – se levantó.
-Eso significaría que tu….- lo miro con miedo.
-¿Soy un vampiro? – continuo acercándose al pequeño.
-No no no- dijo moviendo su cabeza de un lado al otro. - esto debe ser una broma.
-No es broma Polcino mío- se quedó frente a él.
-No te acerques – grito extendiendo sus brazos al frente.
-Está bien- suspiro pesado- no me acercaré- dio unos pasos atrás.
Vio como el pequeño temblaba y se abrazaba a sí mismo.
-¿Por qué me haces esto?- pregunto Fluke con mirada acusadora.
-Es nuestro destino.
-¿Destino?, ¿De qué hablas?- pregunto sin separarse de la pared.- ¿Tu destino es hacerme este tipo de bromas?
-Que esto no es una broma- volvió a aclarar el mayor. – Esas marcas en tu cuello, yo las hice.
-Eso es obvio Einstein – dijo molesto. – no me las hice yo, ni me aparecieron por arte de magia.
-¿Quieres pruebas de que esto no es una broma?- descruzo sus brazos.
-Si puedes demostrarlo – contesto más seguro, ya que lo que le estaba diciendo no tenía lógica. Los vampiros eran nocturnos, y malos, hasta donde sabia.
-Está bien- apenas termino de decirlo cuando en una estela de humo rojo desapareció.
A Fluke se le atoro la respiración en la garganta. Eso no podía ser cierto, claro que no, ¿Dónde se había ido? Miro por todo el lugar, pero no había nadie. Se empezó a mover lentamente por la oficina, busco detrás del escritorio, como si realmente alguien tan grande podría estar detrás de él.
-¿O…Ohm? – pregunto nervioso. Debía de ser un truco, él no podía ser un vampiro. Y si, ¿Lo había convertido? Se dijo asustado llevándose su mano al cuello, y con la otra se tocó los colmillos, ¿No estaban más grandes?. Se dirigió a la puerta, y cuando la abrió se fue para atrás y casi cae, si no es por dos brazos que lo sostuvieron, hubiera besado el piso con su trasero.
-Cuidado pequeño – le dijo sonriendo malvada mente.
-Co…como hiciste eso? – le pregunto mirándolo a los ojos y fijándose que eran de color carmesí. Trato de alejarse, pero no pudo, ya que Ohm no lo soltó.
-Ya te lo dije Polcino, soy un vampiro y tú eres mi “Destinata”- acerco su rostro al menor.
¿Por qué tus ojos están de ese color?- pregunto nervioso.
-Porque estoy excitado – aclaro acercándose más.
-¿Q…que? – dijo con la cara roja, tratando de separarse, más paso lo contrario y termino pegado al alto cuerpo que lo aprisiono entre sus brazos.
-Entonces, ¿Todo bien con mi naturaleza? – pregunto con voz ronca apretando más esa pequeña cintura.
-¿Na…naturaleza?
-Así es- beso la coronilla de pequeño.- que yo sea un vampiro y que tú seas mi destinado.
-¿Vas a seguir con esa broma?
-Me viste desvanecerme frente a tus ojos- le dijo levantando una ceja y haciéndolo mirarlo.
-Pu…puedes ser un gran mago – contesto no muy seguro, y se mordió el labio.
-Oh, mi Polcino – le sonrió coqueto – sabes lo sensual que te ves en este momento.
-No, no trates de cambiar de tema- se armó de valor, pero al sentir esa mirada intensa, se volvió a sentir nervioso- ¿No es broma verdad?, en verdad eres un vampiro – le dijo sintiendo que sus manos empezaban a temblar.
-Te dije que no es broma pequeño- acaricio su mejilla.
-¿Pero cómo es eso posible? – le dijo con los ojos muy abiertos. – se supone que son un mito.
-Muchos mitos y leyendas son verdad- le dijo suavemente al sentirlo temblar- ven, vamos a sentarnos.
Se acomodaron en uno de los sillones de la sala, Ohm se acomodó para mirarlo de frente, y tomo ambas manos temblorosas.
-Puedes preguntar todo lo que gustes, y todo te lo contestare con la verdad, sin ocultarte nada- lo miro con comprensión, esos ojos lo veían con algo de miedo.
-Ten… tengo tantas dudas, mi cabeza es un lio – negaba con la cabeza. - no sé por dónde empezar.
-Qué te parece por el principio – acaricio gentilmente su cabello.
Fluke miro sus manos tomadas, y levanto la mirada de nuevo.
-Bu…bueno, lo primero que me gustaría saber, - empezó no muy seguro, pero Ohm dijo que contestaría todo con honestidad. - ¿Por qué me trajiste aquí?, ¿Por… porque me sacaste de mi país y me alejaste de mi familia? – trato de no bajar la mirada, pero no pudo evitarlo. Le había costado preguntar eso.
-En primera, estás conmigo porque tu padre cometió un gran error al tratar de aprovecharse de mí.
-¿Qué fue lo que hizo mi padre- pregunto bajito.
-El quiso verme la cara de estúpido, quiso venderme productos defectuosos y de baja calidad, además en un precio exorbitante.
-Trato de estafarte – dijo sorprendido.
-Así es, creyó que podría engañarme.
-Pe...pero eso, ¿Que tiene que ver conmigo?.
-Tú fuiste el precio de su perdón.
-Pero, ¿Por qué yo?, tengo más hermanos, no estoy diciendo que me gustaría que les pasara esto a ellos, pero, no entiendo. - lo miro confundido.
-En nuestra raza, existe una creencia de que algunos de nosotros tenemos nuestra pareja destinada. Muchos creen que es solo un cuento de niños, pero yo no, ya que mis padres fueron destinados.
¿Qué significa pareja destinada? – pregunto el pequeño.
-Es esa persona que cuando la miras te das cuenta que están unidos más allá de todo lo posible. Es una fuerza poderosa que emana de lo más profundo de tu ser, es un amor que nace de la nada y viene de las energías que fluyen de la naturaleza de vidas pasadas que ya han decidido que tú y esa persona estén unidas, por ello todas las fuerzas se unen para que ese evento pueda darse. –Explicaba apasionadamente- La persona que está destinada a ser tu pareja por destino, siempre, siempre buscará la manera de encontrarte, porque así está escrito y así debe pasar. La naturaleza, las circunstancias y otros sucesos harán que ese amor por destino sea para siempre, y es una de las pruebas más inequívocas de saber si es amor por destino porque por más que se distancien, y los distancien estos sujetos siempre terminan unidos. La pareja por destino siempre será para ti, nunca se logra olvidar por la gran importancia que tiene para sus protagonistas,-Seguía diciendo, y tomó las manos del menor entre las suyas- por lo cual la mejor manera de explicar lo que una pareja destinada significa, es afirmando que es un amor asignado por la unión de un lazo poderoso e invisible que va mucho más allá del tiempo y del espacio y que siempre se mantendrán unidos buscando la manera de encontrarse. Las parejas por destino crean un vínculo inexplicable y que va mucho más allá que cualquier entendimiento.
Fluke guardo silencio, tratando de digerir lo que había escuchado.
-¿E…eso somos tú y yo? – pregunto bastante sorprendido.
-Así es Polcino- le dijo muy serio- tu eres mío y yo soy tuyo, por siempre y para siempre.
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SOLO MÍO (COMPLETA, EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarSINOPSIS Su padre lo había vendido al mejor postor, Fluke no lo podía creer todavía. Sabía que Boston Natouch nunca había estado en buenos pasos, y que hacia tratos con gente de cuestionable reputación, ¿Pero al grado de salvar su pellejo a costa de...